La primera impresion siempre es la mas importante (John + libre)

Tras salir de esa pocilga la imagen de lo que estaba viendo ahora me cegaba la vista. No podía creer lo que veían mis ojos, ¿una puta ciudad en ruinas? ¿y que hago yo aquí? en mi cabeza retumbaban preguntas y mas preguntas de lo que ya estaba claro que nadie podría responderme. Confiado di unos pasos hacia adelante chocando con mis botines la sucia arena de este lugar. Entonces de mi boca susurrante salieron estas palabras -Pero... -¿¡De donde coño ha salido todo esto!?-. En mitad de una avenida gigantesca y solitaria me encontraba yo, sin saber lo que me depararía el futuro, si era el único que había aparecido aquí o si estaba ya muerto. Lo último que recordaba era haber caído en mi cama tras un duro día de trabajo con las mismas ropas que tenia ahora... Entonces escucha un sonido que no me gustaba nada, mire a mi alrededor y no vi a nadie, en ese momento pensé en que talvez fuera una persona pero después de lo que había leído en esa pared al despertar no me atrevía a comprobarlo corrí por las calles de una manera desenfrenada intentando encontrar ayuda, un poco de agua o un palo para poder defenderme...

Decidí seguir por mi camino en busca de mi compañero, con el que había aparecido allí, lo cierto es que le echaba muchisimo de menos, y tenía muchas ganas de volver a verle.

Por un momento me sentí demasiado estúpida, callejeando por un lugar aun desconocido para mi, y habiendome separado de las personas con las que me había encontrado, sabiendo lo peligroso que era aquel lugar.

Bajé la mirada y observé mi cicatriz en el estómago. Justo en aquel momento, como recordandome quien era el autor de aquello, oí un gruñido a mis espaldas. Sentí como se me aceleraba el corazón y eché a correr todo lo rápido que pude e intentando no hacer ruido, aunque el sonido de mi respiración agitada por el miedo no podía evitarse.

Escuché los rápidos pasos de alguien cerca mia, pero no llegué a adivinar de donde provenían, así que seguí corriendo hacia delante, huyendo de algún posible fheral.

Al acercarme a una esquina, supe que el sonido de aquellos pasos venían del otro lado, y ya no iba a volver atrás, pues estaba demasiado cerca del lugar, no escuché más que a uno, así que, decidiendo que estaba demasiado cansada para seguir huyendo, decidí embestirle en cuanto cruzara la esquina y asi, ganar tiempo para cuando este estuviera en el suelo, volver a huir.

Un segundo despues ví aparecer una figura tras aquella esquina y no dude en embestirle hasta que ya no pude evitarlo, puesto que me dí cuenta de que no era un fheral, pero los gruñidos de antes...

-¡Joder, lo siento!-Exclamé tirada en el suelo con un chico al lado, mientras me levantaba e intentaba recobrar el aliento.

-¿Por qué corres? ¿Has visto alguno?-Dije ya en pie, mirando al chico con una expresión de terror en el rostro y separandome unos pasos de el, con miedo.

-Lo siento de verdad ¿Estás bien? Creía que eras un bicho de esos, estoy sola y tenía miedo-Me excusé aterrorizada.

Tal vez tenía un arma, porque, al parecer, allí, todos menos yo se habían buscado la vida para conseguir un arma con la que amenazarme.

Una sombra me golpeo mientras corria, cai al suelo lleno de sudor. Cuando mire hacia arriba era la figura de una bella joven que corria despaborida presa del miedo como yo. Ella balvuceo unas palabras pero hasta que dijo estas ultimas no le heche cuenta-Lo siento de verdad ¿Estás bien? Creía que eras un bicho de esos, estoy sola y tenía miedo- entonces todavia con el corazon en un puño le pregunte que si esos bichos existian... bueno, se lo pregunte a mi manera -¿¡Bichos!? ¿¡Que bichos!? ¡No me jodas que son de verdad!- en aquel momento me sentia estupido, parecia que estaba en una peli de zombies, no sabia la que se me venia encima. Respire un par de veces estrujando los dedos de las manos para tranquilizarme y una vez tranquilo y con las cosas en su sitio me percate de que los enormes ojos de aquella muchacha me miraban. Entonces le pregunte -¿Quien eres?¿Eres de aqui o tambien has aparecido de repente?¿Conoces algun lugar seguro?- Eran demasiadas preguntas en muy poco tiempo para responderlas puesto que si esos demonios existian de verdad estabamos muy jodidos. -Si conoces algun lugar seguro porfavor llevame a el- El hecho de haberme encontrado a alguien me tranquilizaba y si encima era una chica guapa tendria buena compañia y se reducirian las posibilidades de que ella fuera una especie de maniaco perturvado que me pudo conducir aqui. Entonces deposite todas mis esperanzas en aquella cria para poder salir de aqui vivo...

