Escapando. (Lyra + Libre)

Comenzamos a huir, no sabia que esperar, al fin, adentrados en la universidad llegamos a lo que parecian unas viejas y a medio caqer facultades de medicina, que como lo note? bueno, independientemente de los frascos rotos, las jeringas dobladas en el piso y ese holor a medicina y podredumbre... Enrealidad el factor que me dijo, que eran las facultades de Medicina, fue ese enorme letrero azul a medio caer que decia "Facultades de medicina" .

Gire la cabeza hacia atras, esperando ver conmigo aun a Ahina y Lyra y triste fue mi sorpresa, Ahina habia desaparecido de rastro.

pero ahi, detras de mi, se encontraba Lyra, con una cara de miedo terrible, quiza igual o peor que la mia...

-Te encuentras bien?- Pregunte acercandome a Lyra para asegurarme de que no callera de cansancio.

El hambre y el cansancio cada vez se hacía más presente en mi cuerpo, para colmo empezaba a faltarme el aire tras correr huyendo de aquellos bichejos. Mientras corría una imagen no se alejaba de mi mente: Christian reventando cabezas de unos seres tan repulsivos como terroríficos.

Al fin llegamos a las facultades, empezamos a ir más despacio, pues parecía que ya no había peligro. Aún así, yo me mantenía alerta con un miedo increíble, creyendo que en cualquier momento iba a salir de detrás de algun...mueble alguno de esos monstruos. El lugar dejaba mucho que desear en cuanto a limpieza y orden pero, ¿Qué esperaba? se suponía que no había pasado por allí nadie más que nosotros y tal vez algun zombie.

Miré los restos de algún liquido derramado saliendo de un bote agrietado, jeringuillas inservibles y botes de plastico, algunos rotos, por el suelo, a parte de montones de cristales que no sabría decir a que pertenecían.

Entonces Christian paró y se dió la vuelta, despues de mirar alrededor, tal como había hecho yo.

Asentí como unica respuesta a su pregunta, con miedo a que tal vez mis palabras despertaran a cualquier realidad tan increíble como para ser cierta.

Miré hacia atrás en busca de la otra chica.

-¡¿Dónde está?!-Grité mirando hacia todas partes, buscando la figura femenina que, creía que venía detrás nuestra.

Por un momento me asusté de mi propia voz. Me dí cuenta entonces de que estaba destrozada en todos los sentidos: estaba cansada por falta de sueño y por aquella carrera que nos habíamos pegado, muerta de hambre y asustada sobremanera.

Luego miré el hombro de Christian acordandome de su herida. Deberíamos buscar algo para curarselo y tal vez podríamos descansar allí.

Pero aun faltaba la chica...

Me aleje un poco de Lyra, retrocediendo para buscar a Ahina, pero habia desaparecido, no descartaba la idea de que la hubieran atrapado, pero de ser asi, hubieramos escuchado esos sonidos que hacen cuando van a empezar a devorar a alguien.

- De seguro se nos separo... - Dije acercandome de nuevo a Lyra.

La verdad es que Ahina era una chica ruda, sobreviviria lo suficiente hasta que la encontraramos, o eso queria pensar.

- Si se nos perdio debe de estar en algun lado de esta universidad...- Dije reflexionando la idea de ir a buscarla.

Pero, ciertamente seria un suicidio buscarla en estas condiciones, debiamos descanzar, esperar a que los fherals se calmasen y nos diesen por muertos y entonces, solo entonces salir de la facultad.

me acerque a Lyra, le hice una seña con la cara de que me siguiera y me dirigi a los corredores, debia de haber... debia de... Si!

una puerta, una puerta de un salon de clases, me acerque para abrirla, pero estaba trabada por dentro, repeti la operacion con todas las puertas del lugar, hasta que una, una al fin se abrio.

Le abri la puerta a Lyra y luego pase, dentro habian algunas sillas destruidas, otras un poco mas completas y 1 o 2 completas enteramente.

un pizarron caido y una mesa destrozada, todo lo demas era polvo.

Cerre la puerta y la trabe con una varilla de metal que se encontraba en el piso, me acerque a una pared y me sente.

-No podemos buscar a Ahina en estas condiciones... Recuestate en el piso y duerme, yo te hare guardia...- Dije con una sonrisa, la falta de sueño aun no me afectaba, estaba acostumbrado a no dormir y cuando dormia, dormir poco y mal.

Comenze a recordar a Ahina, era un personaje ciertamente, agresiva y poco cortez, pero almenos parecia ser de confianza.

- Que era de ti antes de llegar aqui?- Pregunte a Lyra, deseando tanto escuchar su voz, deseaba tanto seguirla escuchando, pues tenia miedo de que ella tambien se perdiera y terminar solo en este horrendo lugar.

Seguí al chico mientras intentaba abrir una puerta tras otra hasta acabar llegando a un aula tan descuidada como todo lo que había visto hasta ahora.

El lugar no me hubiera gustado nada en otras circunstancias, el olor a polvo y el desorden que se veía alrededor junto con los muebles destrozados hacían que fuera un sitio bastante inquietante, pero en aquel momento, el sonido que oí cuando Christian cerró la puerta, fue como el pistoletazo de salida a mi tranquilidad. El sitio parecía, al menos, seguro y bastante más acogedor que todo lo que había visto hasta ahora, incluso más que aquella habitación en la que desperté pensando que todo aquello era un sueño.

Me senté al lado de Christian y me quedé mirandole seria, sin realmente pensar nada, pero aquella sonrisa me hacía sentir algo de seguridad. Aunque claro, tampoco tenía más remedio que confiar en el, era todo lo que tenía allí, y desde luego, podría ser peor, podría haber desaparecido el y haberme quedado sola con aquella chica.

-¿Que era de ti antes de llegar aquí?- Hasta ese momento no aparté la mirada de el.

Luego apoyé la espalda en la pared, dejé caer mi cabeza hacia un lado, posandola sobre una polvorienta mesa que había volcada en el suelo, rodeé mis rodillas con los brazos y posé la mirada en el polvo del suelo.

-Seguramente mi vida no era tan interesante como la tuya, y menos aun que la de aquella simpatica chica-Empecé a decir y solté una sonrisa.
-Soy una chica demasiado normal, vivía sola en la casa de mis padres y mi vida era la música, me pasaba el día estudiando, componiendo o leyendo. Suelo...-Lo miré un instante y devolví la mirada al suelo -Solía tocar el piano en un bar que los sábados se parecía mucho a esto-Miré alrededor con una tímida sonrisa en el rostro.
-¿Sabes? Una parte de mi siempre soñó vivir algo asi, seré masoca, pero mi vida siempre tuvo bastante poco interés para mi, antes del accidente mi padre me enseñó a vivir por la música, y despues viví yo sola por ella. Nunca renunciaría a ella, pues es lo único que me ha ayudado a salir de todo pero... A veces me hubiera gustado ser como las demás personas-

Miré a Christian y sentí como me sonrojaba. No estaba acostumbrada a hablar con las personas de lo que sentía y ahora, que estaba allí muerta de miedo, estaba hablando con un desconocido sobre como se sentí y lo que deseaba. Intenté que no se notara mi timidez, asi que aparté la mirada de el.

-¿Y tu? ¿Qué hacías antes de llegar aqui?-Dije cerrando los ojos y esperando su respuesta

De manera que la chica era musica, que agradable, quiza si en vez de refugio encontrabamos un piano, podia convencerla de tocar musica, despues de todo, la musica me era tan tranquilizante...

le esboze una sonrisa ante la broma del piano y le escuche atento, por alguna razon, aparentemente tanto yo, como ella y ahina teniamos el factor comun de que teniamos un problema con el mundo, quiza por eso se nos arrastro hasta aca...

- A veces me gustaria ser como las demas personas...- Las palabras retumbaron en mi cabeza...

