Conectarse
Vota al Foro
Clima
Día: Nublado Noche: Poco nublado Últimos temas
¿Quién está en línea?
En total hay 11 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 11 Invitados Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 80 durante el Mar Feb 13, 2024 6:03 am
¡Afilianos!
A Silent World
Buscar
Bajo la torre. Un momento ¿Una torre? (Johanna + libre)
2 participantes
a Silent World :: Segunda Limpieza :: Afueras de la Ciudad :: Bosques Septentrionales :: Torre de los Susurros
Página 1 de 2.
Página 1 de 2. • 1, 2
Bajo la torre. Un momento ¿Una torre? (Johanna + libre)
Me dolían bastante los pies. Llevaba horas camiando. Había escuchado rumores de que por los bosques se encontraba una gran torre. Puede que aquello fuera eso, un simple rumor, pero tenía que correr el riesgo. Mientras iba caminando, me comí una de las seis manzanas que había conseguido pillar en los almacenes. Ya solo me quedaban cinco. Ahora tocaba hacer un pcoo de dieta. También le di un trago a la cocacola, necesitaba agua y azucar al mismo tiempo o me daría algo. Me perdí unas cuantas veces, hasta que hayé un claro en aquellos bosques que, posiblemente, no eran ni la sombra de lo que fueron en el pasado. Me daba pena ver un bosque tan inmenso en esas condiciones, pero tenía cosas más importantes en las que centrarme que en una mierda de pegote de matojos y ramas secas.
Cuando por fin estuve en el claro, mis ojos se abrieron ante la enorme torre que parecía rocer las nubes grises que amenazaban lluvias y tormentas todos los días del año en aquel mundo de mierda. Sentí una especie de alegrí en mi interior. Quería saltar, cantar, dar gracias a todos los dioses por haberme dado aquella torre. Pero no había tiempor que perder. Desenvainé la espeda y comencé a caminar hacia ella.
Parecía que no había ningún bicho cerca de dónde me encontraba. Por lo menos, algo era algo. "Bajo la torre..." Allí no había nada de nada. O es que no sabía mirar bien. Puede que tuviera que subir a lo más alto de ella para que pudiera ver la pista. A lo mejor solo se podía ver desde las alturas.
Cuando por fin estuve en el claro, mis ojos se abrieron ante la enorme torre que parecía rocer las nubes grises que amenazaban lluvias y tormentas todos los días del año en aquel mundo de mierda. Sentí una especie de alegrí en mi interior. Quería saltar, cantar, dar gracias a todos los dioses por haberme dado aquella torre. Pero no había tiempor que perder. Desenvainé la espeda y comencé a caminar hacia ella.
Parecía que no había ningún bicho cerca de dónde me encontraba. Por lo menos, algo era algo. "Bajo la torre..." Allí no había nada de nada. O es que no sabía mirar bien. Puede que tuviera que subir a lo más alto de ella para que pudiera ver la pista. A lo mejor solo se podía ver desde las alturas.
Kay Gray- Mensajes : 145
Re: Bajo la torre. Un momento ¿Una torre? (Johanna + libre)
Llevaba la mochila colgada de la espalda, solo pensaba en alejarme de la ciudad. Me daba muy mala espina aquel lugar semiderruido, con aquellos zombies extraños: los fherals… Quizás en los bosques me calmaría más y, quien sabe, quizás allí no llegaban los fherals.
Cuando logré salir de la ciudad tras un buen rato de caminar escondiéndome en los rincones para no ser detectada, me hundí. El bosque estaba como la ciudad, hecho polvo. Troncos secos, hojas caídas… Aquello era un bosque muerto. Suspiré, exasperada. ¿Es que en aquel mundo todo tenía que ser así?
A pesar del terror que me inspiraba el bosque, decidí adentrarme en él. La ciudad que dejaba atrás tampoco era mucho mejor. En mis momentos de travesia entre los árboles mi estomago empezó a rugir. Debería alimentarme, dar algun mordisquito a una de las barras, por ejemplo. Pero sentarme en medio del bosque no me parecía lo más seguro ni sensato. Por lo que seguí caminando haciendo caso omiso a las insistentes advertencias de mi barriga.
Tras un tiempo de viaje, una gran sombra me cubrió. Asustada por el repentino cambio de luz, miré hacia arriba y vi una torre. Ah, bueno, solo era eso, una torre… Hum, un momento… Torre, torre… ¿No hablaba de una torre aquél escrito? Cassie, Liosh y yo habíamos dado por supuesto que se trataría de alguna catedral pero… ¿Y si se trataba de ésta? ¿Y si los antiguos supervivientes de la ciudad no habían encontrado la torre porque no se habían atrevido a salir? Empecé a andar con cuidado, si ésta era la torre, debía haber algo ahí abajo, una mujer. Aunque quién sabía…
Y de repente una gota me cayó sobre la cara. Miré al cielo y vi que las eternas nubes grises estaban empezando a descargar agua. Iba a tener que correr hacia la torre si no quería mojar la única ropa que tenía…
Cuando llegué a la torre, hiperventilando por la carrera que había hecho desde el bosque, oí un ruido. Oh, no. ¿Serían los fherals? ¿Habría encontrado a la mujer de la fe verdadera?
Mi corazón empezó a palpitar mucho más rápido de lo que ya iba por entonces. No estaba preparada para enfrenarme a ningún zombie. Me agarré fuertemente a mi silbato, como si eso fuera a ayudarme de algo, mientras me encaramaba a una pared y esperaba expectante.
Cuando logré salir de la ciudad tras un buen rato de caminar escondiéndome en los rincones para no ser detectada, me hundí. El bosque estaba como la ciudad, hecho polvo. Troncos secos, hojas caídas… Aquello era un bosque muerto. Suspiré, exasperada. ¿Es que en aquel mundo todo tenía que ser así?
A pesar del terror que me inspiraba el bosque, decidí adentrarme en él. La ciudad que dejaba atrás tampoco era mucho mejor. En mis momentos de travesia entre los árboles mi estomago empezó a rugir. Debería alimentarme, dar algun mordisquito a una de las barras, por ejemplo. Pero sentarme en medio del bosque no me parecía lo más seguro ni sensato. Por lo que seguí caminando haciendo caso omiso a las insistentes advertencias de mi barriga.
Tras un tiempo de viaje, una gran sombra me cubrió. Asustada por el repentino cambio de luz, miré hacia arriba y vi una torre. Ah, bueno, solo era eso, una torre… Hum, un momento… Torre, torre… ¿No hablaba de una torre aquél escrito? Cassie, Liosh y yo habíamos dado por supuesto que se trataría de alguna catedral pero… ¿Y si se trataba de ésta? ¿Y si los antiguos supervivientes de la ciudad no habían encontrado la torre porque no se habían atrevido a salir? Empecé a andar con cuidado, si ésta era la torre, debía haber algo ahí abajo, una mujer. Aunque quién sabía…
Y de repente una gota me cayó sobre la cara. Miré al cielo y vi que las eternas nubes grises estaban empezando a descargar agua. Iba a tener que correr hacia la torre si no quería mojar la única ropa que tenía…
Cuando llegué a la torre, hiperventilando por la carrera que había hecho desde el bosque, oí un ruido. Oh, no. ¿Serían los fherals? ¿Habría encontrado a la mujer de la fe verdadera?
Mi corazón empezó a palpitar mucho más rápido de lo que ya iba por entonces. No estaba preparada para enfrenarme a ningún zombie. Me agarré fuertemente a mi silbato, como si eso fuera a ayudarme de algo, mientras me encaramaba a una pared y esperaba expectante.
- Spoiler:
Puse que empezaba a llover porque en lo de clima del foro dice que llueve…. xD
Johanna M. Simmons- Mensajes : 73
Re: Bajo la torre. Un momento ¿Una torre? (Johanna + libre)
-Ni se te ocurra soplar el puto silbato -mi voz sonó fría, distante, amenazadora. Mi katana se hayaba a pocos milímetros del cuello de aquella chica que había llegado hasta allí detrás de mí. Dudaba que me estuviera siguiendo, estaba demasiado desorientada. Más que yo, eso me alegraba por muchas cosas y me desilusionaba por otras. No moví ni un músuclo, estaba bastante relajado. No como ella que estaba a punto de sufrir un infarto-. Si tocas eso y haces ruido puedes atraer a los zombies que quieren comernos a mordiscos.
Esperé unos segundos y bajé la katana, poniéndomela en la otra mano y saliendo de dónde me había escondido. Otra vez estaba empezando a llover y no tenía ganas de pillar un resfriado. Allí no había una mierda, por lo que tendría que subir a la torre a ver si podía encontrar algo que me fuera de utilizad. A aquella muchacha, de verdad, que le iba a dar un infarto pero allí mismo. Suspiré.
-Vamos, tranquilízate. No hay zombies por alrededor. No sé si habrá alguno dentro, pero aquí estás segura.
Me posicioné frente a la puerta y la miré de arriba abajo. Estaba entreabierta. Cuando la abrí, pude sentir el olor a carne podrida. La luz que se filtraba por la puerta me enseñó que había un cuerpo humano en descomposición al pie de las escaleras. Miré hacia arriba. Parece que íbamos a tener alguna compañía que otra. Sonreí. Genial, podía provar mi katana.
Esperé unos segundos y bajé la katana, poniéndomela en la otra mano y saliendo de dónde me había escondido. Otra vez estaba empezando a llover y no tenía ganas de pillar un resfriado. Allí no había una mierda, por lo que tendría que subir a la torre a ver si podía encontrar algo que me fuera de utilizad. A aquella muchacha, de verdad, que le iba a dar un infarto pero allí mismo. Suspiré.
-Vamos, tranquilízate. No hay zombies por alrededor. No sé si habrá alguno dentro, pero aquí estás segura.
Me posicioné frente a la puerta y la miré de arriba abajo. Estaba entreabierta. Cuando la abrí, pude sentir el olor a carne podrida. La luz que se filtraba por la puerta me enseñó que había un cuerpo humano en descomposición al pie de las escaleras. Miré hacia arriba. Parece que íbamos a tener alguna compañía que otra. Sonreí. Genial, podía provar mi katana.
Kay Gray- Mensajes : 145
Re: Bajo la torre. Un momento ¿Una torre? (Johanna + libre)
Estaba con los pelos de punta, alerta y respirando fuertemente. Tuve que obligar a ponerme la mano en la boca para evitar que se oyeran mis fuertes respiraciones.