Al parecer aquel chico no llevaba mucho tiempo en el lugar y aún no había visto un fheral. Como le envidiaba.

Por un momento le temí, pero si acababa de llegar, no le habría dado tiempo de hacerse con un arma, ¿No? Aun así estaba segura de que si quería podía matarme con sus propias manos.

-Sí...son de verdad-Dije casi en un susurro, calmandome del susto, volviendo a ser yo.

-Me llamo...Lyra-Contesté timida tendiendole la mano, pero sin acercarme, pues aquel chico me daba miedo de verdad, no sabía en quien confiar allí.


-Yo también aparecí aqui de repente...me desperté aqui, yo...no conozco ningún lugar donde refugiarnos...lo siento-Le dije con tristeza -¿Has visto a alguien más por aqui?-Pregunté pensando en Christian, aunque parecía obvio que la respuesta era "no".

Lo cierto es que pensaba salir corriendo en cuanto acabara de hablar con el, pero había algo que me retenía, y tal vez fuera ese inmenso miedo a la soledad que sentía. Aunque lo cierto es que si aquel chico me daba miedo no sabía si era peor estar en su compañía o sola. Pero, ¿Qué coño? A mi me daba miedo cualquier ser humano, ya había aprendido a desconfiar de todos.

-¿Tienes...un...arma, o algo con lo que podamos defendernos?-Pregunté deseando que tuviera algo, aunque si lo llevara ya lo habría usado contra mi, seguramente.

-Debería...-Le miré con pena -Deberíamos escondernos-Rectifiqué -Podrían estar cerca, me pareció escucharlos antes...-Expliqué.

Bajé la mirada mirando la cicatriz que se veía en mi barriga, pues esta quedaba al descubierto bajo mi camiseta rasgada, la cual solo cubría mis pechos y poco más por debajo de ellos. No quería volver a ver un bicho de aquellos, me dolía la cicatriz solo de pensar en lo que ocurrió aquel día. Estuve tan cerca de morir...

En ese momento note que aquella chabala estaba aterrada. Para convencerla a ella y talvez tambien a mi la mire con una calida mirada a los ojos y le dije -Tranquila, no voy a hacerte daño, eres a la primera persona que veo aqui y como es natural no voy a dejar que te vallas por las buenas. Dos son mejor que uno. Ahora mismo estoy desarmado asi que sera mejor encontrar algun refigio, algo de comida, un arma y montar algun tipo de hoguera- Me sorprendi a mi mismo cuando dije esas palabras talvez me habia convertido en un heroe, algo que no habia sido nunca pero despues de toparme con Lyra senti una fuerte empatia y la necesidad de ayudarla y bueno, si la ayudaba a ella tambien me ayudaria a mi... Entonces la agarre de la mano y dije -Ahora tu y yo iremos juntos ¿vale?- Entonces al levantarle el brazo pude fijarme con mayor facilidad en la enorme cicatriz que tenia en costado y le pregunte -¿Estas bien? ¿Necesitas algun tipo de medicacion especial o algo para eso? Deberiamos ir a algun medico ¿Conoces alguno en esta ciudad fantasmal?- Hice una muesca parecida a la mas sincera sonrisa que me salia en ese mismo momento intentando romper el hielo y hacer que aquella misteriosa mujer confiara en mi. Pronto empezamos una rapida busqueda de algun tipo de supermercado o algo semejante en esta mierda de ciudad... Entramos en una vivienda tras muchos minutos sin encontrar nada y empezamos a combersar... -Lyra ¿no? porfavor explicame que coño pasa aqui y que es eso del portal y de los zombies-

Lo cierto es que sus palabras me tranquilizaron un poco.