Como odiaba, a aquellos que buscaban con ahinco ser diferentes, ser "originales", a aquellos que seguian esa tendencia de la moda, que eran corderos sintiendose modernos...

Siendo, que tantos de nosotros habiamos nacido rotos y solo deseabamos ser normales...

-Pues mi vida no era muy interesante que digamos... Soy, o era obrero en una fabrica de ensamble... No era muy buen trabajo, pero me mantenia alejado de la gente.- Cerre los ojos, recargue la cabeza sobre la pared y prosegui. -Soy de Sonora, en Mexico, de un barrio problematico y vivo en un apartamento y sabes... No me quejo de nada de eso, no era una vida glamourosa, pero me mantenia alejado de la gente y no es que no me guste la gente... Es solo que me desespera la gente idiota...- Dije esbozando una sonrisa.

Y es que, era por eso que el lugar me agradaba tanto, habiamos tan pocos... y si sentia ganas de asesinar algo, podia asesinar a esos fherals y asi no me sentiria como un mounstro...

- Que mas, que mas... Soy soltero, tengo 20 años, me encanta la musica de piano, pero sin animos de ofender, prefiero el violin... Me gusta leer aunque pocas veces tengo la oportunidad, por que los libros son muy caros...Y siendote sincero, nunca hubiera deseado algo asi... Es decir, muchas veces desee que casi todo el mundo se esfumara, pero no asi...- Abri los ojos de nuevo y voltee a ver a Lyra

Parecia un poco sonrojada.

Quiza era por la conversacion, no es normal en desconocidos o quiza era por que, siendo como me comenta ser, quiza nunca estubo tan cerca de un hombre que no conocia, por lo que fuese, opte por no acercarme mucho, para no hacerla sentir incomoda.

Lo ultimo que queria, era que mi unica acompañante y quiza mi unica amiga en el lugar, se sintiera incomoda conmigo...

- Almenos la compañia es buena y siendote sincero, Ahina no me caia del todo mal, era como la hermanita enfadosa en las series de television... pero, con ella o sin ella, la compañia es agradable- Dije sonriendole.

guarde silencio unos segundos y entonces, mi estomago hambriento tomo ocasion y comenzo a rugir, como queriendoi incorporarse a la conversacion.

Que diria mi estomago si hablara? hmmm....

-Quiza, deberiamos buscar comida, no crees...?

Le escuché hablar y, segun lo iba haciendo me iba tranquilizando, no tenía porque sentirme incómoda con el.

-...me encanta la musica de piano, pero sin animos de ofender, prefiero el violin... - Aquello me hizo abrir los ojos y mirarle con nostalgia.

Antes de morir mi padre se empeñó en enseñarme a tocar el violín y aunque, ya decidí que mi instrumento era el piano y no puse mucho empeño en aquello que intentaba enseñarme mi padre, siempre deseé aprender a tocarlo despues de que el muriera, pero nunca tuve a valor a volver a cogerlo.

-Yo...tenía un violínSonreí con tristeza -Pero no lo he tocado desde hace tiempo, me gustaría aprender, nunca supe del todo...

Según hablaba iba restandole importancia a mis palabras. Seguí escuchando las suyas, atenta y solté una carcajada cuando hizo referencia a Ahina

-Ahina no me cae mal, he conocido a mucha gente como ella y bueno, sí que es un pelín...irritable, pero en el fondo ese tipo de personas suelen ser bastante buenas. Además, estoy segura de que con esa mala leche, con todo lo borde que es, si estuvieramos en cualquier problema, con tal de pegar palos, ayudaría-

Poco a poco iba cogiendo confianza, aunque a veces en mi mente aparecía ese rumor que me recordaba como era yo y que no debería confiar en nadie, pues siempre me habían dado de lado. Aunque allí tampoco importaba si lo hacían, nada podía ser peor, O eso creía entonces.

Escuché el rugir entonces del estómago de Christian y temí que el mio causara un seismo de un momento a otro.

-Quiza, deberiamos buscar comida, no crees...? Dijo

-Oh sí, por favor- Respondí preparandome para ponerme en pie, recordando que estaba muerta de hambre.

Me puse de pie rapidamente para tenderle la mano y ayudarle a levantarse, una vez estuvimos de pie, sacudi un poco el polvo de mis ropas.

Cerre los ojos con la cabeza hacia arriba, ¿donde podria haber comida en una facultad? la cafeteria era lo mas logico, pero lo mas probable es que ya estubiera saqueada completamente.

y era dificil para mi saberlo, pues nunca habia ido a una universidad, pero, quiza... solo quiza...

Tome mi bate con la mano izquierda y con la derecha jale a Lyra de la muñeca, esperaba no verme atrevido, pero habia tenido una excelente idea, valla que si...

con cuidado, me la lleve casi corriendo por los pasillos, revisando cada cuarto o pasillo antes de llegar a el por no ser sorprendidos por mas zombies, no queria tardar nada, sentia que si tardaba un segundo mas, la comida iba a desaparecer.

Solte la muñeca de Lyra al entrar a la cafeteria.

Como era de esperarse, completamente saqueada y a medio destruir.

Gire mi cabeza hacia Lyra y sonrei.

me dirigi hacia la parte de atras de la cocina, lo mas al fondo que pude hasta toparme con una enorme puerta de acero hermeticamente sellada.

- Tapate la nariz...- Dije haciendole una seña con la mano indicandole que se detuviera.

Gire la palanca de hierro de la puerta y le abri, justo como esperaba, el refrigerador de la escuela, no enfriaba bien, de echo era mas bien una humedad fresca que propio frio lo que habia ahi.

Un holor horrible salio de ese enorme refrigerador, carne putrefacta, llena de moho y manchas blancas.

De seguro los fherals no habian optado por abrir esa enorme puerta que asemejaba mas una pared de metal y ningun superviviente se tomaria la molestia de abrirla, quiza por el olor, quiza por que nadie nunca se molesta en ver detras de la carne.

Cubri mi nariz y boca con mi camiseta y me adentre. el olor me mareaba, pero ahi estaban, pasando la carne putrefacta, latas de comida en conserva.

Comenze a tomarlas, obviando el asco que sentia por el moho que las cubria y con mis llaves arrancaba el moho de las etiquetas, buscando la fecha de caducidad.

Al fin logre salir, con 2 latas de frijoles, un frasco de pasas, un frasco de duraznos en coserva y una lata de champiñones.

Voltee a ver a Lyra dibujandole una sonrisa de oreja a oreja, como niño que recien llegada la mañana de navidad encuentra bajo el arbol un carro a control remoto.

tome el frasco de duraznos y se lo entregue a Lyra, de todo lo que habia sacado, era lo unico que sabia realmente bien y a juzgar por como se veia, parecia la clase de chicas que gustan de comer frutas.

Tome un par de barillas de metal y apoye sobre ellas la lata de frijoles, acto seguido puse mi encendedor debajo.

-El fuego les cocinara, luego los podremos comer junto con los champiñones, podemos guardar las pasas y la segunda lata de frijoles, eso almenos nos hara resistir hasta mañana, quizas pasado.- Dije con felicidad en el rostro.

Solo quedaba el asunto del agua...

Y es que sin comer, durariamos unas semanas, sin beber, solo 3 dias... la unica fuente de liquido, era el almibar de los duraznos que tendriamos que compartir, pero su grado de agua era bajo.

pero, por que preocuparse ahora? con el almibar y la comida tendriamos fuerzas para buscar agua.

Una vez cocinados los frijoles, tome las llaves y las martille con el abte de aluminio para abrir la lata.

Gire hacia Lyra y esboze una risita.

-Has comido alguna vez con los dedos?

Acabé de levantarme con la ayuda de Christian y, casi sin que me diera tiempo a reaccionar, este me agarró de la muñeca y echó a correr, o casi.