Entonces una voz y una presencia aparecieron desde atrás, de repente. Y noté algo frio en el cuello. De no haber sido muda hubiese gritado hasta vaciar completamente mis pulmones, pero como lo era, no pude más que sobresaltarme enormemente, dando un pequeño salto para atrás, chocándome con la pared y empezando a inspirar aire fuertemente, como si me estuviera ahogando. No sé que más dijo la voz, solo era capaz de oír los latidos de mi corazón en mis orejas.
Cuando dejé de notar aquella cosa fría en el cuello me armé de valor para levantar la cabeza. Era un chico de pelo negro y ojos azules, con una katana en la mano. Volví a ponerme nerviosa. Le miré con los ojos abiertos de puro terror, mientras las lágrimas amenazaban con asomar por mis ojos grisáceos. No se podía asustar a nadie de una manera así.
Me apoyé en la pared tratando de calmar mi respiración, cosa que resulto más difícil de lo que en un momento pensé. Entre la carrera que había hecho, la tensión a la espera del fheral y la misteriosa aparición del chico con el arma, mi corazón estaba que no daba de sí. Cuando se volvió a dirigir a mí, tratando de calmarme, intente hacerle caso. Suspiré y cerré los ojos, cogiendo y soltando aire lentamente. Cuando volví a abrir los ojos le dediqué una sonrisa tímida, dándole a entender que ya estaba todo bien.
Luego le vi abrir la puerta y el pestilente olor llegó también hasta mis fosas nasales. No pude más que cubrirme con el dorso de la mano. ¿Aquél chico quería entrar? El olor que emanaba aquél lugar no auguraba nada bueno, pero quedarse aquí fuera a la vista de cualquiera que pasaba por los alrededores tampoco era muy alentadora, además, el chico contaba con una katana, más de lo que yo podía decir a no ser que mi bolígrafo contase como arma.
Le vi sonreír al tiempo que examinaba la estancia desde nuestra posición. Que chico más extraño. Me coloqué a sus espaldas y traté de ponerme de puntillas para vislumbrar el interior del lugar por encima de su hombro derecho. Y lo que ví, no me gusto demasiado. Di un paso atrás, negando con la cabeza y le miré fijamente. ¿De verdad quería entrar ahí dentro? ¡Había un cadáver! Aunque pensándolo bien… si había un cadáver… Bueno… en la habitación en la que aparecimos no había cadáver, solo sangre en la pared… Si aquí había cuerpo era porque no se lo habían comido. Pero ¿Qué lo había matado, entonces?
Entonces una voz y una presencia aparecieron desde atrás, de repente. Y noté algo frio en el cuello. De no haber sido muda hubiese gritado hasta vaciar completamente mis pulmones, pero como lo era, no pude más que sobresaltarme enormemente, dando un pequeño salto para atrás, chocándome con la pared y empezando a inspirar aire fuertemente, como si me estuviera ahogando. No sé que más dijo la voz, solo era capaz de oír los latidos de mi corazón en mis orejas.
Cuando dejé de notar aquella cosa fría en el cuello me armé de valor para levantar la cabeza. Era un chico de pelo negro y ojos azules, con una katana en la mano. Volví a ponerme nerviosa. Le miré con los ojos abiertos de puro terror, mientras las lágrimas amenazaban con asomar por mis ojos grisáceos. No se podía asustar a nadie de una manera así.
Me apoyé en la pared tratando de calmar mi respiración, cosa que resulto más difícil de lo que en un momento pensé. Entre la carrera que había hecho, la tensión a la espera del fheral y la misteriosa aparición del chico con el arma, mi corazón estaba que no daba de sí. Cuando se volvió a dirigir a mí, tratando de calmarme, intente hacerle caso. Suspiré y cerré los ojos, cogiendo y soltando aire lentamente. Cuando volví a abrir los ojos le dediqué una sonrisa tímida, dándole a entender que ya estaba todo bien.
Luego le vi abrir la puerta y el pestilente olor llegó también hasta mis fosas nasales. No pude más que cubrirme con el dorso de la mano. ¿Aquél chico quería entrar? El olor que emanaba aquél lugar no auguraba nada bueno, pero quedarse aquí fuera a la vista de cualquiera que pasaba por los alrededores tampoco era muy alentadora, además, el chico contaba con una katana, más de lo que yo podía decir a no ser que mi bolígrafo contase como arma.
Le vi sonreír al tiempo que examinaba la estancia desde nuestra posición. Que chico más extraño. Me coloqué a sus espaldas y traté de ponerme de puntillas para vislumbrar el interior del lugar por encima de su hombro derecho. Y lo que ví, no me gusto demasiado. Di un paso atrás, negando con la cabeza y le miré fijamente. ¿De verdad quería entrar ahí dentro? ¡Había un cadáver! Aunque pensándolo bien… si había un cadáver… Bueno… en la habitación en la que aparecimos no había cadáver, solo sangre en la pared… Si aquí había cuerpo era porque no se lo habían comido. Pero ¿Qué lo había matado, entonces?
Johanna M. Simmons- Mensajes : 73
Re: Bajo la torre. Un momento ¿Una torre? (Johanna + libre)
Le asentí con la cabeza y sonreí. Me puse bien la mochila y me guardé la linterna en el bolsillo de la chaqueta por si tenía que utilizarla en algún momento necesario en el que me quedara sin luz. No me fiaba nada de aquel lugar, podría haber un Fheral. Lo mejor sería atraer a alguno, si esque había, antes de subir por las escaleras. Si me encontraba con alguno de ellos mientras subía por ahí, podía caerme y partirme el cuello, no era algo que me apeteciera hacer en aquellos momentos. Cavilé las posibilidades de hacer todo el ruido que pudiera, pero no había nada a mi alrededor. Entonces me acordé de algo.
Me di media vuelta y miré a la chica, con una sonrisa. Había dado un paso atrás y me miraba con cara sorprendida. Estaba claro que no quería entrar ahí dentro, pues parecía muerta de miedo. Pero bueno. Yo encontraría más segura una torre que un campo abierto en dónde te pueden atacar por todos los lugares posibles. Al menos, en una torre, estabas protegido y a la soficiente altura como para estar seguro.
-¿Me prestas un momento tu silbato? Te lo devolveré enseguida -sonreí y extendí mi blanca mano hacia ella, ladeando un poco la cabeza. Aquel sonido sería sufiente como para atraer a alguno de ellos si es que estaban en el interior de aquel armazón de piedra-. No tengas miedo, no va a pasar nada.
Me di media vuelta y miré a la chica, con una sonrisa. Había dado un paso atrás y me miraba con cara sorprendida. Estaba claro que no quería entrar ahí dentro, pues parecía muerta de miedo. Pero bueno. Yo encontraría más segura una torre que un campo abierto en dónde te pueden atacar por todos los lugares posibles. Al menos, en una torre, estabas protegido y a la soficiente altura como para estar seguro.
-¿Me prestas un momento tu silbato? Te lo devolveré enseguida -sonreí y extendí mi blanca mano hacia ella, ladeando un poco la cabeza. Aquel sonido sería sufiente como para atraer a alguno de ellos si es que estaban en el interior de aquel armazón de piedra-. No tengas miedo, no va a pasar nada.
Kay Gray- Mensajes : 145
Re: Bajo la torre. Un momento ¿Una torre? (Johanna + libre)
Lo observé mientras me sonreía y tendía su mano hacia mí. Bien visto parecía un chico simpático a pesar de la primera impresión de psicópata que había tomado de él al acercarse a mí con la katana. O bueno, quizás realmente era un loco, pero mi naturaleza bondadosa me impedía pensar que fuese un chico peligroso. Era un chico normal, en una situación extrema, como yo.
Me quedé quieta durante un momento, dudando entre darle el silbato o no. Era un recuerdo muy preciado, además, era el único tipo de sonido con el que podría comunicarme con los demás. Si se me perdía o se me rompía… Además, me lo habían regalado cuando recuperé la conciencia y siempre lo había llevado conmigo… Era lo poco que tenía que me recordaba a mi antigua vida en el mundo real.
Suspiré y me quité lentamente la cadena de donde pendía el silbato. La cogí con ambas manos y me la acerqué al pecho, mientras cerraba los ojos y sonreía con cariño, recordando otros tiempos. Luego abrí los ojos y le miré directamente a los azules del chico, quería darle a entender que era un objeto muy importante para mí.
Acto seguido le tendí con cuidado el silbato y cuando se lo puse en la palma de la mano, le apreté suavemente para tratar de infundirle ánimos, aunque de los dos que nos hallábamos allí, parecía que era él quien menos ánimos necesitaba. Luego separé la mano de la suya y con una sonrisa avergonzada y las mejillas ruborizadas, agaché la cabeza.
Inspiré tratando de controlarme y estar atenta por si se acercaba cualquier fheral con el ruido que iba a hacer el chico con mi silbato. Di una vuelta sobre mí misma para comprobar que en los alrededores de los bosques no hubiera fherals que acudieran a la llamada, pero no se veía nada. Aunque claro, con el manto gris que formaba la lluvia, tampoco es que esa predicción fuera demasiado fiable. Luego volví a mirar al frente, a la espalda del chico y separé las piernas, preparándome por si tenía que correr o incluso pelear… ¿Pelear? Qué idea había tenido… ¿Y como pensaba pelear contra un zombie? ¿Clavándole el bolígrafo en el ojo? Meneé la cabeza, desechando esas ideas. No me iba a ayudar en nada andar pensando en eso. Alcé la cabeza con determinación, observando atentamente al chico de pelo negro y preparada para lo que pudiera salir del lugar. Deseando que realmente no fuera nada y pudiéramos instalarnos en el interior de la torre.
Me quedé quieta durante un momento, dudando entre darle el silbato o no. Era un recuerdo muy preciado, además, era el único tipo de sonido con el que podría comunicarme con los demás. Si se me perdía o se me rompía… Además, me lo habían regalado cuando recuperé la conciencia y siempre lo había llevado conmigo… Era lo poco que tenía que me recordaba a mi antigua vida en el mundo real.
Suspiré y me quité lentamente la cadena de donde pendía el silbato. La cogí con ambas manos y me la acerqué al pecho, mientras cerraba los ojos y sonreía con cariño, recordando otros tiempos. Luego abrí los ojos y le miré directamente a los azules del chico, quería darle a entender que era un objeto muy importante para mí.