-No, esto está bien ya-Dije señalando la cicatriz. -No conozco ningún médico, y encontrar comida aqui será dificil-Contesté algo distante.

Comenzamos a andar, hasta que llegamos a una casa en la que entramos, silenciosamente, para registrar y tratar de buscar algo de comida, al menos.

-Lyra ¿no? porfavor explicame que coño pasa aqui y que es eso del portal y de los zombies-

-Lyra-Afirmé-No me has dicho tu nombre. Bueno, de los fherals no te vas a librar, ya los verás, como ya leerías en la pared...no recuerdo bien el mensaje, pero bueno, son algo parecido a los zombies, más grandes que los humanos y mucho más fuertes...salen más de noche que de día, pero el único problema es el sol, y aqui no suele haber mucho, por lo que tampoco es raro verlos por el día-Empecé a urgar bajo muebles destrozados, esperando encontrar un arma, puesto que dí por hecho que allí no habría comida.

-Del portal no sé nada, ¿Lo estás buscando?-Le dije dirigiendole una mirada de apenas dos segundos -Tengo entendido que solo pueden salir unos cuantos por ahí.-Dije volviendo a rebuscar entre trozos de piedra y madera. -Yo no creo que exista.-

Me dí la vuelta girandome hacia el.

-Aqui no vamos a encontrar comida-Concluí y resoplé con cansancio.

-Mi nombre es Cooper, John Cooper- en ese momento me senti como un autentico 007 o un autentico gilipollas, -Si aqui no hay comida tendremos que buscarla por otra parte- dije -Claro que estoy buscando el portal, si con eso puede evitar que me coman unos monstruos lo intentare con todas mis ganas...-. Mientras seguia rebuscando entre los objetos note cierta desconfianza por parte de aquella extraña mujer y no pude contener mis palabras -¿Acaso me tienes miedo?-, entonces pense que lo mas coherente seria buscar a mas supervivientes, porque siempre es mejor ir acompañado y porque es mas facil la reparticion de tareas. Si algo me enseño la carcel es que el numero de gente que esta a tu lado en momentos critiscos como este puede ayudar muchisimo y entonces le pregunte si conocia a alguien aqui -¿Conoces a alguien mas en este sitio?-. Tambien pense que en una ciudad hay sitios con mas importancia que otros, no encontrariamos a nadie escondidos en una casa, pero si llegabamos a una plaza o algo parecido podria ser que nos encontraramos a alguien que quisiera seguir su camino con nosotros, el unico problema esque habiamos perdido ya mucho tiempo y la noche se nos hechaba encima. Sin pensar mas intente exponer mis ideas -Mira Lyra, he estado pensando que seria mas facil sobrevivir aqui si encontramos a alguien mas que siga su camino con nosotros, para ello deberiamos ir a un lugar de reelevancia como puede ser una plaza, un hospital o algo parecido, asegurarlo y montar una hoguera. Con algo de humo talvez se acerque algun superviviente. ¿Que me dices? El unico problema es que ya es de noche- Empece a reforzar puerta y ventanas con muebles para que ningun bicho pudiera entrar. -Tendremos que pasar la noche aqui, no creo que entre ningun monstruo pero si quieres podemos hacer turnos.- Entonces me sente en una esquina con la mujer a mi lado y rompimos a conversar, el primero fuy yo. -¿A que te dedicabas antes de estar aqui?- era una pregunta comprometida, y cuando la dije me acorde de que si me la hacia ella, no sabria si contestarle con la verdad o no, puesto que ella era timida y si le decia la verdad podria salir corriendo, pero si mentia y me descubria tendria que explicarle muchas cosas. Tenia muy poco tiempo para pensar y ella se disponia a contestarme...

-¿Miedo?-Pregunté sorprendida por la pregunta -No es eso...pero...hay gente que mataría a otras personas para llegar a aquel portal- Vamos, que tenía miedo dicho de forma delicada.

-Pero a mi no me interesa el portal.-Dije sentandome en un rincón, algo lejos del chico, y abrazandome las rodillas, como solía hacer.

-Sí, me he encontrado con algunas personas, pero me intimida viajar con gente con quien no tengo confianza-Expliqué dandome cuenta de que lo cierto es que con el no tenía confianza alguna.