-¡Ue!-Exclamé con sorpresa y diversión, con los ojos muy abiertos y algo...extrañada, pero no intenté soltarme, iba demasiado seguro a donde fuera, y si el estaba seguro pues yo tendría que estarlo también, en realidad, iba viendo a aquel chico como un escudo, refugio, o algo por el estilo.

Pasabamos por delante de otras habitaciones igual de desordenadas que la primera y, la mayoría no sabía que eran exactamente, tampoco me paré a intentar descubrirlo, simplemente miré en ellas en busca de zombies, como supuse que también hacía Christian, pues paraba delante de todas asomandose con cautela.

Llegamos a la cafetería de la universidad y el chico me soltó la muñeca. Aquel sitio sí me resultaba familiar.

Sonreí timidamente ante la comparación que mi mente hizo entre aquella cafetería y la del lugar donde solía estudiar.

No había nada allí y nos dirigimos a la cocina. Deseé con todas mis fuerzas que encontraramos algo.

Cuando Christian abrió aquel frigorifico enorme, me arrepentí al instante de no haberle hecho caso. Tuve que reprimir una arcada, salía un olor insoportable. Despues me tapé la nariz y la boca con mi mano, más vale tarde que nunca.

-¿Nos vamos a comer eso?-Pregunté al asomarme al interior y tuve que sacar rápidamente mi cabeza de allí, no soportaba aquel olor. Christian se quedó dentro.

Al poco salió con un pequeño puñado de latas y botes que, supuse que si los había cogido es que sería comestible, o eso, o el hambre le había hecho perder la cabeza.

Tras ojear aquellos botes me dí cuenta de que sí parecía comestible. Tomé le frasco que me tendió y tras echarle un ojo lo abrí con cuidado, tratandolo como a un tesoro.

-Has comido alguna vez con los dedos?- Le miré con una sonrisa de oreja a oreja y, tras mirar como ponía lo demás al fuego, empecé a comer, con ganas, pero delicadamente.

Era estúpido, pero me daba verguenza que alguien me viera comer, y más de aquella manera. Aun asi estaba muerta de hambre y no pensaba renunciar a aquel pequeño banquete.

-Gracias-

comenze a tomar la comida entre los dedos y a saborearla con gusto, antes de llegar ahi, crei que moriria de hambre, estaba tan gustoso de poder comer e incluso, comer con compañia despues de tanto tiempo de andar solo en el mundo real.

-Sabes, hay que disfrutar de las pequeñas cosas de la vida.- Dije mientras introducia unos cuandos frijoles en mi boca.

y es que era cierto, no tenian sal, no tenian salsa y eran solo frijoles, pero, AH! que buenos frijoles.

Acto seguido me dirigi a ella, habia paseado con ella un buen tiempo, asi que me atrevi a indagar en su vida personal.

-Por que eres tan timida? tienes miedo?- Dije recordando cuando recien llegue, aunque yo tambien fui timido al principio, una vez absorvida la idea del lugar, comenze a comportarme mas normal, mientras que ella, parecia esconderse hasta de su propia sombra, lo cual, no me malinterpreten me parece lindo, pero tambien curioso.

-Sabes, siempre considere que el amor mas sincero es el amor a la comida... nunca lo habia vivido tanto como hoy...- Esboze una sonrisa.

comenze a chuparme los dedos, pues aunque fuera grosero y vulgar, no queria ni desperdiciar el caldo que tenian los frijoles, quien sabe cuando podria volver a probar comida asi.

-Deberiamos buscar agua, la de los duraznos no nos servira mucho... tambien deberiamos dormir, quiza deberiamos de hacer guardias... y una vez bien descanzados, buscar a Ahina... y luego, la manera de salir de aqui...- Dije recordando la pista en la pared.

Cerre los ojos y me absorbi en mi mente, estaba seguro de que se referia a una catedral o una iglesia, lo estaba... Pero, encerio deseaba salir de aqui?

No dije nada, pues no debia de preocupar a Lyra sin antes haber tomado agua y descanzado, solo esperaba no equivocarme con respecto a la catedral.

Nunca acostumbré a comer demasiado, y me dí cuenta de que eso era bueno en aquel lugar , pues pronto me sentí llena.

Me limpié los labios con las manos y repasé con la mirada las latas que guardaríamos para más adelante. Sonreí al mirar a Christian, que seguía comiendo con avidez, como si llevara siglos sin hacerlo y no lo fuera a hacer nunca más.

-¿Por qué eres tan tímida? ¿Tienes miedo?- Al escucharle no borré la sonrisa de mi rostro, pero si cambió claramente. Tomé una expresión que, haciendo honor a esa pregunta, seguramente le mostraría que era innegable que era, casi seguro, la persona más tímida del mundo. Aun asi, respondí a su pregunta con una confianza forzada. El chico tenía derecho a saber como era yo, allí no se podía confiar en nadie, asi que me lo tomé como una especie de test al que estaba obligada a contestar.

-Bueno...supongo que es eso, miedo.- Posé la vista en el suelo
-De pequeña no era nada tímida, pero siempre fui...ehm...diferente, segun mis padres solo era madura para mi edad, pero segun el resto de personas, siempre pensé de manera que nadie pensaba y, por lo tanto, era rara , otros decían todo lo contrario a mis padres, fuera lo que fuera lo que pensaban la gente, acababan dejandome de lado. Yo creo que simplemente tenía imaginación.- Dije sonriendo, como justificandome, pero a la vez con un tono orgulloso.

Luego devolví la mirada al suelo.

-Con el tiempo asumí que fuera como fuera, cosa que realmente no sabía y creo que sigo sin saber, aun no sé como soy, ¿sabes? pero nunca encajé. La gente siempre se ha portado bien conmigo hasta que me abro y ven como realmente soy, un bicho raro. Entonces siempre empiezan a hablar de mi a mis espaldas, o me gastan bromas pesadas, haciendome creer que piensan como yo para acabar riendose de mi.- Miré entonces con seriedad a Christian, que me escuchaba atento.

-Las personas me han hecho ocultar lo que realmente soy- Mi voz sonó tan fria y dura que me dí miedo a mi misma, sabiendo que realmente lo que sentía en ese momento era un odio hacia el resto de seres humanos que toda mi vida habia estado luchando por erradicar.

Luego suspiré y escuché sus propuestas.

-Tienes razón, deberíamos buscar agua.- Reprimí un bostezo -Y dormir- Me fijé en su hombro.

-Aun no te has curado eso-Dije señalandole con la cabeza.

No me gustaba pero, aparentemente, había cambiado de golpe, sabía que mi expresión había cambiado y que Christian me veía en ese momento como alguien encerrada en si misma, seria y odiando todo lo que había a su alrededor. No se habría equivocado si hubiera estado en otro mundo, en el mio, pero aqui aun no tenía nada que odiar. Al menos de momento.

Le escuche atentamente imaginandome la situacion, como es que seria vivir en su cuerpo, andar con sus zapatos.

no paraba de imaginarme a esa chica, a la que todos molestan, que los chicos dejan de lado y que las chicas destruyen su reputacion con rumores... De ser, ella esa chica, como lo sentia por ella...

Recorde de manera fugaz mi tiempo en la escuela, no dure mucho, trabajar y estudiar al mismo tiempo era muy pesado, mas en un lugar como aquel donde yo vivia...

Senti un aliento de pena en Lyra.

y es que, como culparla, incluso yo odiaba todo aya afuera, por eso este lugar me gustaba tanto, tan apartado... si tan solo tubiera una barra de comida, seria perfecto...

por un momento lo pense, quiza, lyra dentro de si, creia que yo al conocerla iba a deshecharla como lo habian echo los demas, que decir o que hacer para sacarse ese miedo del pecho?

No queria abrazarla, pues era impropio, Decirselo directamente era raro... Decirselo con indirectas no era efectivo, pero algo tenia que hacer...

levante la mirada hacia con ella, me puse de pie y patee la lata, sujete su mano y la ayude a levantarse para buscar agua y sonriente le dije.