Acto seguido le tendí con cuidado el silbato y cuando se lo puse en la palma de la mano, le apreté suavemente para tratar de infundirle ánimos, aunque de los dos que nos hallábamos allí, parecía que era él quien menos ánimos necesitaba. Luego separé la mano de la suya y con una sonrisa avergonzada y las mejillas ruborizadas, agaché la cabeza.
Inspiré tratando de controlarme y estar atenta por si se acercaba cualquier fheral con el ruido que iba a hacer el chico con mi silbato. Di una vuelta sobre mí misma para comprobar que en los alrededores de los bosques no hubiera fherals que acudieran a la llamada, pero no se veía nada. Aunque claro, con el manto gris que formaba la lluvia, tampoco es que esa predicción fuera demasiado fiable. Luego volví a mirar al frente, a la espalda del chico y separé las piernas, preparándome por si tenía que correr o incluso pelear… ¿Pelear? Qué idea había tenido… ¿Y como pensaba pelear contra un zombie? ¿Clavándole el bolígrafo en el ojo? Meneé la cabeza, desechando esas ideas. No me iba a ayudar en nada andar pensando en eso. Alcé la cabeza con determinación, observando atentamente al chico de pelo negro y preparada para lo que pudiera salir del lugar. Deseando que realmente no fuera nada y pudiéramos instalarnos en el interior de la torre.
Johanna M. Simmons- Mensajes : 73
Re: Bajo la torre. Un momento ¿Una torre? (Johanna + libre)
La miré con curiosidad. No hablaba. Era extraño. A lo mejor es que era muy tímida. O a lo mejor... Sacudí la cabeza y observé el gesto que hizo co el silbato y sonreí. Cuando me lo dio, con mucho cuidado, asentí con la cabeza y miré al cielo y por los alrededores.
-Lo trataré con cuidado.
Cogí aire y me acerqué de nuevo a la puerta, con el silbato en los labios. Y expulsé todo el aire con fierza, haciendo que saliera un sonido ensordecedor de aquel instrumento de metal. Un sonido que hacía daño al oído. El pitido retukmbó por todo el lugar, por las paredes de la torre, hasta que desapareció en la nada. Un segundo soplido y un nuevo pitido, que hizo el mismo recorrido que su anterior. Después, esperamos, tensos. No se produjo ningún movimiento, no había pasado nada. Miré de nuevo a la chica y le devolví el silbato con una enorme sonrisa, indescifrable.
-Muchas gracias, solo queda una prueba más. Puede que estén sordos, pero saben oler -alcé la katana hacia ella, con seguridad y después alcé mi mano. Deslicé la hija sobre el dorso, haciendo un pequeño corte que empezó a sangrar. Dejé que la sangre se estampara en el suelo y esperé. No pasaba nada. No había nada. Me arranqué la manga de la camiseta y me la até en la herida, con ciudado, mientras la miraba.
Por lo que había visto, la chica había llegado allí para buscar explicacione so si no ya se habría ido. Pero estaba allí por la pista que al parecer todos nos habíamos encontrado al despertar. No era tan malo como para dejarla allí tirada.
-Creo que buscas respuestas ¿no? En la torre no hay nada ni nadie. Yo voy a subir, si quieres, ven conmigo -me metí dentro y empecé a subir las escaleras, con la katana alzada.
-Lo trataré con cuidado.
Cogí aire y me acerqué de nuevo a la puerta, con el silbato en los labios. Y expulsé todo el aire con fierza, haciendo que saliera un sonido ensordecedor de aquel instrumento de metal. Un sonido que hacía daño al oído. El pitido retukmbó por todo el lugar, por las paredes de la torre, hasta que desapareció en la nada. Un segundo soplido y un nuevo pitido, que hizo el mismo recorrido que su anterior. Después, esperamos, tensos. No se produjo ningún movimiento, no había pasado nada. Miré de nuevo a la chica y le devolví el silbato con una enorme sonrisa, indescifrable.
-Muchas gracias, solo queda una prueba más. Puede que estén sordos, pero saben oler -alcé la katana hacia ella, con seguridad y después alcé mi mano. Deslicé la hija sobre el dorso, haciendo un pequeño corte que empezó a sangrar. Dejé que la sangre se estampara en el suelo y esperé. No pasaba nada. No había nada. Me arranqué la manga de la camiseta y me la até en la herida, con ciudado, mientras la miraba.
Por lo que había visto, la chica había llegado allí para buscar explicacione so si no ya se habría ido. Pero estaba allí por la pista que al parecer todos nos habíamos encontrado al despertar. No era tan malo como para dejarla allí tirada.
-Creo que buscas respuestas ¿no? En la torre no hay nada ni nadie. Yo voy a subir, si quieres, ven conmigo -me metí dentro y empecé a subir las escaleras, con la katana alzada.
Kay Gray- Mensajes : 145
Re: Bajo la torre. Un momento ¿Una torre? (Johanna + libre)
Le observé actuar en todo momento. Me sorprendí al darme cuenta de que estaba recelosa de que tuviera mi silbato y me ruboricé yo sola por pensar eso. Aquél chico solo estaba intentando comprobar si había fherals, me estaba ayudando, además, él podría defenderme… si él quería, claro.
Cuando empezó a soplar el silbato me tapé los oídos rápidamente. ¡Dios! Era muda, no sorda. Cuando dejó de silbar notaba aún un pitido en mi cabeza, y ésta me daba vueltas, pero no me dio tiempo a quejarme porque otro silbido se alzó al cielo, tan estruendoso como el anterior. Ésta vez cerré los ojos y apreté mis manos contra mi cabeza.
Cuando los abrí, casi con miedo, vi al chico mirándome dándome el silbato de vuelta, el cual cogí con una sonrisa a pesar de que mi cabeza me dolía horrores. No entendí demasiado lo que decía sobre fherals sordos o sin olfato hasta que levantó la katana. Por un momento pensé que iba a atravesarme con ella pero lo que hizo fue casi peor, ¡se cortó él mismo! Cogí aire, y mi cara represento contrariedad. De haber tenido voz le hubiera gritado que qué hacía, bastante malo era ya las heridas que podían hacernos los fherals como para ir autohiriéndonos. Me alarmé mucho cuando vi su sangre resbalar hasta el suelo, casi de la misma forma que cuando esperaba que los fherals vinieran hacía mí.
Estuve un rato mirándole la herida, aunque se la tapó con un trozo de manga, hasta que me di cuenta de que me estaba hablando. Alcé la mirada, avergonzada y traté de entender que me decía. Asentí a sus palabras. Bueno, la torre la había encontrado por casualidad, pero sí, me había acordado de las palabras de la habitación. Luego le vi subir la s escaleras y me apresuré a ir tras él, no quería quedarme sola.
Cerré la puerta de la entrada cuando pasé y subí corriendo los escalones para reunirme con el chico, tratando de pasar por alto el cadáver que se hallaba en los pies de la escalera y el hedor que éste emanaba.
Cuando llegué a donde estaba el chico el cogí de la camiseta por detrás, con la cabeza agachada por la vergüenza. Realmente quería ver como estaba su herida, tenía el corazón en un puño solo de pensar lo que acababa de hacerse. Lástima que no tuviera vendas encima pero al menos podría limpiarle la herida con agua. Quién sabe que clase de cosas debía tener el filo de la katana con la que se había cortado…
Cuando empezó a soplar el silbato me tapé los oídos rápidamente. ¡Dios! Era muda, no sorda. Cuando dejó de silbar notaba aún un pitido en mi cabeza, y ésta me daba vueltas, pero no me dio tiempo a quejarme porque otro silbido se alzó al cielo, tan estruendoso como el anterior. Ésta vez cerré los ojos y apreté mis manos contra mi cabeza.
Cuando los abrí, casi con miedo, vi al chico mirándome dándome el silbato de vuelta, el cual cogí con una sonrisa a pesar de que mi cabeza me dolía horrores. No entendí demasiado lo que decía sobre fherals sordos o sin olfato hasta que levantó la katana. Por un momento pensé que iba a atravesarme con ella pero lo que hizo fue casi peor, ¡se cortó él mismo! Cogí aire, y mi cara represento contrariedad. De haber tenido voz le hubiera gritado que qué hacía, bastante malo era ya las heridas que podían hacernos los fherals como para ir autohiriéndonos. Me alarmé mucho cuando vi su sangre resbalar hasta el suelo, casi de la misma forma que cuando esperaba que los fherals vinieran hacía mí.
Estuve un rato mirándole la herida, aunque se la tapó con un trozo de manga, hasta que me di cuenta de que me estaba hablando. Alcé la mirada, avergonzada y traté de entender que me decía. Asentí a sus palabras. Bueno, la torre la había encontrado por casualidad, pero sí, me había acordado de las palabras de la habitación. Luego le vi subir la s escaleras y me apresuré a ir tras él, no quería quedarme sola.
Cerré la puerta de la entrada cuando pasé y subí corriendo los escalones para reunirme con el chico, tratando de pasar por alto el cadáver que se hallaba en los pies de la escalera y el hedor que éste emanaba.
Cuando llegué a donde estaba el chico el cogí de la camiseta por detrás, con la cabeza agachada por la vergüenza. Realmente quería ver como estaba su herida, tenía el corazón en un puño solo de pensar lo que acababa de hacerse. Lástima que no tuviera vendas encima pero al menos podría limpiarle la herida con agua. Quién sabe que clase de cosas debía tener el filo de la katana con la que se había cortado…
Johanna M. Simmons- Mensajes : 73
Re: Bajo la torre. Un momento ¿Una torre? (Johanna + libre)
Los peldaños de madera crujían cuando los pisábamos, por lo que intenté no permanecer mucho ensima de alguno de ellos, vaya que se rompieran y nos cayéramos al suelos y nos matáramos. Con la katana defendiéndo mi cuerpo, fuimos subiendo poco a poco los peldaños. En la oscuridad de la torre hacía frío, lo que hera bueno para el mini corte que me había hecho. Pero algo tiró de mi camiseta, parando mi ascenso. Me volví con cierta rapidez, encontrándome con la mirada de aquella chica.
-¿Pasa algo? -murmuré, mirando a sus espaldas por su había escuchado alguna cosa. Pero no había nada. La miré de nuevo.