-Estoy buscando a un chico...-Dije casi en un susurro, agachando la mirada. Ojala estuviera bien, lo cierto es que si no siguiera vivo, yo no sería capaz de aguantar en aquel mundo.

Ví como me explicaba lo que pensaba e intentaba tapar las ventanas y todos los lugares por donde pudieran entrar aquellos zombies. Aunque en mi opinión, creo que el silencio, sería lo mejor para que no se acercaran, si quisieran podrían entrar con aquellos muebles en medio o sin ellos.

-Sí, tienes razón, deberíamos buscar a alguien, pero creo que no hay ningún lugar, al menos por ahora, donde se reúnan las personas de este sitio, y yo no haría ninguna hoguera, por si acaso.-Dije aún con la mirada fija en el suelo. Tal vez aquello no atrajera a los fheral, pero no me arriesgaría.

-¿A que te dedicabas antes de estar aqui?- Levanté la mirada y le sonreí, recordando la primera vez que me preguntaron aquello desde que llegué allí.

-Pues era...-Paré antes de continuar -Pianista-Contesté con una sonrisa de oreja a oreja y esque, tal vez no fuera del todo cierto, solo tocaba de vez en cuando en un local cutre, pero para mi aquello era más importante que todas las tonterías que estudiaba.

Tal vez el chico se extrañó por mi expresión, y por ello, pronto volví a ponerme seria y a bajar la mirada y esque, desde que nos habíamos conocido me había mantenido bastante distante y seria.

Y...¿Cómo era tu vida?-Pregunté con algo de desgana.

Entonces llego la pregunta mas dificil de contestar de toda mi vida, incluso cuando se te declara una mujer que no te gusta e intentas decirle que no de una manera delicada para que no le duela. Entonces bajo la presion de su mirada, tuve que decirle la verdad, me dolio muchisimo que se enterara asi pero si era la compañera que debia estar a mi lado en todo el tiempo que estubiera en esta mierda de ciudad debia ser sincero, bueno, entonces dije -No quiero que esto te haga tener una mala impresion de mi...- Dije con verguenza -Yo... Me crie en un ambiente problematico, mi familia estaba rota y tuve que criarme en la calle junto a la peor calaña de ladrones y asesinos. Aunque no me creas te digo que yo no soy como ellos, osea, si es cierto que estube un cierto tiempo entre rejas por culpa de un par de problemas con el narcotrafico. Pero te juro que ahora soy una persona distinta... Ya no hago esas cosas, y preferiria morir antes que volver a ese mundillo- musite, la mirada de la chica perpleja me hacia latir el corazon a una velocidad muy superior a la normal, mi sensacion era indescriptible y entonces solte la tonteria mas grande de mi vida por la boca, -¡Enserio, enserio! ¡Nunca he matado a nadie! ¡No soy peligroso!- Avergonzado de mi mismo mire al suelo, entre lagrimas y en ese momento toda mi vida habia pasado ante mis ojos, fue sin duda el momento mas duro de toda mi vida. No soy un hombre al que le agrade llorar en publico, y menos delante de aquella chiquilla que ahora era lo unico que tenia. Con mi voz apagada le dije que no se fuera. Pero ahora la suerte estaba hechada. O bien ella se apiadaria de mi y seguiriamos juntos hasta que algun mal mayor nos separe o huiria a la mañana siguiente sin dar señales de vida en el resto del tiempo que este aqui...

Lo cierto es que cuando me explicó todo aquello me entraron ganas de gritarle que era un mentiroso, que si alguien hizo ese tipo de cosas una vez volvería a hacerlo, teniendo claro que no era una buena compañía.Pero tal vez lo hubiera hecho, o al menos pensado, en mi otra vida, antes de llegar allí, pues tenía la esperanza de que tal y como había cambiado la mia, la vida de todos los demás cambiara al llegar a ese mundo.

El chico empezó a llorar, y dejé de mirarle, para devolver la mirada al suelo muy seria.

-No te preocupes, te creo-Fue mi única respuesta, que apenas sonó en el lugar.

Lo cierto es que a todos los que había conocido allí no es que hubieran llevado muy buena vida antes de aparecer de repente en aquel sitio, de echo nisiquiera yo la había llevado, por una cosa o por otra. Y aquello era algo a tener en cuenta cuando nos preguntabamos ¿Por qué estámos aqui?