-De donde yo soy, no usamos mascaras, yo soy lo que estas viendo...- Diciendo esto me di vuelta para disponerme a buscar agua, esperaba que mi comentario le hiciera ver, que no era yo una mala persona, o bueno, no mala en ese sentido almenos... Aunque si habia echo un par de cosas de las que me arrepentia.

-No es muy profunda, no me matara... pero ocupo limpiarla, si no se infectara y podria traerme problemas.-comenze a recorrer el lugar de cabo a rabo, buscando botellas de agua, estanques, pozos o llaves de agua que funcionaran, pero era como si el lugar estuviera completamente inhabilitado.

opte por aquello que no queria hacer...

Comenze a abrir las puertas antes cerradas a patadas, forzandolas a abrirse

Todas eran mas o menos lo mismo, polvo, cosas destruidas, saqueadas, cosas caidas y algunas manchas de sangre, Sabra Dios de que...

Todos los salones tenian botiquines y extintores, pero los extintores estaban rotos o no funcionaban y los botiquines estaban completamente vacios.

Al final del camino, cerca de la puerta de salida hacia la parte trasera de la facultad le vi.

La sala de enfermeria, guie a Lyra junto conmigo dentro, busque en todos lados algo que nos sirviese, pero nada, todo igual de saqueado...

Todo, menos un bote de agua oxygenada a medio derramar en el piso.

Esa era mi salvacion.

Tome el bote y me gire, para que Lyra no viera el agua escurrir por mis heridas, incluso a mi me daba asco y eso que eran mias...

Talle las heridas, limpiandoles con el agua oxygenada con el afan de no enfermar y morir.

Gire la cabeza hacia una sala donde se guardan los suministros escenciales, Agua con sales minerales para la deshidratacion, vendas, gasas, pastillas para el dolor, cosas asi, todas destruidas.

Los botes de aguas minerales yacian con agujeros de balas, como si alguien por defenderse les hubiera disparado.

Cogi uno del suelo, al cual le quedaban algunos sorbos, pues la mayor parte del agua se le salio por el agujero de bala y se lo di a Lyra, acto seguido cogi otro y lo bebi yo.

-Me ayudas?- Dije indicandole que vaciara el agua de los botes rotos dentro de un bote en buen estado pero vacio que logre encontrar.

-Espero que Ahina este bien...me siento... culpable, por haberla perdido de vista...- Dije en una voz muy baja.

Acto seguido voltee para con Lyra.

- Sabes... tu puedes dormir primero si gustas, yo te puedo hacer guardia...- Gire de nuevo hacia con ella y le sonrei. - y no te apures, juro que no te hare nada mientras duermas.- Dije con preocupacion de que dejara de confiar en mi

y es que, si todo esto era real, Amigos era lo que iba a necesitar...

Termine de llenar la botella y me sente en el piso, recargandome en una mesa derruida.

- Cuando salgamos, me enseñaras a tocar el piano?- Dije, quizas mas para mi que para ella, necesitaba una esperanza a la que aferrarme y sentia que Lyra tambien.

Hacia sueño, tenia miedo, una parte de mi sabia que se acercaba la noche... y la noche es peligrosa con los fherals...

Mi corazon me dice que estan cerca...

A pesar de como me sentía en ese momento, ví que Christian me comprendía, o al menos me tomaba en serio cuando hablaba, y eso me tranquilizó bastante, aunque también sabía que, tras lo que le había contado, el intentaría demostrarme que era lo contrario a lo que yo temía.

Acabó la charlita y empezamos a revolver el edificio en busca de agua. Lo cierto es que, aunque intentaba disimularlo, los nervios me comían, seguía sintiendo miedo y, aunque creía que se iba calmando poco a poco, no era asi, cada vez que se abría una puerta, sentía terror, cada vez que escuchaba un ruido o golpe, o entraba a un lugar nuevo o desconocido, sentía terror. Al abrir cada puerta, lo que más temía es que saliera uno de esos mostruos y atacara a Christian, que era el que abría las puertas, era mi unico compañero y creo que me quedaría paralizada y sin saber que hacer si lo perdiera a el.

Al fin llegamos a la enfermería, donde, Christian empezó a curarse la herida con un bote de agua oxigenada que encontró en el suelo. Ví como se escondía de mi vista para ello.

Cogí un pegazo de cristal que había en el suelo, eso sí que no faltaba allí, trozos de madera y cristales rotos, no sabía que pensar de aquello.

Estiré mi camiseta y corté con el cristal una tira de la parte más baja, donde se podía notar menos. Era lo más parecido que podía tener a una venda.

Decidí no pensar en aquel momento pues, realmente quería ayudarle y sabía que si pensaba, la timidez iba a evitar que lo hiciera.

Me acerqué al chico, que aun estaba de espaldas a mi y le quité el bote de la mano.

-Deja- Pronuncié sin mirarle a la cara.

Vertí algo del bote en el trozo de mi camiseta y, tras mirar que el ya había limpiado la herida, simplemente le até la tirá al brazo en forma de venda.

-Así no se infectará- No le miré mientras le ayudaba en su herida, para evitar sonrojos y situaciones incómodas.

Luego comencé a verter el poco agua que quedaba en los botes rotos, en aquel que quedaba aun entero, al final acabamos llenando el bote casi entero, cosa que estaba bastante bien y prendió una chispa de optimismo en mi interior.

-Seguro que Ahina está bien, se la ve fuerte- Le dije sonriendo mientras le daba el bote que acababa de llenar de agua y me apartaba de el, ausente, para buscar a ver si había algo de utilidad por aquel lugar.

- Sabes... tu puedes dormir primero si gustas, yo te puedo hacer guardia...-

-Se puede intentar, pero tampoco creo que pueda dormir demasiado- Contesté y dí por finalizada mi busqueda de hubiera lo que hubiera en el lugar, porque parecía ser que ya habían cogido todo lo que pudiera ser util.

Me senté en el suelo, en un rincón, algo lejos de Christian, no sé el porqué pero tal vez necesitaba pensar en soledad, se estaba haciendo de noche y ya estaba acostumbrada a pensar, tal vez demasiado, durante las madrugadas. Deseé que mi estado fuera distinto al de otras noches, pues las pasaba bastante mal.

Me encongí abrazando mis rodillas y apoyando la cabeza en ellas. Cerré los ojos y pasaron unos instantes.

-Cuando salgamos, me enseñarás a tocar el piano?- Entonces los abrí de golpe, notando como se me iluminaban y sonreía sin querer. Como echaba de menos mi piano...

-Claro que sí- Le dije controlando mis ganas de saltar de la alegría. Era algo inexplicable, no sé porqué me sentí tan bien de repente, pero aquella pregunta fue lo mejor que me pasó en aquel día, sentí como si tuviera otra vida fuera de aquel mundo, fuera de mi mundo, como si por fin, despues de tantos años tuviera una ilusión.

-Claro que te enseñaré- Acabé diciendo para volver a apoyar la cabeza en mis rodillas e intentar dormir un rato. -No tardes mucho en despertarme- Dije en un susurro, notando que el sueño ya llegaba.

Lyra se acerco a mi a ayudarme a sanar mi herida y no es que quisiera hacerme el martir o dramatizar mi vida, pero desde la muerte de mi madre, nadie se habia acercado a sanarme nada... Me habia acostumbrado a curarme, vendarme y cuidarme solo en enfermedad y no es que me molestara, despues de todo la gente en si no me agradaba... Pero, era agradable que alguien se ocupara asi de mi.

me ayudo con los botes y derepente lo vislumbre, esto se veia como un juego de Resident Evil version real life, 2 sobrevivientes, un chico y una chica, sera esto un sueño? como podia lucir tanto como un videojuego? no, la idea del sueño ya la habia descartado...