Sus ojos estaban puestos en la herida que me había causado en la mano. Reí entre dientes y se la enseñé. Ya estaba medio cicatrizada. Me la volví a tapar y le sonreí. Al final, iba resultar agradable y todo aquella chica que no hablaba por alguna razón en concreto. Me guardé esa mano en el bosillo de los pantalones.
-No es nada, está bien. Vamos, sigamos.
Poco a poco, fuimos subiendo. No había imaginadoq ue la torre fuera tan alta, pero llegamos a la cima. Me quedé mirando como todo la Ciudad Fantasma se abría ante nosotros. El paisaje hacía que se te formara un nudo en el estómago. Era horrible. Pero pronto deshice esos pensamientos de mi cabeza y miré hacia abjo, hacia el suelo. No había nada escrito, ni señales ni nada que pudiera darme una pista sobre el paradero del portal. Suspiré.
-Joder...
-¿Pasa algo? -murmuré, mirando a sus espaldas por su había escuchado alguna cosa. Pero no había nada. La miré de nuevo.
Sus ojos estaban puestos en la herida que me había causado en la mano. Reí entre dientes y se la enseñé. Ya estaba medio cicatrizada. Me la volví a tapar y le sonreí. Al final, iba resultar agradable y todo aquella chica que no hablaba por alguna razón en concreto. Me guardé esa mano en el bosillo de los pantalones.
-No es nada, está bien. Vamos, sigamos.
Poco a poco, fuimos subiendo. No había imaginadoq ue la torre fuera tan alta, pero llegamos a la cima. Me quedé mirando como todo la Ciudad Fantasma se abría ante nosotros. El paisaje hacía que se te formara un nudo en el estómago. Era horrible. Pero pronto deshice esos pensamientos de mi cabeza y miré hacia abjo, hacia el suelo. No había nada escrito, ni señales ni nada que pudiera darme una pista sobre el paradero del portal. Suspiré.
-Joder...
Kay Gray- Mensajes : 145
Re: Bajo la torre. Un momento ¿Una torre? (Johanna + libre)
Vi como escondía su mano en el bolsillo. Pero por lo que había visto ya estaba cicatrizando. ¿Cómo había podido curarse tan rápido? En fin, quién sabía. Aún así no me gustaba demasiado dejar la herida tal como estaba. Con la higiene reinante en la Ciudad fantasma, y que a saber cuantos fherals había atravesado con su filo, aquella katana parecía de todo menos estéril, como para cortarse con seguridad. Pero bueno, parecía que el chico no quería hacer mucho con ello, y yo no podía hacer nada en contra de su propia voluntad.
Seguimos subiendo escalón tras escalón. Dios, no se acababa nunca aquella escalera. Cada vez que subíamos más alto no podía parar de pensar en que nos estábamos cortando la salida. Si por casualidad alguno de los fherals decidieran entrar en la torre y tapar la escalera… Estaríamos perdidos. Y saltar por las ventanas no era una opción demasiado viable. Intenté no pensar en ello y me concentré en la espalda del chico que tenía delante, para no pensar en cualquier otra cosa desagradable.
Cuando llegamos al piso superior me asomé a la ventana y observe todo el paisaje que se extendía ante nosotros. Bosques muertos, urbanizaciones muertas incluso las nubes parecían muertas. Y por si aquél extraño país no fuese suficientemente tétrico y triste, la manta de lluvia que caía lo hacía todo aún más irreal, sacado de alguna película mala de terror.
Me saqué la mochila y la dejé a un lado, antes de dejarme resbalar por la pared hasta quedar en el suelo, sentada. Apoyé mi espalda y mi cabeza en la pared, y alcé la cara al techo. Luego, cerré los ojos y suspiré. Este sitio era un verdadero infierno, y quería salir de aquí cuanto antes. Luego, abrí los ojos y miré con curiosidad al chico, de quién ni siquiera sabía el nombre. Acto seguido, abrí mi mochila y de ella saqué mi libreta y el bolígrafo. Así al menos podría comunicarme con él.
Seguimos subiendo escalón tras escalón. Dios, no se acababa nunca aquella escalera. Cada vez que subíamos más alto no podía parar de pensar en que nos estábamos cortando la salida. Si por casualidad alguno de los fherals decidieran entrar en la torre y tapar la escalera… Estaríamos perdidos. Y saltar por las ventanas no era una opción demasiado viable. Intenté no pensar en ello y me concentré en la espalda del chico que tenía delante, para no pensar en cualquier otra cosa desagradable.
Cuando llegamos al piso superior me asomé a la ventana y observe todo el paisaje que se extendía ante nosotros. Bosques muertos, urbanizaciones muertas incluso las nubes parecían muertas. Y por si aquél extraño país no fuese suficientemente tétrico y triste, la manta de lluvia que caía lo hacía todo aún más irreal, sacado de alguna película mala de terror.
Me saqué la mochila y la dejé a un lado, antes de dejarme resbalar por la pared hasta quedar en el suelo, sentada. Apoyé mi espalda y mi cabeza en la pared, y alcé la cara al techo. Luego, cerré los ojos y suspiré. Este sitio era un verdadero infierno, y quería salir de aquí cuanto antes. Luego, abrí los ojos y miré con curiosidad al chico, de quién ni siquiera sabía el nombre. Acto seguido, abrí mi mochila y de ella saqué mi libreta y el bolígrafo. Así al menos podría comunicarme con él.
Johanna M. Simmons- Mensajes : 73
Re: Bajo la torre. Un momento ¿Una torre? (Johanna + libre)
Me apoyé en la pared, de brazos cruzados. Mierda, tanto esfuerzo para nada. Y lo peor es que aquella chica parecía que también se había desilusionado, por lo que ella y yo estábamos en el mismo punto de partida. Genial otra novata más. Puse los ojos en blanco y saqué el trozo de lienzo que llevaba en la mochila, para mirar. Lo observé durante un rato y luego miré la ciudad. Por ahora no había nada que se pareciese a lo que había allí pintado.
Estaba claro que aquella no era la torre que estaba dibujada. Eso se debería haber pensando antes de subir aquí, joder. Es que no tenía ni un poco de cabeza. Actuaba por actuar. No me había parado a pensar que aquel trozo de tela podría reprensentar algo que no fuera la realidad, algo fantástico. Podría haberlo pensando, pero no lo hice.
Cuando estuve a punto de girarme para seguir mi inspección por la ciudad, aquella chica sacó una libreta y un bolígrafo de la mochila. Enarqué una ceja. ¿Qué iba a hacer? ¿Dibujar? ¿Escribir? La miré, con gesto interrogante y abrí la boca para decir algo.
-¿Qué vas ha hacer?
Estaba claro que aquella no era la torre que estaba dibujada. Eso se debería haber pensando antes de subir aquí, joder. Es que no tenía ni un poco de cabeza. Actuaba por actuar. No me había parado a pensar que aquel trozo de tela podría reprensentar algo que no fuera la realidad, algo fantástico. Podría haberlo pensando, pero no lo hice.
Cuando estuve a punto de girarme para seguir mi inspección por la ciudad, aquella chica sacó una libreta y un bolígrafo de la mochila. Enarqué una ceja. ¿Qué iba a hacer? ¿Dibujar? ¿Escribir? La miré, con gesto interrogante y abrí la boca para decir algo.
-¿Qué vas ha hacer?
Kay Gray- Mensajes : 145
Re: Bajo la torre. Un momento ¿Una torre? (Johanna + libre)
Le observé atentamente mientras parecía sacar algo de la mochila. ¿Qué era eso?¿Un trozo de papel? Hmm, parecía tener otra textura que la de un papel corriente, pero había algo escrito o dibujado en ello, porque estaba claro que el ‘papel’ no era lo importante, parecía algo bastante corriente.
Ladeé la cabeza mientras el chico paseaba su mirada del objeto a la imagen que daba la ciudad y viceversa. Parecía confundido y al cabo de un rato se estresó. No sé que debería estar pensando pero no se le veía muy alegre, más bien parecía irritado. ¿Había esperado encontrar algo en ésta torre? ¿O encontrarlo en la ciudad mirando desde aquí? Hice lo mismo que había hecho él antes y dirigí mi mirada del papel a la ciudad, aunque no pudiera ver que había escrito. ¡Claro! ¡La torre de las tres ventanas!
Me levanté un momento y me asomé al ventanal y observé fijamente la ciudad. Debía encontrar algún sitio que coincidiera con la descripción. Pero tras un buen rato tratando de vislumbrar algo, mis ojos, cansados no me dieron la respuesta. La lluvia lo emborronaba todo demasiado como para poder ver ninguna torre de dos, tres o cuatrocientas ventanas.
Volví a sentarme y entonces fue cuando oí la voz del chico. Me miraba. Hmmm… que iba a hacer, ciertamente… Bueno, la verdad es que las opciones no eran muchas. No tenía paraguas para salir afuera, y al verdad es que si había encontrado la torre era por pura casualidad, pero no quería perderme ahora que apenas se veía nada con tanta agua. ¿Y si me encontraba un fheral y no me daba cuenta hasta que fuese demasiado tarde? La mejor opción sería pasar aquí un rato hasta que dejara de diluviar de aquella forma, aunque habría que alejarse de las ventanas y no haces demasiado ruido para no alertar a nadie que pudiera rondar los alrededores.
Al ver que el chico seguía mirándome, interrogante me sonrojé y cogí el bolígrafo y libreta. Y empecé a escribir. Cuando terminé, le tendí la libreta al chico, para que pudiera leer mejor.
“Creo que me quedaré hasta que deje de llover. No se ve nada ahí fuera y no me da buena espina. ¿Tú que harás?”
Ladeé la cabeza mientras el chico paseaba su mirada del objeto a la imagen que daba la ciudad y viceversa. Parecía confundido y al cabo de un rato se estresó. No sé que debería estar pensando pero no se le veía muy alegre, más bien parecía irritado. ¿Había esperado encontrar algo en ésta torre? ¿O encontrarlo en la ciudad mirando desde aquí? Hice lo mismo que había hecho él antes y dirigí mi mirada del papel a la ciudad, aunque no pudiera ver que había escrito. ¡Claro! ¡La torre de las tres ventanas!
Me levanté un momento y me asomé al ventanal y observé fijamente la ciudad. Debía encontrar algún sitio que coincidiera con la descripción. Pero tras un buen rato tratando de vislumbrar algo, mis ojos, cansados no me dieron la respuesta. La lluvia lo emborronaba todo demasiado como para poder ver ninguna torre de dos, tres o cuatrocientas ventanas.