-Si quieres descansar, yo te haré guardia un rato-Dije mientras sacaba del bolsillo de mi pantalón aquella piedrecilla con forma de estrella y la estrechaba en mi mano.Y es que tampoco podría dormir y tenía mucho en que pensar.

Necesitaba una soledad segura, y aquella lo parecía, estaba con alguien, aunque estuviera dormido, me sentiría más segura que estando sola.

-Si te ocurre algo habisame- musite frotando mis lagrimas desonrosas -Yo hare turno cuando estes cansada-. La noche transcurrio sin problemas, nadie ni nada nos molesto, hicimos turnos como era de esperar y a la mañana siguiente nos levantamos y con mucho cuidado nos fuimos. Caminamos por la calle con precaucion intentando buscar algo que meternos en la boca, desde que llegue no habia encontrado nada.

Llegamos a una especie de antigua tienda de comestibles, miramos por la ventana sin hacer ruido y pudimos observar que las despensas estaban llenas. Podriamos comernos todo lo que hubiera alli, pero habia un detalle que se nos escapaba. Dentro de la tienda habia durmiendo una especie de bicho blanco gigante. Cuando lo vi termine de creerme la historia de la pared y recorde que ponia que solian andar en grupos, estabamos desarmados y ella estaba herida. ¿Que debiamos hacer? Tras comunicarnos mediante susurros tomamos la determinacion de que ella debia quedarse en la puerta vigilando mientras yo entraba a cojer algo de comida, no mas de un par de botellas de agua y pan. Entonces entre, nuestros corazones latiendo velozmente y los ronquidos de aquella bestia era lo unico que se escuchaba en el ambiente... Camine dejando a la bestia dormida a mi derecha, me daba miedo pensar en que podria despertarse si crujian mas de la cuenta las tablas que formaban el inestable suelo. Asi cuando llegue empece a cojer comida pero pronto me pare porque escuche algun gruñido extraño, yo estaba acojonado pero cuando mire hacia atras me di cuenta que solo era uno de esos sonidos que hace la gente cuando se da la vuelta en la cama, y asi fue, el monstruo solo estaba durmiendo la mona y girandose un poco. Cuando cogi la comida y sali por la puerta intentamos recorrer el maximo espacio de tiempo sin hacer ruido y sin hablar. Ya habiendo andado cerca de 15 minutos en silencio mire a la chavala y dije -Nos hemos salvado por poco-. Entre sonrisas decidimos hacer un alto en el camino y comer algo porque nuestros estomagos estaban ya a las ultimas. No os podeis imaginar lo bien que entra un pan mohoso por el cuerpo si un dia antes no has comido nada...

Entonces la extraña chica abrio la boca para decirme algo...

-No vas a volver a hacer eso- Contesté seria y de mal humor.

No teníamos armas y, al parecer el no era consciente de lo que eran capaces de hacer aquellos bichos, yo, por desgracia, sí lo sabía. No iba a quedarme de brazos cruzados mientras mataban a una persona delante de mis narices, pero, sabía que no iba a poder hacer ninguna otra cosa en aquellas condiciones.

-¿Sabes que esos bichos no suelen ir solos?-Pregunté mientras le quitaba un trozo de pan de la mano

Lo cierto es que me sorprendió que hubiera comida allí, teniendo en cuenta que la mayoría de las tiendas del lugar estaban completamente saqueadas y hasta ahora me había costado mucho conseguir algo de comer.

Empecé a comer y, aunque realmente estaba asquerosa aquella comida, nos serviría de alimento.

-Mira, seguramente tu preferirías morir antes que quedarte en este sitio-Contesté tragando el último mordisco que le día al pedazo de pan. Estaba de muy mal humor, y lo cierto es que creía haber aprendido a controlar aquello, nunca me ponía de mal humor, nunca me enfadaba y si lo hacía no se lo hacía ver a nadie, pero ahora tenía algo por lo que luchar, y no iba a dejar que nadie se lo cargara.