La cara de Lyra se ilumino con la pregunta del piano y yo tambien, tan solo de imaginar como seria aprender ese hermoso instrumento, pero... eso seria volver a ese mundo que tanto habia aprendido a aborrecer... es una lastima, Lyra se ira en cuanto tenga la oportunidad, yo... No estoy seguro...

Lyra al fin se acurruco contra la pared, dispuesta a dormir... Eh de admitirlo, es linda, me pregunto por que la habran escogido a ella para terminar en este paramo desolado.

Estando ella dormida me dispuse a trabar puertas y ventanas, pero, habia que recordar, era una escuela, no una fortaleza asi que no logre hacer mucho...

Cogi el bate con fuerza y me sente viendo hacia la puerta, listo para cualquier cosa.

Derrepente, escuche sonidos de pasos, gruñidos y esos sonidos de garganta atragantada que habiamos escuchado antes, esos tios estaban cerca...

MIERDA, EL REFRIGERADOR! pense

Y es que habia dejado abierto el refrigerador, de seguro ese putrido olor los guiaria a la cocina y al no encontrarnos, de seguro nos buscarian...

habian pasado apenas unas 2 o 3 horas de que Lyra dormia y ya tenia que despertarla:

Me acerque a ella, me pregunto que soñara... No, debo dejar de divagar. Tome su hombro y comenze a agitarla, una vez tube su atencion le dije tratando de guardar la calma.

-Esas mierdas nos estan buscando, debemos escapar, estas en condiciones de huir?- Dije arrodillandome frente a ella para asegurarme de que el sueño no la volviera torpe.

No tenia tanta prisa, pues primero nos buscarian en la cocina, quiza se paren a tratar de comer lo del frigorifico, teniamos buen tiempo para escapar... o quiza luchar? me pregunto que opinara Lyra...

Tan feliz me encontraba yo, tocando el piano en aquel local, donde tanto lo había hecho, sentía flotar dentro de aquella melodía, llena de alegría y a la vez nostalgia. Había algo raro en el local, estaba vacío y derruido, ¿quemado? A mi alrededor flotaba polvo y cenizas, balanceandose al son de la melodía que tocaba. De repente se hizo el silencio, las teclas no funcionaban, las presionaba y no escuchaba nada. Sentí entonces una extraña sensación de incomodidad, nerviosismo y miedo. Al levantar del taburete, que se encontraba en frente del piano, ví a Christian, con el bate en la mano y una expresión en el rostro que me producía un terror horrible, tenía manchas de sangre por toda la ropa, y pensé que no era suya.

Pronto recordé que estaba durmiendo, y alguien me estaba despertando, agitandome.

-¿Eh?-Dije frotandome los ojos, confundida.

Mierda, se me había olvidado donde estaba. Otra vez aquel sitio. Que confuso era soñar dentro de algo que creía que era un sueño...

-¿Cómo lo sabes?¿Dónde están?-Dije más nerviosa cuando ya me había despertado del todo. -Estoy bien, vamonos- Le dije sin darle tiempo a contestarme.

Me levanté rapidamente y esperé, entonces a que Christian me contestara a mi segunda pregunta y tal vez me indicara por donde escapar.

Por un momento pareció pararse el tiempo y se me vino a la cabeza la parte de mi sueño en la que le veía a el.

-¿Estás bien?-Le pregunté seria, mirandole y esperando su respuesta.

Luego me preparé para huir, aunque realmente esperaba que tuvieramos que luchar contra alguno, ya estaba muy entrada la noche y se oían los gruñidos de aquellos zombies por todas partes, o esa era la impresión que me daba al no saber donde estaban exactamente.

comenze a pasearme por la habitacion, buscando una salida que no fuese la principal, pues ahi podian vernos...

Subitamente, comenze a pensar que quiza esa seria mi vida desde ese entonces, huir, matar, hurgar, mal comer y mal dormir... Que seria de las pequeñas cosas que disfrutaba en el otro mundo, los atardeceres, las uvas frescas, el olor del sobre del dinero del dia de paga, las duchas de agua fria en el verano...

Que seria del mundo que habia aprendido a amar? aprenderia a amar algo de este? no quiero ser fatalista...

-Les oi, recuerdas ee sonido como a digestion que hacen ellos? lo escuche, por el pasillo y mierda... Olvide cerrar el refrigerador a presion, de seguro ese jodido olor les alerto...

al fin habia encontrado la salida en caso de incendios, abri despacio y gire para llegar a la salida y ahi estaban de nuevo...

Mas fherals... Este sitio era un laberinto, quiza nunca debimos de entrar...

Me hice para atras y puse mi dedo en mi boca diciendole a Lyra que guardara silencio, le indique que afuera habia mas fherals...

Quiza escondernos? Quiza luchar? que debiamos de hacer... que sera...

derepente le vi, Lyra se veia muy distante, que le pasaba a esa chica? sera que tubo una pesadilla?

- Que tienes, te noto muy palida... has soñado algo?- Pregunte en susurros, pues no queria que me oyeran.

El sitio era un maldito laberinto, un laberinto de muerte y ya olia el momento de huir o morir... eran demasiados para luchar y mas teniendo como unica arma un bate, quiza, habia alguna manera de tenderles una trampa, quiza habia algo que hacer, solo quiza...

pero de momento, lo mas inteligente seria correr supongo...

Dentro habian varios fherals, afuera solo habia 2 visibles, no dudo que hubiera otro fuera de la vista, pero como saberlo?

espere a que Lyra me respondiera, pues hace algunos minutos que me ve como bicho raro...

Al parecer , fuera habían más zombies, o fherals, o como se llamasen.

Al pensarlo me invadió un miedo terrible, sentí pánico, por primera vez en mucho tiempo, pero supe disimularlo bien.
Lo cierto es que no quería luchar, no quería volver a escuchar los gritos de aquellos monstruos, ni mucho menos pensar en que no podíamos salir vivos.

- Que tienes, te noto muy palida... has soñado algo?- No había cambiado mi expresión y, al parecer, era bastante obvio lo que me ocurría: Aun tenía en la mente la imagen de Christian en mi sueño.

-¿Qué importancia tienen los sueños?- Le dije tranquilizandole, con una ligera sonrisa e intenté convencerme a mi misma de que la respuesta era "ninguna"

-¿Hay muchos ahí fuera?-Pregunté barajando la posibilidad de que pudieramos luchar y huir.

Justo cuando terminé de formular la pregunta se me vino a la cabeza la última y la primera vez que estuve entre esos bichejos, antes de esta. Nos vimos obligados a huir al escuchar la proximidad de otros que se iban acercando

-Chris...-Pronuncié en un susurro, aterrorizada.

-Si luchamos contra ellos, en caso de que vencieramos, los demás vendrán en busca nuestra. Son muchos...- Las últimas dos palabras apenas sonaron.

No era el momento para derrumbarse, Christian necesitaba mi ayuda y no quería ser una cria llorica, pero sentí que en aquel momento perdía todas las fuerzas.

Cogí todo el aire que pude e intentando ignorar los gruñidos que se oian cada vez más cercanos, empecé a buscar alrededor, algo útil para luchar, pues, al parecer, iba a ser inevitable.

Por un momento se me pasó por la cabeza quedarme allí, escondida en un rincón, esperando que no llegaran a descubrirme nunca, o por el contrario, morir a manos de esas bestias sin oponer resistencia. Seguramente lo habría hecho, si nunca hubiera conocido a Christian.

Por una parte se me alegró el alma al pensar que, por primera vez en mucho tiempo había tomado una decisión por alguien, y no por algo, como la música.
Por otra parte temía aquello. Hacía demasiado tiempo que no me permitía a mi misma confiar en nadie y, mucho menos pensar que sería bueno tomar decisiones por una persona.

Tantos pensamientos rondaban mi cabeza que cada vez podía pensar con menos claridad. En algún momento perdí la cordura.