Volví a sentarme y entonces fue cuando oí la voz del chico. Me miraba. Hmmm… que iba a hacer, ciertamente… Bueno, la verdad es que las opciones no eran muchas. No tenía paraguas para salir afuera, y al verdad es que si había encontrado la torre era por pura casualidad, pero no quería perderme ahora que apenas se veía nada con tanta agua. ¿Y si me encontraba un fheral y no me daba cuenta hasta que fuese demasiado tarde? La mejor opción sería pasar aquí un rato hasta que dejara de diluviar de aquella forma, aunque habría que alejarse de las ventanas y no haces demasiado ruido para no alertar a nadie que pudiera rondar los alrededores.
Al ver que el chico seguía mirándome, interrogante me sonrojé y cogí el bolígrafo y libreta. Y empecé a escribir. Cuando terminé, le tendí la libreta al chico, para que pudiera leer mejor.
“Creo que me quedaré hasta que deje de llover. No se ve nada ahí fuera y no me da buena espina. ¿Tú que harás?”
Johanna M. Simmons- Mensajes : 73
Re: Bajo la torre. Un momento ¿Una torre? (Johanna + libre)
Me senté frente a ella, con las piernas recoginas y deje la katana a un lado. Empezaba a llover de nuevo, con bastante fuerza y era probable que incluso hubiera una fuerte tormenta eléctrica. No me iba a arriesgar a salir y a que me matara un rayo de esos y me dejara frito. Encima, ya estaría cocinado para los Fherals. Reí entre dientes.
La chica me mostró lo que había escrito en la libreta. La cogí con una mano y leí. Después la miré, con un gesto más interrogante aún. Se la volví a entregar con una media sonrisa y me apoyé en el suelo con las manos, mirándola a los ojos con fijeza. Era muy interesante.
-Me quedaré aquí hasta que la tormenta amaine. ¿Por qué no habas? -ladeé la cabeza y sonreí, esperando escuchar de una vez por todas aquella voz que no había escuchado todavía. No sabía tampoco su nombre, pero tenía que esperar a que ella me contestara para poder preguntárselo.
Un trueno hizo temblar los cimientos de la torre. Suspiré y cerré los ojos. Me gustaban las tormentas, las adoraba. Pero aquello no me molaba nada. Me gustaba verlas desde la ventana de mi loft en Nueva York, con una película o con la música puesta. Pero no en aquellas condicones.
La chica me mostró lo que había escrito en la libreta. La cogí con una mano y leí. Después la miré, con un gesto más interrogante aún. Se la volví a entregar con una media sonrisa y me apoyé en el suelo con las manos, mirándola a los ojos con fijeza. Era muy interesante.
-Me quedaré aquí hasta que la tormenta amaine. ¿Por qué no habas? -ladeé la cabeza y sonreí, esperando escuchar de una vez por todas aquella voz que no había escuchado todavía. No sabía tampoco su nombre, pero tenía que esperar a que ella me contestara para poder preguntárselo.
Un trueno hizo temblar los cimientos de la torre. Suspiré y cerré los ojos. Me gustaban las tormentas, las adoraba. Pero aquello no me molaba nada. Me gustaba verlas desde la ventana de mi loft en Nueva York, con una película o con la música puesta. Pero no en aquellas condicones.
Kay Gray- Mensajes : 145
Re: Bajo la torre. Un momento ¿Una torre? (Johanna + libre)
Le miré fijamente cuando se sentó delante de mí, pero cuando noté que posaba sus ojos en los míos desvié la mirada avergonzada. A pesar de estar en el mundo en el que nos encontrábamos yo seguía siendo como era, y a pesar de saber que era necesario para sobrevivir que intentara no ir nunca sola, aún estaba poco acostumbrada a interaccionar con la gente.
Luego noté que cogía mi libreta y la deje ir, para que leyera lo que escribí. Noté que seguía mirándome con insistencia y cuando alcé la mirada sus labios dibujaban una media sonrisa mientras me devolvía la libreta. Mis mejillas volvieron a colorearse. Tenía la esperanza que entre la oscuridad del lugar no se notara demasiado, estaba mareando mi flujo de sangre demasiado desde que le había visto con tantos sonrojos y timideces.
Me preguntó por mi voz y agache la mirada, algo triste, aunque al momento la volvi a levantar sonriendo y tratando de mostrarme alegre y indiferente frente al hecho de mi falta de voz. Como respuesta me llevé la mano a la garganta y negué con la cabeza, luego agarré de nuevo la libreta y añadí algo debajo de lo que ya había escrito.
“Soy muda”
Le miré con una sonrisa y me encogí de hombros restándole importancia. La gente solía sentir pena por mí cuando se enteraban de mi situación, pero yo no quería que la sintieran. Quizás mi vida no era exactamente igual que los demás, y comunicarme con otra gente se me hacía más difícil, pero era una chica normal. Extremadamente tímida, pero normal.
Luego noté que cogía mi libreta y la deje ir, para que leyera lo que escribí. Noté que seguía mirándome con insistencia y cuando alcé la mirada sus labios dibujaban una media sonrisa mientras me devolvía la libreta. Mis mejillas volvieron a colorearse. Tenía la esperanza que entre la oscuridad del lugar no se notara demasiado, estaba mareando mi flujo de sangre demasiado desde que le había visto con tantos sonrojos y timideces.
Me preguntó por mi voz y agache la mirada, algo triste, aunque al momento la volvi a levantar sonriendo y tratando de mostrarme alegre y indiferente frente al hecho de mi falta de voz. Como respuesta me llevé la mano a la garganta y negué con la cabeza, luego agarré de nuevo la libreta y añadí algo debajo de lo que ya había escrito.
“Soy muda”
Le miré con una sonrisa y me encogí de hombros restándole importancia. La gente solía sentir pena por mí cuando se enteraban de mi situación, pero yo no quería que la sintieran. Quizás mi vida no era exactamente igual que los demás, y comunicarme con otra gente se me hacía más difícil, pero era una chica normal. Extremadamente tímida, pero normal.
Johanna M. Simmons- Mensajes : 73
Re: Bajo la torre. Un momento ¿Una torre? (Johanna + libre)
Esperé a que escribiera la respuesta a mi pregunta con paciencia. Me escocían un poco los ojos, no sabía si era del sueño o de que allí había demasiada contaminación. Me los froté y después bostecé. No, era de sueño. Ahora que lo pensaba, había estado sin dormir cerca de dos días. Y no tenía planeado hacerlo. Tendría que encontrar un lugar seguro para hacerlo, o montar guardia con un grupo de persona de confianza, no fuera que me dejaran tirado mientras estaba frito.
Volvió de nuevo la libreta hacia mí y leí su respuesta. El corazón me dió un vuelco. Sentí que la había cagado un poco y que no había tenido la suficiente delicadeza con ella. Pero bueno, más o menos lo había conseguido arreglar. Me reí entre dientes y la miré a los ojos.
-Ya me extrañó que no me insultases cuando estuve a punto de matarte -reí de nuevo-. Soy Kay, ¿tú eres?
Un nuevo trueno y luego un rayo que iluminó la oscuridad. Cuando el sol empezaba a caer es cuándo más atentos teníamos que estar, pues los Fhrals salían por las noches, en la oscuridad, según había podido escuchar. La miré de nuevo. Mientras no se escuchara como se abría la puerta de abajo de la torre, podíamos estar tranquilos. Y si entraban, para algo tenía mi katana, para revanar cabezas.
Volvió de nuevo la libreta hacia mí y leí su respuesta. El corazón me dió un vuelco. Sentí que la había cagado un poco y que no había tenido la suficiente delicadeza con ella. Pero bueno, más o menos lo había conseguido arreglar. Me reí entre dientes y la miré a los ojos.
-Ya me extrañó que no me insultases cuando estuve a punto de matarte -reí de nuevo-. Soy Kay, ¿tú eres?
Un nuevo trueno y luego un rayo que iluminó la oscuridad. Cuando el sol empezaba a caer es cuándo más atentos teníamos que estar, pues los Fhrals salían por las noches, en la oscuridad, según había podido escuchar. La miré de nuevo. Mientras no se escuchara como se abría la puerta de abajo de la torre, podíamos estar tranquilos. Y si entraban, para algo tenía mi katana, para revanar cabezas.
Kay Gray- Mensajes : 145
Re: Bajo la torre. Un momento ¿Una torre? (Johanna + libre)
Sonreí mientras veía que el chico bostezaba y se fregaba los ojos. Pobrecillo, parecía cansado. Quién sabe cuanto tiempo había estado despierto por miedo a los fherals… Yo no había tenido ese problema, la verdad. Había dormido donde había encontrado y me había escondido dentro de mi saco de dormir. Si moría durmiendo sería bastante mejor que morir estando consciente, y me ahorraría el sufrimiento de ver como se acercaban a mí. Total, yo no tenía ningún arma y tampoco podría defenderme si me encontraran consciente. Hablando de armas, tenía que hacerme con una como la de aquel chico.
Negué con la cabeza. ¡Pero si yo no sabía usar ninguna arma! Nunca podría atacar a un fheral de esos… Estaba condenada a morir si no había nadie que me ayudara. Suspiré. No, no quería ser una carga para nadie.
Cuando leyó lo que había escrito en la libreta sobre mi voz, pude ver que momentáneamente no sabía que hacer. Seguí sonriendo con un poco de diversión en los ojos y mi sonrisa se ensanchó cuando él rió y mencionó nuestro encuentro. Aunque bueno, él tampoco sabía que aunque hubiera tenido voz yo nunca le hubiese insultado, yo no hacía ese tipo de cosas.
Cuando me pregunto por mi nombre volví a escribir en mi libreta. Supongo que con mi primer nombre ya valía. Total, aquí poco importaban las familias, apellidos… Y por lo visto aquel chico no hacía mucho que estaba en aquel lugar, por lo que seguramente no conocería a demasiadas Johannas, si es que muchas más habían tenido la ‘suerte’ de llegar a ésta ciudad, al igual que yo.
“Yo me llamo Johanna, encantada”
Sonreí cariñosamente cuando lo leyó. Pero acto seguido me estremecí, asustada por el trueno. Nunca me habían hecho demasiada gracia las tormentas, y ahora que ya de por si estaba alerta a causa de los fherals, todos esos truenos y relámpagos no me hacían ni la más mínima gracia. Me abracé a mi misma con un suspiro. Tenía tanto miedo. Pero no debía pensar en eso, tenía que mantener la mente ocupada. Por lo que volví a escribir en mi libreta.