-Pero yo pienso quedarme en este sitio, y prefiero que sea viva, ¿Vale? Asi que, la próxima vez que te acerques a un bicho de aquellos-Señalé atrás -Más te vale que tengas bien planeado como reventarle la cabeza- Me puse en pie, sacudiendo, pues había estado sentada en un bordillo y comencé a andar hacia adelante, con paso seguro.

Yo tenía bien claro adonde iba, pensaba encontrar a Christian, y, no me iba a deshacer de John, porque lo cierto es que, por mucho que me molestaran sus decisiones, seguía prefiriendole a la soledad de aquel lugar.

Seguí andando, esperando que me siguiera.

Impresionado por la reaccion de aqueña niña por lo que acababa de hacer tube que levantarme y seguirla a paso acelerado. Cuando la alcance intente hablar con ella pero no me hacia ni puto caso, asi que de manera no muy ortodoxa pero poco violenta la puse contra una pared, la mire a los ojos y le dije -Se que no era muy inteligente la decision que he tomado antes, pero si en este sitio no hay comida y yo consigo un poco, lo minimo de deberias hacer es mostrar un poco de gratitud- No tenia ni idea de que queria esa niña en aquel momento, no comprendia porque preferia darse por vencida antes de intentar luchar por sobrevivir y volver a la vida que tenia antes, joder, hasta yo que mi vida era una mierda prefiero salir de este agujero pues imaginate una bella y joven chabala con todo una vida por delante. Los unicos motivos que se me pasaron por la cabeza en aquel momento es porque o bien se habia escapado de un hambiente tremendamente problematico o porque se habia enamorado de alguien de aqui. Y esto ultimo si que no lo podria comprender, ¿Acaso merece la pena sacrificar la vida por un tio? entonces me di cuenta que las ultimas palabras las dije en un tono demasiado alto y el sonido habia despertado algo. Escuchamos gemidos, gritos y algo corriendo hacia nosotros. Sin pensarlo dos veces salimos corriendo hacia el sentido contrario del cual venian los sonidos. Corriendo llegamos a un callejon sin salida, ella y yo estabamos agotados de correr y entonces del mismo callejon del que acabamos de salir aparecieron dos de esas bestias, pero esta vez estaban despiertas y babeaban. Rapidamente busque algo con lo que golpearlos a mi alrededor y no podia creerme lo que estaba viendo, a mi lado pude ver algo brillante, la suerte me sonrio en ese momento. Lo cogi del suelo, era un bate de metal* entonces mire a los bichos que estaban quietos haciendo una mueca que mostraba lo que proximamente iva a pasar. Ellos se encontraban a unos 10 metros de nosotros, el primero salto hacia mi y se llevo un potente golpe en el estomago con el palo, Nunca habia jugado al baseball pero en ese momento me sentia como el mejor jugador del planeta, el bicho al que habia golpeado ahora se encontaba quieto escupiendo sangre y lamentandose del dolor y rapidamente le pude asestar un segundo golpe en el craneo haciendole perder el conocimiento. El segundo aun distante nos miraba a Lyra y a mi con cara de hambre pero de miedo y entonces una vez uno en el suelo y el otro mirandolo me acerque a el de un brinco agitando el bate y como si de un perro al que ivan a golpear se tratara con el rabo entre las piernas salio corriendo por donde habia venido. Entonces la que estaba de piedra me miro con los ojos muy habiertos por la impresion del momento. Entonces el blanquito que estaba en el suelo bocabajo empezo a moverse y a pegar estertores de rabia y yo violentamente empeze a golpearle la cabeza con mi nueva arma hasta matarlo. Mire a Lyra y le pregunte -¿Estas bien?-, esta sin que pudiera salirle palabra por la boca asintio con la cabeza...

*Bate de metal comprado con anterioridad en la tienda.

Apenas escuché sus palabras cuando me puso contra la pared, solo sentía rabia al no poder apartarme de el hasta que decidiera el que me lo permitiría.

No me salían las palabras y solo podía sentir angustia.

Pronto nos vimos corriendo calle abajo, al escuchar lo que era, claramente, el sonido de más de un fheral corriendo hacia nosotros, y no pudimos hacer otra cosa que meternos en un callejon sin salida.

Observé como el chico mataba a aquel zombie y el otro salía huyendo, sin poder decir nada, y es que, lo cierto es que les había cogido un increíble pánico a aquellos bichos. Pronto se hizo el silencio en el lugar y el chico me miró aun cogiendo aire.