¿Confiar en Christian? Pero ¿Acaso era real? ¿Acaso lo era todo aquello? ¿Iba a morir? ¿Me iban a matar una pandilla de zombies? ¿Iba a estar siempre huyendo de ellos? ¿Aterrorizada? ¿Cómo iba a salir de allí? ¿Y para qué? ¿Morir lenta y dolorosamente en la mierda de mundo en el que nací? ¿O de un zarpazo de uno de esos bichos en un mundo que tengo la suerte de no conocer?

Sentí como todo se volvía borroso y perdía el equilibrio. Apenas podía ver, serían los nervios o la confusión que me cegaba.

-Y solo a pasado un día...- Susurré de manera casi inaudible.

No había dejado de buscar algo con lo que luchar y, entre montones de trozos de metal y madera astillada me percaté de la presencia de una barra de metal, era una tubería.
La cogí con rabia sin poder apartar tantas preguntas, sin respuesta alguna, que se acumulaban en mi cabeza.

Sentí como mis ojos se humedecían y luché por no parpadear para no derramar una sola lágrima.

Me dirigí con decisión a la puerta junto a la que se encontraba el chico.

-Lo siento, Christian- No, no lo sentía, pero lo sentiría demasiado más adelante, lo sentiría si le pasaba algo a Christian por aquella locura, lo sentiría si sobrevivía, pero no esperaba hacerlo.

Pero no lo sentí al abrir la puerta antes de dar tiempo a Chris de reaccionar, sino no la hubiera abierto, no habría corrido hacia el primer fheral que vi de espaldas a mi, ni le hubiera golpeado con la tubería en la nuca.

Entonces ya no me importó si las lágrimas mojaban mis mejillas.

Pude ver dos más de aquellos bichejos mientras pateaba la cabeza del primero, al que golpeé que cayó al suelo en el acto, inconsciente.

Cerca de este, había otro, algo más pequeño que el primero, pero bastante más enfadado, o tal vez sería por que acababa de matar a su compañero a patadas, tras atacarle por la espalda.

Me ensañé con el primero, aun sabiendo que estaba muerto y no paré hasta que sentí la zarpa del otro que estaba cerca, apartandome de el ,con un empujón que me lanzó a tres metro de distancia.

El tercer zombie apareció segundos despues, como de la nada.

Solté un gemido de dolor, al caer al suelo, pero sabía que podía haber sido peor, no había caido mal.

Antes de que tuviera tiempo de incorporarme, pude ver como el zombie más pequeño corría hacia a mi para echarseme encima. El otro, que apareció de la nada, observó al que yacía en el suelo, muerto y pronto también dirigió su mirada hacia mi para avanzar luego en mi dirección, más lentamente que el pequeño. Entonces me dí cuenta de la locura que estaba cometiendo.

-Joder...-Que idiota había sido al dejarme llevar por la desesperación.

Tuve tiempo de levantarme y justo cuando el fheral más cercano saltó sobre mi, descargué mi rabia en su estómago con la tubería.

Se encongió durante unos instantes pero pronto volvió a saltar sobre mi .

Esquivaba sus zarpas y el mi arma, que, al ser más larga que sus brazos, logré que le golpeara un par de veces.
Pero el otro monstruo ya estaba apenas a dos metros de mi.

Las malditas lágrimas no me dejaban ver bien. ¿Esa era yo?

Tenía a dos fherals encima de mi.

¿Cuánto aguantaría?

-Que caraj...- No alcanze a pronunciar palabra pues Lyra habia reaccionado demasiado rapido, me pregunto que pasaba por su cabeza en ese momento... Sera que queria suicidarse para acabar esta pesadilla? o solo queria probarse a si misma... quien era yo para juzgar.

Me encamine tras de ella lo mas rapido que pude, pero habia que admitirlo, esa chica corria muy rapido, probablemente por delgada.

en un arrancon de furia derribo a uno y acabo reventandole a patadas, que diria Ahina si viera esto, de seguro se sorprenderia... A decir verdad, yo estoy sorprendidisimo...

Acto seguido se le avalanza otro zombie lastimandola seguido por otro acechandola y yo aun no conseguia llegar, se me acababa el tiempo...

Cogi fuerte el bate y lo arroje esperando retrasar a uno en lo que yo llegaba, se que no era la mejor idea del mundo, de echo era de las peores, pero si esas cosas mataban a Lyra me terminaria quedando solo y vaya que me agradaba Lyra...

Conforme corria gire la cabeza a la izquierda, aya a lo lejos, manadas y manadas de Fherals, haciendo quien sabe, me imagino que comiendo... y ahi a medio camino un par de cadaveres...

Pero, quie era eso? brillaba como el metal...

Me desvie de rumbo, esperaba tanto que a Lyra no le pasaba nada...

Me acerque al muerto y con fuerza, arranque de sus huesos lo que llevaba en la espalda, era una espada, larga y recta, media casi tanto como yo, la jale junto con el chaleco de cuero para sostenerla en la espalda (el cual fungia de funda)

Sin dudarlo me acerque corriendo a Lira con la espada arrastrando con el suelo, en cuanto llegue deje ir un corte en vertical de abajo hacia arriba revanando la mitad del zombie y acto seguido, con la empuñadura le golpee la cabeza al otro, el cual no dudo en atacarme y es que, estando tan cerca con una espada tan pesada noi era facil defenderme.

en cuanto se me lanzo golpee sus costillas sujetando la espada larga con una mano, me aleje unos pasos como si huyera y acto seguido revane sus piernas, un punto donde no podria cubrirse.

Que pasaba con estos zombies? no eran muy rudos ni muy grandes...

Gire la cabeza hacia los zombies en multitud que habia visto y aparentemente ya nos habian visto pues comenzaban a acercarse como acechandonos.

Y es que, que ingenuos habiamos sido, estos fherals median apenas lo mismo que nosotros, eran probablemente niños separados del grupo...

Los adultos, que median mas de 2 metros estaban apunto de llegar...

Tome la mano de Lyra y comenzamos a correr, a lo lejos se veia un bosque, pero primero muerto antes que entrar... no podiamos volver por donde llegamos ahi, pues aun habian zombies asi que empezamos a rodear la universidad, pero al girar por una esquina... Mas zombies, todo estaba plagado.

no nos habian visto asi que me pare en seco, necesitaba pensar.

Entonces vi las puertas del sotano, esas que estan fuera de los edificios y que dan hacia el subsulo.

Con la empuñadura de la espada rompi el cerrojo, abri de golpe y entre junto con lyra.

Acto seguido, cerre las puertas por dentro y las atranque con el seguro interior.

Quiza no nos habian visto...

Recorri mi brazo por detras de Lyra, para abrazarla mientras le tapaba la boca, pues si comenzaba a llorar, de seguro nos mataban.

-Tranquila, no llegaran... no podran abrir, aqui estamos bien...- Dije sonriente para con Lyra.

-Tenemos que discturi seriamente sobre nuestras estrategias de equipo.- dije entre risas, no es que quisiera molestarla, pero quiza hubiera sido mas prudente ir los dos.

-A que se debio ese despliege de ira eh...?- pregunte mientras soltaba lentamente su boca, esperando que ya mas tranquila no soltara a llorar.

-Lo siento, lo siento, lo siento-Dije abrazandole, realmente arrepentida, pues no soportaba haber puesto a alguien el peligro, aunque a el no le pareció tan mal como esperaba que le pareciera. Mis palabras sonaron en un susurro, pues no quería que los fherals nos descubrieran y, aunque, intentaba controlarme, las lágrimas no paraban de caer.

De repente me dí cuenta de que lo estaba abrazando, a un desconocido, o no tanto.

-Perdona, perdona, perdona.- Dije más fuerte, apartandome de el. Esta vez le pedía perdón por abrazarle, creo.