“Y, ¿conoces mucha gente de aquí?”
Negué con la cabeza. ¡Pero si yo no sabía usar ninguna arma! Nunca podría atacar a un fheral de esos… Estaba condenada a morir si no había nadie que me ayudara. Suspiré. No, no quería ser una carga para nadie.
Cuando leyó lo que había escrito en la libreta sobre mi voz, pude ver que momentáneamente no sabía que hacer. Seguí sonriendo con un poco de diversión en los ojos y mi sonrisa se ensanchó cuando él rió y mencionó nuestro encuentro. Aunque bueno, él tampoco sabía que aunque hubiera tenido voz yo nunca le hubiese insultado, yo no hacía ese tipo de cosas.
Cuando me pregunto por mi nombre volví a escribir en mi libreta. Supongo que con mi primer nombre ya valía. Total, aquí poco importaban las familias, apellidos… Y por lo visto aquel chico no hacía mucho que estaba en aquel lugar, por lo que seguramente no conocería a demasiadas Johannas, si es que muchas más habían tenido la ‘suerte’ de llegar a ésta ciudad, al igual que yo.
“Yo me llamo Johanna, encantada”
Sonreí cariñosamente cuando lo leyó. Pero acto seguido me estremecí, asustada por el trueno. Nunca me habían hecho demasiada gracia las tormentas, y ahora que ya de por si estaba alerta a causa de los fherals, todos esos truenos y relámpagos no me hacían ni la más mínima gracia. Me abracé a mi misma con un suspiro. Tenía tanto miedo. Pero no debía pensar en eso, tenía que mantener la mente ocupada. Por lo que volví a escribir en mi libreta.
“Y, ¿conoces mucha gente de aquí?”
Johanna M. Simmons- Mensajes : 73
Re: Bajo la torre. Un momento ¿Una torre? (Johanna + libre)
-Johanna -repetí su nombre y me encogí de hombros-. Nunca lo había oído. Es interesante.
Me puse a su lado y me recorté en la pared, cruzándome de brazos. Me pasé una mano por el pelo y bajé la cabeza. Estaba un poco cansado. Saqué de mi mochila la cocacola y le di cuatro sorbos. Aquello me mantendría despierto durante algunas horas más, aunque no podría seguir así por mucho tiempo. Necesitaba descansar de verdad y reponer fuerzas.
Vi como se estremecía cuando el trueno retumbó sobre nuetras cabezas y sonreí. Me recogí las piernas y las abracé apoyando la frente en las rodillas. Dios, que complicado que era todo. No había conseguido encontrar ninguna pista sobre nada. Me volví a levantar y cogí el dibujo, para volver a intentar encontrar en la ciudad que se pareciera a esas torrer.
-Conozco a algunas personas. La mayoría son buena gente. A la otra parte desearía matarla -sonreí con frialdad y miré un punto concreto de la ciudad, el más alto que había. Observé de nuevo el dibujo; el corazón me dio un vuelco. Aquella torre que estaba dibujada sobre el lienzo era exáctamente igual que una de las torres que parecían formar una bella arquitectura. Era idéntica. Mi pulso se aceleró. Estaba muy lejos, no podíamos llegar hoy con aquella lluvia.
-Joder...
Me puse a su lado y me recorté en la pared, cruzándome de brazos. Me pasé una mano por el pelo y bajé la cabeza. Estaba un poco cansado. Saqué de mi mochila la cocacola y le di cuatro sorbos. Aquello me mantendría despierto durante algunas horas más, aunque no podría seguir así por mucho tiempo. Necesitaba descansar de verdad y reponer fuerzas.
Vi como se estremecía cuando el trueno retumbó sobre nuetras cabezas y sonreí. Me recogí las piernas y las abracé apoyando la frente en las rodillas. Dios, que complicado que era todo. No había conseguido encontrar ninguna pista sobre nada. Me volví a levantar y cogí el dibujo, para volver a intentar encontrar en la ciudad que se pareciera a esas torrer.
-Conozco a algunas personas. La mayoría son buena gente. A la otra parte desearía matarla -sonreí con frialdad y miré un punto concreto de la ciudad, el más alto que había. Observé de nuevo el dibujo; el corazón me dio un vuelco. Aquella torre que estaba dibujada sobre el lienzo era exáctamente igual que una de las torres que parecían formar una bella arquitectura. Era idéntica. Mi pulso se aceleró. Estaba muy lejos, no podíamos llegar hoy con aquella lluvia.
-Joder...
Kay Gray- Mensajes : 145
Re: Bajo la torre. Un momento ¿Una torre? (Johanna + libre)
Le estuve mirando un rato, bueno la verdad es que nunca había oído el nombre de Kay yo tampoco. Le observe sentarse a mi lado y abrazarse las piernas. Ese chico necesitaba dormir urgentemente. Luego le diría que durmiese mientras yo me encargaba de vigilar, total, yo seguramente habría dormido más que él. Y además quería mirarle la herida, seguía sin fiarme demasiado, y ahora que estábamos más calmados podría verlo mejor. No quería que se le fuese a infectar la herida, no parecía que hubiera mucha gente dispuesta a curarle si realmente le pasaba algo.
Vi que volvía a coger el dibujo y a observar la ciudad desde la ventana. Parecía que permanecer quieto le ponía nervioso. No le culpaba, cualquiera estaba tranquilo en una situación como la nuestra, pero ir de arriba abajo no le iba a ayudar demasiado, tampoco. Lo cansaría aún más. Entonces fue cuando me di cuenta de que se había quedado muy quieto observando algo. Oh no, ¿vendrían los fherals en masa? Me levanté a prisa para situarme a su lado y mirar por la ventana, pero no vi ninguno de esos monstruos. ¿Entonces…? Traté de seguir su mirada y vi que estaba observando fijamente algún punto de la ciudad. Ladeé la cabeza y le mire a los ojos.
Le cogí de la camisa y le di dos tirones para llamarle la atención. ¿Qué había visto? ¿Qué era ese papel que tenía? Aunque bueno… ahora que lo veía de cerca más que un papel era un trozo de lienzo, de esos que se usan en los cuadros. Me fui a coger la libreta del suelo y escribí mientras me acercaba a él.
“¿Qué pasa? ¿Qué has visto? Y… ¿Qué es ése lienzo? Antes te he visto observándolo… ¿Es un mapa o algo así?”
Vi que volvía a coger el dibujo y a observar la ciudad desde la ventana. Parecía que permanecer quieto le ponía nervioso. No le culpaba, cualquiera estaba tranquilo en una situación como la nuestra, pero ir de arriba abajo no le iba a ayudar demasiado, tampoco. Lo cansaría aún más. Entonces fue cuando me di cuenta de que se había quedado muy quieto observando algo. Oh no, ¿vendrían los fherals en masa? Me levanté a prisa para situarme a su lado y mirar por la ventana, pero no vi ninguno de esos monstruos. ¿Entonces…? Traté de seguir su mirada y vi que estaba observando fijamente algún punto de la ciudad. Ladeé la cabeza y le mire a los ojos.
Le cogí de la camisa y le di dos tirones para llamarle la atención. ¿Qué había visto? ¿Qué era ese papel que tenía? Aunque bueno… ahora que lo veía de cerca más que un papel era un trozo de lienzo, de esos que se usan en los cuadros. Me fui a coger la libreta del suelo y escribí mientras me acercaba a él.
“¿Qué pasa? ¿Qué has visto? Y… ¿Qué es ése lienzo? Antes te he visto observándolo… ¿Es un mapa o algo así?”
Johanna M. Simmons- Mensajes : 73
Re: Bajo la torre. Un momento ¿Una torre? (Johanna + libre)
Era la única pista que tenía y debía seguirla. Aquella torre era la que estaba pintada sobre el cuadro, por lo que tenía que significar algo. Tendría que ser un monumento importante, pues no estaría pintado en un cuadro de un palacio de lujo si fuera lo contrario. Aquella cosa, tan enorme y con dos torres que se erguían por encima de la ciudad, me inquietaba. Allí dentría que haber algo. Si no era la pista del portal sería porque allí habría cosa de valor y me vendría vien poder vender algo para conseguir comida.
Jahanna se puso a mi lado, tirándome de la camiseta. Me enseñó la libreta y leí con rapidez lo que decía. La miré a los ojos y señalé a las dos torres, pero estaba seguro de que no las veía si no le indicaban exáctamente dónde estaba. Me puse detrás de ella y pasé un brazo por sus homrbos. Señalé a una de las torres que se levantaba del suelo.
-Una de esas torres está dibujada en este lienzo. Lo cogí del Palacio de las Máscaras. Puede que solo sea una corazonada, pero puede que allí esté la pista sobre el portal. Por lo que veo no hay más torres. Y si en esta no hay nada -me quedé callado uno momento y sonreí-. Tiene que ser allí dónde se encuentre la pista.
Jahanna se puso a mi lado, tirándome de la camiseta. Me enseñó la libreta y leí con rapidez lo que decía. La miré a los ojos y señalé a las dos torres, pero estaba seguro de que no las veía si no le indicaban exáctamente dónde estaba. Me puse detrás de ella y pasé un brazo por sus homrbos. Señalé a una de las torres que se levantaba del suelo.
-Una de esas torres está dibujada en este lienzo. Lo cogí del Palacio de las Máscaras. Puede que solo sea una corazonada, pero puede que allí esté la pista sobre el portal. Por lo que veo no hay más torres. Y si en esta no hay nada -me quedé callado uno momento y sonreí-. Tiene que ser allí dónde se encuentre la pista.
Kay Gray- Mensajes : 145
Re: Bajo la torre. Un momento ¿Una torre? (Johanna + libre)
Kay parecía ensimismado con lo que acababa de encontrar porque no me prestó atención hasta un rato después. Cuando trató de enseñarme lo que estaba mirando, obviamente no pude adivinar que era. En aquella ciudad había muchas cosas, aunque no sirvieran de nada.
Luego vi que caminaba hasta situarse por detrás de mí y noté su brazo deslizarse sobre mis hombros, para señalarme las torres. ¡Ajá! Ahora sí que las veía si me las señalaba desde mi punto de vista. Asentí con la cabeza con una sonrisa y giré la cabeza en señal de que ya lo había visto y entendido, pero entonces me dí cuenta de que su rostro estaba a escasos centímetros de los míos, ya que se hallaba detrás, indicandome el lugar casi encima mío.