-¿Estas bien?-Asentí mirandole con desprecio y me senté en el suelo, abracé mis rodillas y escondí el rostro entre mis brazos y ellas.

Intenté evitarlo, pero sin quererlo, ya había un mar de lágrimas corriendo por mis mejillas. Me sentía fatal, no quería estar en ese mundo asi, no me gustaba y me sentía sola, me sentía como siempre me había sentido, pero no quería despertar de aquella pesadilla. Me sentía completamente idiota, quería seguir viviendo en un lugar que odiaba, pero tenía tanto que hacer allí...me quedaban muchos sueños por cumplir, y quería hacerlo.

Yo, al contrario que el, preferiría morir antes de volver a mi mundo.

Vi a aquella mujer llorando en el suelo, en y pense que era peligroso estar ahi lloriqueando y armando escandalo pero mi empatia me impidio dejarla ahi sola a merced de aquellos bichos. Ahora que tenia un arma podia sentirme mas seguro, pero entonces, empece a sentir dolores de cabeza y recorde que hacia un dia y pico que no me tomaba mi medicacion....

Eso significaba que empezarian a darme unas lebes fiebres y empezaria a volverme mas violento, la prueba de ello se encontraba en el suelo con el craneo estampado en el suelo... Uno no puede salir del mundo de las drogas y la violencia sin algun que otro problema, el mio era este. Sin mi medicacion podria perderlo todo, al ser mas violento y sentimentalmente inestable podria perder la poca amistad que hasta ahora habia tratado de conseguir con Lyra y tambien porque podria ser peligroso incluso para mi, estar rodeado de bichos y lanzarte al ataque sin un plan podria ser arriesgado...

Lo unico que tenia claro esque necesitaba encontrar mi mediacacion y si no puediera ser asi algun tipo de tanquilizante podria serme util...

Entonces le pregunte a Lyra si podriamos marcharnos y tambien le comente que necesitaba ir a algun sitio donde encontrar aspirina que empezaba a dolerme la cabeza. Pero obviamente no le dije lo que de verdad me pasaba...

Me levanté algo más desahogada, secandome las lágirmas y lo miré.

-¿Y adonde vamos a ir?-Le dije casi en un susurro, con la mirada en el suelo. -Aquí no es muy facil que digamos encontrar nada de ese tipo-Me asomé a la esquina, con cuidado, para ver si había algún fheral.

-Tu dirás-Dije completamente desganada, dandome la vuelta y mirandole.

Lo cierto es que no me importaba adonde ir, yo no era tan fuerte como para sobrevivir allí sola demasiado tiempo, asi que solo cabía esperar a que pasara lo que tuviera que pasar.

Cuando estaba con Christian las cosas no me afectaban tanto, me sentía más segura, sentía que tenía otra vida, pero ahora, me sentía como en mi mundo, pero aun peor. Ya daba igual.

Me quedé mirando al chico, esperando que fuera el quien me dijera adonde ibamos a ir, pues lo cierto es que yo no tenía ni idea de donde encontrar un aspirina, de hecho me parecía hasta ridículo pensar en encontrarlo.

Le tendi la mano para ayudarla a que se levantase. Entonces senti como el sudor que brotaba de mi frente empezaba a descender por mi cuerpo pasando por el cuello y luego por mi espalda acabandose pegado en mi camiseta. Sus ojos me escaneaban el cuerpo tenia la impresion de que ella notaba algo extraño en mi, puede que por mi frecuente parpadeo, por el color de mis ojos que ahora estaban rojos o por mi fuerte sudoracion...

Una vez levantada cogi le mostre el bate y un pequeño hilo de mi voz grave tartamudeo: -Por.. Porque... no vamos a.. a donde el monstruo ese estaba durmiendo.. podriamos... podriamos cargarnoslo...-. Entonces yo esperaba una respuesta, pero... Ahora mismo no me sentia bien como para tomar una decision asi que todo lo que dijera esa chiquilla iria a misa. Lo unico que tenia bastante claro esque si aparecia uno de esos bichos lo pensaba reventar contra la pared..

Bajo el silencio de aquellas calles muertas me quede a esperar una respuesta...

-¿Estás bien?- Pregunté con preocupación.