Me tapé la boca con mis manos, al darme cuenta de que estaba hablando demasiado fuerte. Luego me cubrí el rostro entero, como solía hacer cuando tenía que explicar algo de lo que me avergonzaba.

-No lo sé...Christian...No pensé, simplemente, creo, no debí...lo sé. Debí hablar contigo- Contesté a su última pregunta, hablando en susurros.

Luego miré la espada que estaba al lado del chico, con curiosidad, pero pronto aparté la mirada de ella y la volví al suelo, con un suspiro.

Me aparté y me senté en un rincón, con la misma postura de siempre, tal vez me sintiera más segura asi. Abracé mis rodillas y apoyé mi cabeza en ellas.

-No sé que decirte...- Dije en un susurro, sin apartar la mirada del suelo.

-No te estoy regañando, solo te digo, que puedes confiar en mi, si decides luchar, yo te sigo, si decides huir, yo tambien... no podemos hacer las cosas solos o terminaremos muertos, vale?- Dije separandome un poco de ella, pues parecia requerir su espacio.

yo tambien opte por ponerme comodo, pues almenos dentro de unas horas yo y Lyra estabamos atrapados...

-Sabes... no tengo intenciones de salir de aqui... creo, no se... pero, a veces me gustaria quedarme aqui...- Dije recordando, que desde que llegue aqui, mi conciencia no me atormenta, por mas que me atormenten los fherals...

Luego me acerque de nuevo a Lyra, quiza no era el momento, pero debido a que ibamos a estar ahi sentados mucho tiempo, opte por tratar de conocerle mejor.

-Tranquila, fue un despliege... todos los tenemos, todos sentimos ira o valor fugaz, pero no olvides, que de momento, somos un equipo, vale?... y no tienes que disculparte por el abrazo, a decir verdad, no me incomodo, mas bien se siente agradable, un poco seguro por asi decirlo.- Dije mientras recargaba la cabeza y cerraba los ojos.

voltee a ver a Lyra de nuevo y vi la tuberia de reojo.

-Una tuberia eh? si logramos salir de aqui, podemos volver por el bate de aluminio, no pesa mucho igual que la tuberia, puedes usar ambos, asi tendras mejores posibilidades de defenderte, yo no creo ocupar el bate dentro de un rato...- Dije mientras colocaba la enorme espada dentro de la funda de cuero que habia encontrado.

-Eran decenas de fherals... me pregunto de donde habran salido... habian cadaveres como este por todo el lugar, quizas los demas tambien tenian armas utiles... pero, siendote sincero, me senti aterrado y solo tome este... para, pues, protegerte.- Diciendo esto me gire de nuevo hacia Lyra.

-Ya me diras que fue lo que soñaste, que te tiene tan mal?-

lo que fuera, queria hablarlo, pues era preferible el sonido de su voz femenina, que este abrumador silencio solamente interrumpido por el sonido de goteras viejas.

¿Cuánto tiempo ibamos a pasar allí?

Al menos el lugar parecía seguro, aunque también lo parecía la enfermería.
Pero aquel sitio solo tenía una entrada. El lado bueno es que no tenían varios sitios por los que entrar, el malo, es que si entraban no podriamos escapar.

Escuché a Christian y me tranquilicé. Creo que al final tendríaque acabar confiando en el.

-Sabes... no tengo intenciones de salir de aqui... creo, no se... pero, a veces me gustaria quedarme aqui...- La sensación al escuchar esas palabras, fue extraña.

Yo estaba confusa, no sabía si quería quedarme o irme. Dejé de pensar y simplemente contesté.

-¿Quedarte aqui?- Tal vez yo tampoco quería irme, y aquel mundo empezaba a significar más para mi que el mio propio. Aqui al menos podía luchar por mi vida, tenía algo por lo que luchar, en cambio, de allí tan solo me quedaba esperar, cualquier cosa, sin saber siquiera el que.

-Tal vez yo tampoco quiera irme...-

Pensé en comenzar una discusion sobre aquello. Realmente quería saber que le llevaba a querer quedarse y asi, posiblemente, convencerme a mi misma de que yo también debería hacerlo. Al fin y al cabo...

-La verdad es que fuera de aqui nadie me echará en falta. Pero mis...- Frené antes de nombrar las palabras "estudios" o "tios", nada era lo que realmente quería -Mi piano...-

-¿Por qué prefieres este...sitio?- Le pregunté curiosa, tras un par de minutos de silencio.

-La verdad es que me gustaría saber más de este mundo, pero ¿Cómo salir a investigar por curiosidad?- Acabé sonriendo.

Cuando habló del abrazo aparté la mirada de el, tímida. Prefería olvidar ese momento, porque sabía que si no lo hacía, cada vez que lo mirara, iba a recordarlo, me iba a sonrojar, y por lo tanto, hacer el ridiculo.

-Oye...- Dije pensandome el hacerle la pregunta -¿Crees que tendrán sentimientos?- Señalé hacia arriba, refiriendome a los fherals.

-Ya me diras que fue lo que soñaste, que te tiene tan mal?-

-Siempre intento buscarle significado a los sueños, digamos que...me psicoanalizo a mi misma- Dije con una sonrisa timida -Este no me gustaba...ehm... salías tú- Dije apartando la mirada de el al decir la última palabra

Reflexione sus preguntas, parecia calmarse, a decir verdad, todo parecia mas tranquilo, como si este fuera un refugio antibombas bajo un bombardeo nazi.

-Bueno, es que...- Cerre los ojos y me prepare a hablar, realmente no estaba listo para hacerlo, pero como pedirle a Lyra que confiara en mi si yo no demostraba confiar en ella?

-Has visto esos programas de tipos locos? pero locos, loquisimos? que un dia se levantan y matan gente a lo idiota? pues... yo soy uno de ellos... Todos los dias, no puedo evitar sentirme harto de todo y desear explotar todo, desaparecerlo todo... y no sabes lo mucho que pesa en el pecho, pues se que si lo hiciera, seria un mounstro, no podria con mi conciencia...- Voltee a verla a los ojos y me reincorpore.-Pero aqui, no soy pobre, todos lo somos, aqui no estoy solo, todos lo estamos... y sobre todo, aqui puedo matar Fherals y no sentirme como una aberracion... A veces siento que no naci para tener paz conmigo mismo, pero aqui... Aqui es diferente, por jodido que se vea el lugar...- Diciendo esto me acerque un poco.

-Sentimientos eh... aqui entre nos, ese al que reventaste a patadas se veia triste - dije riendome, tratando de guardar compostura para no delatar nuestra posicion.

Sentia nostalgia en ella, como si nada en el otro mundo la esperara... entonces, por que tenia dudas de si queria volver? quiza ella estaba rota como yo.

-yo? salia en tu sueño? eso explica tu expresion de terror...- Cierto, no era el momento para chistes, pero no pude evitarlo.

-y que fue, que puede ser tan malo eh...?

Así que Christian estaba loco... Bueno, no debería asustarme ni nada por el estilo, ya que alguna vez yo también había pensado de aquella manera, pero lo cierto es que sí me daba un mal rollo oirle decirlo a el. Aunque ya el momento ese en el que reventó las cabezas de los fherals pasaba en mi mente con algo más de humor. Sí, me reía de mi misma por asustarme de Christian, puesto que lo que más me asustaba ahora era quedarme sin el, sola.

-Te entiendo- Le contesté con una sonrisa -Lo cierto es que yo también pensé asi durante una época de mi vida, cuando murieron mis padres para ser más exactos, odiaba al ser humano, y...en realidad creo que lo sigo odiando, pero aprendí a vivir con ellos, ¿Qué remedio? si soy uno de ellos- Solté una carcajada -Aprendí a...admirar, en cierto modo, a las personas, por como eran con otras, ya que conmigo nunca se portaron de manera admirable- Miré alrededor -De pequeña solía creer que algunas personas de la tierra no eran seres humanos, los que creía especiales, los que nunca me habían hecho daño, o tenía algo especial que aprender de ellos. Creía que eran algún tipo de seres especiales que no tenían la maldad de los seres humanos.- Sonreí mirandole -Es bonito pensar asi-

-Sentimientos eh... aqui entre nos, ese al que reventaste a patadas se veia triste - Arrugué la nariz y le miré con una expresión de molestia finjida, luego sonreí.