Para variar la sangre volvió a subirme rauda por el rostro, y esta vez en masa. Sabia que me estaba poniendo roja y desprendiendo calor por todos los poros de la piel. Me aparte antes de que el chico lo notase. Fui algo brusca, pero me daba tremenda vergüenza estar cerca de la gente. Suspiré casi imperceptiblemente para tratar de calmar el ritmo de mi corazón y que la sangre me volviese a bajar. Cuando estuve en condiciones volví la cabeza a Kay para escucharle.
Así que había cogido el lienzo del palacio. No sabía de la existencia de aquel Palacio de Máscaras pero algo era algo. Así que allí podía haber las pistas para el portal, hmmm, casi me parecía irreal que algún día pudiéramos salir de allí. Inconscientemente ya me había hecho a la idea de que iba a morir en aquel lugar. Pero Kay parecía bastante convencido y eso me infundió ánimos. Quizás lográbamos escapar de este tétrico lugar.
Sonreí con alegría y casi con ganas de abrazar al chico, pero me detuve. Una cosa era abrazar a Cassie porque la chica lo había pasado mal. Y otra muy distinta abrazar a un chico que acababa de cruzarse por mi vida, y que además llevaba una katana. Podían acabar confundiéndose las cosas.
Luego vi que caminaba hasta situarse por detrás de mí y noté su brazo deslizarse sobre mis hombros, para señalarme las torres. ¡Ajá! Ahora sí que las veía si me las señalaba desde mi punto de vista. Asentí con la cabeza con una sonrisa y giré la cabeza en señal de que ya lo había visto y entendido, pero entonces me dí cuenta de que su rostro estaba a escasos centímetros de los míos, ya que se hallaba detrás, indicandome el lugar casi encima mío.
Para variar la sangre volvió a subirme rauda por el rostro, y esta vez en masa. Sabia que me estaba poniendo roja y desprendiendo calor por todos los poros de la piel. Me aparte antes de que el chico lo notase. Fui algo brusca, pero me daba tremenda vergüenza estar cerca de la gente. Suspiré casi imperceptiblemente para tratar de calmar el ritmo de mi corazón y que la sangre me volviese a bajar. Cuando estuve en condiciones volví la cabeza a Kay para escucharle.
Así que había cogido el lienzo del palacio. No sabía de la existencia de aquel Palacio de Máscaras pero algo era algo. Así que allí podía haber las pistas para el portal, hmmm, casi me parecía irreal que algún día pudiéramos salir de allí. Inconscientemente ya me había hecho a la idea de que iba a morir en aquel lugar. Pero Kay parecía bastante convencido y eso me infundió ánimos. Quizás lográbamos escapar de este tétrico lugar.
Sonreí con alegría y casi con ganas de abrazar al chico, pero me detuve. Una cosa era abrazar a Cassie porque la chica lo había pasado mal. Y otra muy distinta abrazar a un chico que acababa de cruzarse por mi vida, y que además llevaba una katana. Podían acabar confundiéndose las cosas.
Johanna M. Simmons- Mensajes : 73
Re: Bajo la torre. Un momento ¿Una torre? (Johanna + libre)
Se separó de mi con cierta brusquedad. Pero me había dado cuenta de por qué lo había hecho y no pude evitar que se me formara una sonrisa divertida en la cara. la lluvia pareció amainar un poco. al menos ya no había ni rayos ni truenos. Barajé la posibilidad de ir ahora hacia la ciudad y encontrar aquellas dos torres. Pero estaba demasiado cansado y fijo que tendría que quedarme a dormir en un lugar para nada seguro. Me senté en el alfeifar de la ventana y miré el paisaje. Me gustaba el olor a húmedo y el frescor que había bajado un poco la temperatura. Era agradable.
Giré la cabeza hacia Johanna y sonreí. Además, ella seguro que también estaba cansado y seguro que vendría conmigo. Me caía bien aquella muchacha y creo que necesitaba más ayuda de la que yo parecía necesitar. Ella no podía defenderse de ninguna de las maneras y yo sí. La acompañaría hasta las torres y después, decidiría si llevarla siempre conmigo o dejar que prosiguiera su camino por ella sola. Hice un gesto con la cabeza para que se acercara.
-Ven, hace mucho fresquito aquí. Sienta bien. Es relajante -miré de nuevo al horizonte y cerré los ojos, notando como un viento helado removía mis cabellos, acunándolos. Mis ojos helados se abrieron de nuevo y sonreí. En Nueva York no podía respirar tanto frescor sin ahogarme. Era imposible. Bien, le había encontrado una cosa buena a aquel lugar-. Mañana iré hacia allí -señalé con el dedo a las torres de la arquitectura-. ¿Te apetece venir? No parecen estar muy lejos.
Giré la cabeza hacia Johanna y sonreí. Además, ella seguro que también estaba cansado y seguro que vendría conmigo. Me caía bien aquella muchacha y creo que necesitaba más ayuda de la que yo parecía necesitar. Ella no podía defenderse de ninguna de las maneras y yo sí. La acompañaría hasta las torres y después, decidiría si llevarla siempre conmigo o dejar que prosiguiera su camino por ella sola. Hice un gesto con la cabeza para que se acercara.
-Ven, hace mucho fresquito aquí. Sienta bien. Es relajante -miré de nuevo al horizonte y cerré los ojos, notando como un viento helado removía mis cabellos, acunándolos. Mis ojos helados se abrieron de nuevo y sonreí. En Nueva York no podía respirar tanto frescor sin ahogarme. Era imposible. Bien, le había encontrado una cosa buena a aquel lugar-. Mañana iré hacia allí -señalé con el dedo a las torres de la arquitectura-. ¿Te apetece venir? No parecen estar muy lejos.
Kay Gray- Mensajes : 145
Re: Bajo la torre. Un momento ¿Una torre? (Johanna + libre)
Mantenía las distancias con el chico, ya la había liado antes, pero por lo que alcancé a ver, parecía que le divertía la situación. Suspiré mientras observaba como se subia a la ventana mientras el viento le revolvía el pelo y cerraba los ojos para disfrutar de él.
Dudaba que estar así fuese lo más seguro. Además de que se mojaría, ahora era claramente visible para los fherals y no sabía cuanta inteligencia tenían, pero si podrían distinguir un humano de una ventana ¿no? En cualquier caos me ponía nerviosa que Kay se sentara en la ventana. Por una parte por los fherals, pero por otra porque la caída podía ser importante. Seguramente no se levantaría.
Cuando me indicó que me acercara lo hice torciendo el gesto, contrariada. No me gustaba demasiado exponerme tanto en la ventana. Pero necesitaba el aire que corría. La humedad que rodeaba la ciudad, la suciedad… Todo hacía que fuese bochornoso y un poco de aire para refrescarme siempre venía bien. No tuve el valor de sentarme en el alfeizar como hizo él, pero me apoye en el marco de la ventana para poder sentir el viento de igual manera.
Mis ojos siguieron el sitio que el dedo de Kay señalaba, las torres. Sí, sería interesante ir hacía allí, aunque me daba bastante miedo, y tenía que hablar con Cassie… Realmente no se en que estaba pensando cuando decidí irme a inspeccionar la zona yo sola sin una arma siquiera… no estaba demasiado convencida de ir con Kay, podía ser un estorbo. Aún así, asentí. Al menos podía ir con él hasta la ciudad, allí quizás me encontraría a alguna otra persona y podría dejar que Kay dejara de cargar conmigo.
Mientras pensaba en eso mi barriga volvió a la carga. Parecía que con todas las emociones que había tenido desde que la lluvia empezó me había olvidado del hambre que tenía. Sonreí avergonzada por el tronar de mi estomago, alcé la cabeza al cielo. Empezaba a oscurecerse, seguramente se haría de noche en nada. Quizás iba siendo la hora de la cena.
Me fui a la mochila y saque una de las barritas de cereales, miré a Kay y le tendí la libreta en la que había escrito otra cosa más.
“Deberíamos cenar ¿no? Luego déjame verte la herida un momento y ya nos repartimos turnos para dormir o algo”
Dudaba que estar así fuese lo más seguro. Además de que se mojaría, ahora era claramente visible para los fherals y no sabía cuanta inteligencia tenían, pero si podrían distinguir un humano de una ventana ¿no? En cualquier caos me ponía nerviosa que Kay se sentara en la ventana. Por una parte por los fherals, pero por otra porque la caída podía ser importante. Seguramente no se levantaría.
Cuando me indicó que me acercara lo hice torciendo el gesto, contrariada. No me gustaba demasiado exponerme tanto en la ventana. Pero necesitaba el aire que corría. La humedad que rodeaba la ciudad, la suciedad… Todo hacía que fuese bochornoso y un poco de aire para refrescarme siempre venía bien. No tuve el valor de sentarme en el alfeizar como hizo él, pero me apoye en el marco de la ventana para poder sentir el viento de igual manera.
Mis ojos siguieron el sitio que el dedo de Kay señalaba, las torres. Sí, sería interesante ir hacía allí, aunque me daba bastante miedo, y tenía que hablar con Cassie… Realmente no se en que estaba pensando cuando decidí irme a inspeccionar la zona yo sola sin una arma siquiera… no estaba demasiado convencida de ir con Kay, podía ser un estorbo. Aún así, asentí. Al menos podía ir con él hasta la ciudad, allí quizás me encontraría a alguna otra persona y podría dejar que Kay dejara de cargar conmigo.
Mientras pensaba en eso mi barriga volvió a la carga. Parecía que con todas las emociones que había tenido desde que la lluvia empezó me había olvidado del hambre que tenía. Sonreí avergonzada por el tronar de mi estomago, alcé la cabeza al cielo. Empezaba a oscurecerse, seguramente se haría de noche en nada. Quizás iba siendo la hora de la cena.
Me fui a la mochila y saque una de las barritas de cereales, miré a Kay y le tendí la libreta en la que había escrito otra cosa más.
“Deberíamos cenar ¿no? Luego déjame verte la herida un momento y ya nos repartimos turnos para dormir o algo”
Johanna M. Simmons- Mensajes : 73
Re: Bajo la torre. Un momento ¿Una torre? (Johanna + libre)
Sonreí cuando se acercó. Al menos estaba empezando a confiar un poco en mí. Pero parecía que no le gustaba la idea de que estuviéramos allí, o al menos, dónde nos encontrábamos. Estaba algo tensa. Me senté en el suelo y puse la cabeza en la pared, entrecerrando los ojos. Habría que hacer las cosas sin luz, para no atraer a los bichejos esos que nos querían succionar vivos.