Este tio estaba loco, ¿Cargarnos a un fheral asi por que sí? Ni de coña, a veces incluso sabiendo que no tenía posibilidades de escaquearme, prefería salir corriendo cuando un bicho de aquellos me perseguía, no pensaba ir a buscarlo para matarlo.

-¿Por qué ibamos a matarlo?-Pregunté mirandole con el ceño fruncido.

Me parecía una locura, y más sabiendo que seguramente no sería el único al que tuvieramos que matar.

Me quedé mirandole, extrañada, pues al parecer, de repente, se estaba empezando a comportar de un modo muy raro. Que por una parte era normal, cualquiera que aparece de repente en un mundo como aquel, se debería de comportar de distinta manera a como se comporta normalmente, lo raro sería lo contrario, pero, tenía tan mala cara...

Me acerqué a el, casi con miedo a tocarle, perpleja.

-¿Es la cabeza? ¿Te duele mucho? Si quieres...podríamos buscar en las facultades, creo recordar que en la enfermería aún quedaba algo, podríamos ir a mirar,¿Quieres?-Le propuse sin dejar de mirarle.

Cogí la botella de agua que el chico había dejado antes en el suelo, para luchar con el fheral y esperé a que me respondiera para salir de allí.

-¿Por qué ibamos a matarlo?- Cuando me dijo eso mi cabeza me daba vueltas, y tuve que contestar -No conozco ningun otro sitio donde encontrar comida o medicinas, pued.. puede que realmente no sea una buena idea- Aunque el verdadero motivo esque cuando estaba asi canalizaba toda mi ira golpeando a algo y si encima ese algo podria matarnos seria hasta mas divertido. Enserio no tomarme la medicacion podria ser muy peligroso, me pongo muy muy agresivo...

Entonces menti diciendo que el dolor de cabeza se me pasaria y que no se preocupara, y empezamos nuestro viaje a las facultades. Mis ojos estaban abiertos como platos, por el camino entre en la siguiente fase de mi patologia, consistia en que me dejaba de doler la cabeza, pero ahora... Me volvia muy violento con el minimo estimulo y encima escuchaba voces. Esas voces empezaron a susurrarme hacer cosas terribles y para colmo tambien recordaba momentos de mi pasado problematico como si los estubiera viviendo ahora mismo....

Normalmente aquellas alucinaciones me las producia vivir o ver algo relacionado con cosas que ya habia vivido antes. Por el camino mientras caminabamos por esas entrincadas y laberinticas calles me sumergi en una de mis pesadillas del pasado...

Era de noche, y me mando mi jefe darle una leccion a un tipo llamado Gonzalo Ruiz, el tio era canijo y tenia pintas de raperillo. Por lo visto habia estado robando parte del dinero que debia repartirle a los camellos que vendian para mi jefe, Jose Peral, los camellos empezaron a quejarse de que le pagaban poco por hacer lo mismo que habian hecho hasta ahora y bueno, gracias a mi conplexion fisica y a que estaba enganchadisimo a esa mierda me mandaron a mi. Lo estaba persiguiendo por un callejon oscuro que al final daba con una balla. Entonces el pobre intento treparla pero fuy mas rapido y lo agarre del cinturon tirandolo al suelo. Una vez en el suelo empeze a patearlo pidiendole el dinero. Despues de una buena sesion de tortura el tio me pago 2000 pavos, nadie suele tener tantisimo dinero en el bolsillo pero por lo visto el tio no se fiaba de guardarlo en otro lugar... Talvez se debiera a que le prendimos fuego a su coche y entramos en su casa a registrarlo. Cogi el dinero y tuve que partirle las piernas a patadas. El suelo estaba lleno de sangre y despues de los gritos y los golpes aquel hombre no podia ni quejarse en voz baja, el tipo estaba medio muerto pero joder, a quien se le ocurria qutarle esa pasta a un alto cargo en esto de las mafias. Me fuy de aque lugar, y cogi el coche para llevarle la recompesa a Jose. Total, de los 2000€ solo le entregue 1750 al jefe, el resto se estraviaron por el camino, para comprar mas mierda...

Mi alucinacion debio de durar solo un par de segundos aunque a mi me parecio eterno... Bueno resumiendo... Llegamos a las facultades...