-No, en serio, no sé, había algunos más pequeños, ¿verdad? Los que matamos...eran más pequeños de lo normal,¿No?- Hice como que quería cambiar de tema

Lo cierto es que me sentía idiota por pensar en eso, si no matabamos a esos bichos, se nos comían pero aun así no podía evitar pensar que tal vez tuvieran familias, que hubieramos matado a los hijos de una feliz familia, de una feliz familia que come humanos...idiota...

-yo? salia en tu sueño? eso explica tu expresion de terror...- Dibujé una liera sonrisa y solté un simple "bah!" ante su comentario

-No, no sé...tampoco es que fuera malo, es más bien lo que sentí dentro del sueño lo que me pareció malo. En el, yo estaba tocando el piano y... entonces apareciste tu, yo estaba en el local de siempre, pero el local no estaba como siempre, sino...destruido, creo que eso significa algo asi como que, es lo que me queda allí que me de vida, tocar el piano en aquel local, pero que realmente yo sé que no es suficiente para vivir, que mi vida en mi mundo no es...buena, estoy llevando una vida destruida, por mi piano...- Poco a poco me dejé llevar, como cuando hablaba sola en mi habitación, fuera de allí, por un instante olvidé que estaba Christian escuchandome.-Luego apareciste tu, creo que acababas de reventar unas cuantas cabezas de fherals- Dije sonriendo -Pero tenías miedo, o eso parecía, no sabría explicarlo, estabas raro...y eso me aterrorizó, fue como si te conociera de toda la vida y de repente hubieras cambiado, dejé de tocar el piano, porque no sonaba, y...no lo sé, me lenvanté y te miré, quería acercarme a ti, pero a la vez tenía miedo, porque no sabía que te pasaba.- Ouch!

Había vuelto a hablar sin darme cuenta de que no estaba sola y de vez en cuando volvía a aparecer esa maldita sensación de verguenza, no estaba haciendo nada raro, pero estaba hablando demasiado ¿no?

Miré en otra dirección.

-Creo que el sueño significa que estoy dudando entre quedarme en este mundo y volver al mio, al nuestro, pero a la vez tengo miedo de este mundo, porque no lo conozco, aun asi...creo que prefiero vivir en un mundo que no conozco que morir en uno que conozco demasiado, sino no habría dejado de sonar el piano...-

Le miré con una sonrisa que apenas se notaba, esperando a que me diera su opinión.

-Oye, alomejor quieres descansar...- Le dije despues de la charla aburrida que le acababa de dar. El aun no había dormido.

-Que me podria pasar...?- le pregunte.

Y era cierto, llevaba mucho tiempo sin dormir, quiza, en este mundo si sea capaz de dormir, quiza aqui si pueda concebir el sueño.

-Me imagino que son como animales... supongo que tienen crias, forman grupos, manadas, circulos familiares... pero de eso, a saber si tienen nuestra capacidad de sentimientos, no lo se... quiza podriamos preguntarles, pero, se me antoja mala idea...- trate de sonreir pero se me escapo un bostezo.

-Si decides quedarte aqui, podemos hacer un equipo matazombies, ya sabes, para... Matar zombies, conseguimos un refugio, descanzamos y asi...-el sueño comenzaba a vencerme y lo que trataba de decir comenzaba a sonar como un balbuceo.

Me recarge contra la pared, suijete fuerte la espada.
-Si oyes algo raro, despiertame... no luches sola. y no te vayas a asustar, me muevo mucho al dormir...- Diciendo esto, cerre los ojos y me apoye contra la pared, ya no hablaba claro, el sueño me hacia balbucear y hablar sin sentido.

-a mi me encantaria que te quedaras.- Balbucee medio dormido

Me quedé mirandole desde que cerró los ojos hasta que se quedó dormido del todo y sonreí al escucharle decir la última frase.

Pasé lo que quedaba de noche pensando, y lo cierto es que pasó bastante tranquila. A veces, si me quedaba muy en silencio, oía a aquellos zombies desde lejos, pero lo cierto es que, o no se acercaron demasiado a aquel refugio o no hicieron ruido alguno. Cada vez se oía menos ruido afuera, y supuse que estaba amaneciendo.

Tal vez lo mejor sería salir, ahora que los fherals se encontraban lejos o no habían demasiados, al parecer durante el día no habían demasiados por ahí.

Miré a Christian. Alomejor algún día podría analizar sus sueños también.

Quisiera quedarme en aquel lugar pero, ¿Y si lo perdía a el? El único motivo por el que podría querer quedarme era que por fin había encontrado a alguien con quien era capaz de hablar, pero, él no tenía porque estar conmigo siempre, ¿Y si decidía irse por su camino y dejarme sola? No, no lo haría...

Matazombies...Me reí en silencio.

-Chris...Creo que ya ha amanecido, no se oye ruido ahí fuera, tal vez deberíamos salir...Eyy!- Le dije mientras le golpeaba con delicadeza un brazo, esperando que se despertara.

Abri los ojos muy despacio, habia dormido bien, como nunca de echo, era por eso que amaba este lugar, aqui lo unico de lo que me preocupaba eran fherals y comida, pero aya afuera, ni dormir podia...

-Soñe... que habia un grupo, que mataba fherals, eran como un grupo de... asesinos? que rondaban la ciudad matando zombies... y eramos parte de ellos.... no me suena tan mala idea... aunque, antes de eso, soñe que yo era un cono gigante de helado y no me podia lamer a mi mismo... Creo que, tomare mas en cuenta el segundo sueño. Dije riendo, pero lo mas triste, es que ambos sueños si los tube y vaya, odiaba no poder lamer mi propio helado.

si, efectivamente no habia ruido y se filtraba la luz, por lo que parecia, esos bichos rondaban mas de noche que de dia...

Me puse de pie, jale a Lyra de la mano y abri la puerta para salir, era curioso, antes me sentia raro de tomarla de la muñeca para correr, pero ahora me sentia seguro de tomarle la mano cuando queria ayudarla.

me dirigi hacia donde el bate y efectivamente ahi estaba, le cogi y se lo di a Lyra.

Saque de su funda mi espada, era realmente enorme, media solamente un poco menos que Lyra.

-Has visto Corazon valiente? una peli viejisima, donde el tio usa una espada como esta... Quiza ese sea mi nombre, Brave heart o corazon valiente... o William Wallace, como se llamaba el...- Dije entre risas y es que, era de saberse, que tenia MUY buen humor despues de haber podido dormir bien al fin.

[color=blue]-y tu que seras? Mozart-matazombies? no suena mal, no no...-[/colo] Esperaba no molestarla con mis tonterias, pero encerio estaba de buen humor.

-Sabes, recuerdas la casa donde llegamos? deberiamos de ir, quiza haya mas como nosotros, imagina lo mal que se la pasan, lo mal que la pasamos nosotros al llegar... aparte, sera bueno ir a curiosear, ahora que es de dia, no crees?- Diciendo esto enfunde de nuevo la espada y me acerque a Lyra.

Le mire a los ojos y le agradeci por hacerme guardia mientras dormia.

luego le hice una seña que me siguiera de nuevo a las calles de la ciudad, odiaba pensar, que habia gente como nosotros muriendo... Debia de hacer algo para tenderles una mano si es que estaban ahi, de seguro Lyra lo entendia.

-Y si te encontrara un piano que funcionase en esta ciudad, te quedarias?- Pregunte sonriendo y es que, no se me antojaba tan descabellado encontrar un piano.