Dijo lo de cenar y negué con la cabeza y una sonrisa en los labios. Me saqué la mano herida del bolsillo y le quité la especie de venda casera que me había conseguido hacer. La herida ahora tenía una costra bastante dura. me toqué un poco. Escocía.
-Yo ya he comido hace unas cuántas horas. Come tú. Tranquila, no pasa nada con la mano, está bien, ¿ves? -se la enseñé, riendo entre dientes y poniéndola de nuevo sobre las piernas cruzadas.
¿Habría tenido ella que robar la comida como había hecho yo? Lo más posible. Además, parecía que había escogido cosas que no caducaban con facilidad ni se ponían en mal estado. Era una chica lista y que pensaba las cosas. Guardé el lienzo en el bolsillo y la miré.
-Qué aproveche -murmuré.
Dijo lo de cenar y negué con la cabeza y una sonrisa en los labios. Me saqué la mano herida del bolsillo y le quité la especie de venda casera que me había conseguido hacer. La herida ahora tenía una costra bastante dura. me toqué un poco. Escocía.
-Yo ya he comido hace unas cuántas horas. Come tú. Tranquila, no pasa nada con la mano, está bien, ¿ves? -se la enseñé, riendo entre dientes y poniéndola de nuevo sobre las piernas cruzadas.
¿Habría tenido ella que robar la comida como había hecho yo? Lo más posible. Además, parecía que había escogido cosas que no caducaban con facilidad ni se ponían en mal estado. Era una chica lista y que pensaba las cosas. Guardé el lienzo en el bolsillo y la miré.
-Qué aproveche -murmuré.
Kay Gray- Mensajes : 145
Re: Bajo la torre. Un momento ¿Una torre? (Johanna + libre)
Le miré atentamente mientras se sacaba lentamente la tela que hacía de venda en su mano. Con el corazón en un puño vi que realmente ya se le había formado costra, por lo que no parecía que fuera a ser una herida importante, aunque verle hacer una mueca cuando se tocó la herida no me calmó demasiado.
Le mire largamente antes de dar un pequeño mordisco a mi barrita. La comida debía durarme lo máximo que pudiera, quien sabía cuando iba a encontrar más. Lo más educado en aquella situación hubiera sido negarme a comer si él tampoco lo hacia, pero mi barriga me pedía a gritos algo con lo que llenar el vacío de mi estómago y tampoco estábamos en la situación de ponernos a ser finos señores.
Me senté con las piernas cruzadas mientras comía lentamente la barrita, tratando de saborearla lo máximo posible antes de tragar, ahora había tranquilidad, pero quien sabía cuando iba a ser la próxima comida… O tan siquiera si habría próxima. Aún así, mientras comía no podía parar de mirar la herida mientras recordaba como se la había hecho, era casi una obsesión. Meneé la cabeza, vamos Johanna, está perfectamente y ya ni siquiera sangra, no debes preocuparte por él.
Le sonreí cuando volvió a mirarme para decirme ‘que aproveche’. Luego, dirigí mi mirada al cielo. Al oscuro cielo. Me estremecí al pensar que ahora los fherals estaban andando libremente por la ciudad, protegidos de la luz solar. Volví a mirarle y me fije en sus ojos. Posiblemente el chico tuviera ojeras de no haber dormido así que en cuanto acabe mi “opípara” cena, cogí de nuevo el block de notas y escribí.
“Duerme, lo necesitas y lo sabes. No te hagas el fuerte. Yo haré la primera guardia”
Sin darle opción a protestar saqué mi saco de dormir y se lo tendí, en vista de que el no tenía ninguno. No necesitaba el saco si yo iba a hacer la guardia. Coloqué el saco a mi lado para poder despertarle al momento si sucedía cualquier cosa. Yo me senté al lado, apoyando la espalda en la pared, con la libreta y el bolígrafo en mis manos. Aquella iba a ser una noche larga. Cuando me aseguré de que Kay se había metido dentro del saco escribí en una esquina de la libreta.
“Buenas noches”
Acto seguido me puse a dibujar en una hoja en blanco, aunque siempre alerta. Con algo iba a tener que distraerme hasta que llegara el cambio de guardia. Si es que me molestaba en avisarle… parecían taaan cansado.
Le mire largamente antes de dar un pequeño mordisco a mi barrita. La comida debía durarme lo máximo que pudiera, quien sabía cuando iba a encontrar más. Lo más educado en aquella situación hubiera sido negarme a comer si él tampoco lo hacia, pero mi barriga me pedía a gritos algo con lo que llenar el vacío de mi estómago y tampoco estábamos en la situación de ponernos a ser finos señores.
Me senté con las piernas cruzadas mientras comía lentamente la barrita, tratando de saborearla lo máximo posible antes de tragar, ahora había tranquilidad, pero quien sabía cuando iba a ser la próxima comida… O tan siquiera si habría próxima. Aún así, mientras comía no podía parar de mirar la herida mientras recordaba como se la había hecho, era casi una obsesión. Meneé la cabeza, vamos Johanna, está perfectamente y ya ni siquiera sangra, no debes preocuparte por él.
Le sonreí cuando volvió a mirarme para decirme ‘que aproveche’. Luego, dirigí mi mirada al cielo. Al oscuro cielo. Me estremecí al pensar que ahora los fherals estaban andando libremente por la ciudad, protegidos de la luz solar. Volví a mirarle y me fije en sus ojos. Posiblemente el chico tuviera ojeras de no haber dormido así que en cuanto acabe mi “opípara” cena, cogí de nuevo el block de notas y escribí.
“Duerme, lo necesitas y lo sabes. No te hagas el fuerte. Yo haré la primera guardia”
Sin darle opción a protestar saqué mi saco de dormir y se lo tendí, en vista de que el no tenía ninguno. No necesitaba el saco si yo iba a hacer la guardia. Coloqué el saco a mi lado para poder despertarle al momento si sucedía cualquier cosa. Yo me senté al lado, apoyando la espalda en la pared, con la libreta y el bolígrafo en mis manos. Aquella iba a ser una noche larga. Cuando me aseguré de que Kay se había metido dentro del saco escribí en una esquina de la libreta.
“Buenas noches”
Acto seguido me puse a dibujar en una hoja en blanco, aunque siempre alerta. Con algo iba a tener que distraerme hasta que llegara el cambio de guardia. Si es que me molestaba en avisarle… parecían taaan cansado.
Johanna M. Simmons- Mensajes : 73
Re: Bajo la torre. Un momento ¿Una torre? (Johanna + libre)
Hice caso a lo que me dijo, sin rechistar. Me sabía malq ue aquella chica fuera quien montara la guardia en aquella noche, pero yo llevaba casi tres días sin poder pegar ojo por mierdo a ser atacado por algún Fheral. Así que, dentro de aquel saco de dormir, todo parecía perder importancia. Cerré lentamente los ojos y le susurré un "Buenas noches" antes de quedarme dormido en el acto. Necesitaba aquel descanso si quería llegar a la arquitectura que había dibujada en el lienzo, con vida, al menos. Y tendría que tener los cinco sentidos a mi alrededor si quería escapar de los Fherals al día siguente.
No sé exáctamente cuándo me dormí ni cuánto, pero cuando abrí los ojos, de repente, el horizonte empezaba a iluminarse tímidamente. Los pequeños rayos de sol se escondían tran las nubes, no tan espesas como las del día anterior. Miré a mi alrededor. No había pasado nada. Seguía teniendo mis brazos y mis piernas y todo mi cuerpo al completo. Sacudí la cabeza y me froté los ojos. Merde, me había dormido por completo. Seguro que Johanna no había dormido en toda la noche. O puede que sí. Fui enfocando la vista poco a poco, pestañeanod con rapidez.
-Me cago en todo lo cagable, me he dormido... -gruñí y después bostecé.
No sé exáctamente cuándo me dormí ni cuánto, pero cuando abrí los ojos, de repente, el horizonte empezaba a iluminarse tímidamente. Los pequeños rayos de sol se escondían tran las nubes, no tan espesas como las del día anterior. Miré a mi alrededor. No había pasado nada. Seguía teniendo mis brazos y mis piernas y todo mi cuerpo al completo. Sacudí la cabeza y me froté los ojos. Merde, me había dormido por completo. Seguro que Johanna no había dormido en toda la noche. O puede que sí. Fui enfocando la vista poco a poco, pestañeanod con rapidez.
-Me cago en todo lo cagable, me he dormido... -gruñí y después bostecé.
Kay Gray- Mensajes : 145
Página 1 de 2. • 1, 2
Temas similares
» En la plazuela (Johanna + Libre)
» Bajo las máscaras [Libre!]
» ¿Why? {LIBRE};;
» Antes de entrar en la torre hay que investigar los alrededores no?[Alatz]
» ¿Tanto andar para acabar en la casa de Dios? (Johanna)
» Bajo las máscaras [Libre!]
» ¿Why? {LIBRE};;
» Antes de entrar en la torre hay que investigar los alrededores no?[Alatz]
» ¿Tanto andar para acabar en la casa de Dios? (Johanna)
a Silent World :: Segunda Limpieza :: Afueras de la Ciudad :: Bosques Septentrionales :: Torre de los Susurros
Página 1 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Vie Feb 10, 2012 8:03 pm por Christian Baskerville
» taller de imagenes
Miér Nov 03, 2010 10:47 pm por tiler keneddy
» buenos y grises dias!
Miér Nov 03, 2010 10:06 pm por tiler keneddy
» juego de ^ , > , v
Miér Nov 03, 2010 5:14 am por tiler keneddy
» ¿Qué opinas del personaje anterior?
Miér Nov 03, 2010 4:51 am por tiler keneddy
» ¡Confiesa!
Miér Nov 03, 2010 4:38 am por tiler keneddy
» ¿Qué harías si el de arriba e besara?
Miér Nov 03, 2010 4:29 am por tiler keneddy
» Ausencia indefinida!
Lun Oct 18, 2010 8:48 pm por Cassie Harrison
» La silla Caliente ////// Cassie Harrison //////
Lun Oct 18, 2010 8:46 pm por Cassie Harrison