Algo semejantemente familiar... [libre]

Ya habían pasado unas 10 horas aproximadamente y cada vez estaba más convencido de que estaba muerto,o algo peor, desde luego no estaba secuestrado, y no solo había pasado la vergüenza de equivocarme de manera agigantada sinó que, además, la vciudad estaba desierta, no era similar a New York ni a ninguna otra... me negaba a creer que estábamos en un nuevo mundo, me negaba a creer que había perdido rotundamente la cabeza.
Aun con la bata puesta, caminaba por fuera una vez ya fuera del habitáculo donde habíamos despertado, luchaba por que mi móvil se encendiese mientras, de vez en cuando, la voz del otro lado del teléfono se iba alejando cada vez más de mis pensamientos.

Cuando me dí cuenta, me había quedado solo, había perdido a los demás al empezar con mis paranoias y empecé a mirar hacia todos los lados mientras caminaba cada vez más rápidos, sintiendo ocmo el pecho se me oprimía, por lo que tuve que parar y recostarme contra una pared de un edificio, intentando calmarme hasta que oí un sonido gutural proveniente de uno de los callejones, entonces, todo vino a mí como un flash, el coche, aquel mismo sonido, exactamente reproducido antes de dormirme y la incripción en la pared, mis pupilas se dilataron mientras una sola palabra rondaba por mi cabeza "Fherals".
A mis piernas no le hicieron falta orden alguna, pues empecé a correr como un loco a la vez que miraba para atrás, viendo como mi cordura, la poca que me quedaba, se iba a la mierda al ver a un bicho más alto, más feo, y más terrorífico que ningún otro que hubiese visto antes
-CHRISTIAN!!!!!!!! ALLAN!!!!! LESS!!!!.- Gritaba calle abajo, en un vano intento de persuadirles... o quizás estaba pidiendo ayuda?
Cada vez que cruzaba una calle, me sentía más perdido, jadeaba, mis piernas ya me dolían pero a aquella maldita bestia parecía que la movía un generador de emergencia o algo así, pues aun oía sus pasos unos metros más atrás, no me atrevía a mirar por riesgo a caer como en aquellas películas de terror donde la muerte es ya previsible.

Al final, casi sin poder andar, conseguí llegar a una especie de facultad de medicina e ingresé en el edificio, colándome por un par de habitaciones hasta llegar a una sin salida, donde atranqué la puerta con todos los objetos que allí había e incluso con mi mismo cuerpo, el sudor resbalaba por mi frente mientras intentaba calmar mi respiración, rezando para que lo hubiese despistado, o algo por el estilo.
Recosté mi espalda en la puerta, sentándome encima de lo que la atrancaba y cerré los ojos.

No sé como había llegado a parar en aquella habitación, ni lo que era aquel edificio. Lo único que sé es que por mis piernas no podía haber llegado allí. Me dolía aún todo el cuerpo por el accidente y las piernas por haber vagado tanto por las calles. La herida se me había cerrado gracías a aquella chica... gracías a mi ángel quién me había salvado de la muerte. No podía recordar nada, mi mente estaba en blanco. Estaba allí, acostado en el suelo, parecía dormido. Sí, realmente estaba dormido... o quizás descansando después de la aventura que pasé. Estaba soñando algo. Sí... por primera vez después del accidente estaba soñando algo. Pero todo era vago. No podía darme cuenta de lo que era. Soñé con un hombre. Pero no le podía ver la cara. Sólo oía su vóz. Era una vóz gruesa. Pero tampoco podía recordar lo que el hombre decía. Seguramente era alguien del Mundo Real, pero no podía estar seguro. Como si quiería parar la pesadilla - no podía recordar lo que estaba soñando, sólo soñé con aquel hombre cuyo rostro y vóz no pude reconocer - , abrí los ojos y desperté todo sudado y jadeando. Cuando abrí los ojos miré alrededor y ví que estaba en una pequeña habitación un poco oscura y que alguien más estaba demasiado espantado que había bloqueado la puerta como si lo estaban siguiendo. Vestía una bata de médico, por lo tanto saqué la conclusión de que era médico. Le pregunté que le pasaba. -¡Hey! ¿Qué pasó? Traté de moverme un poco, me toqué la herida y gemí levemente. Afuera se oían pasos, pero no eran pasos normales. Por un momento pensé que se trataba de algun Fheral o esos bichos que decían que existían en aquel pared del Morado de los Perdidos.

Los pasos del Fheral ya se oían cada vez más cerca, mi cuerpo estaba haciendo toda la presión posible contra la puerta aguantando la respiración lo máximo posible, quería que oyese lo mínimo a ver si ocn eso daba media vuelta y se iba, aunque algo dentro de mí me decía que no iba a pasar lo deseado... y menos cuando, una voz que me hizo pensar en si los Fherals halaban, hizo que mirase hacia un cuerpo tendido en el suelo, era... otro humano? pensaba que Christian Allan y Less eran los únicos aparte de mí.
Usando un poco la cabeza, hice una señal de que se callase, pero me temí lo peor al oir como los pasos del pasillo enmudecían de repente pero la respiración de aquella abobinación seguía presente.
Fruncí los labios buscando con la mirada algo con lo que defenderme, miré al chico, pero al parecer tenía una herida que le impedía moverse... que demonios debía hacer?

De repente, una embestida me dejó muy claro qwue debía permanecer junto a la puerta, sabiendo que, como consiguiese entrar, no so0lo moriría y mi vuelta al mundo real sería en vano, sinó que además, scrificaría también a un pobre herido, el cual había encontrado al Fheral por mi causa.
Aunque los topes que estaban frente a la pùerta no surgían mucho efecto, pues las visasgras crujhían a cada embestida y los sonidos guturales que emitía aquella cosa eran más fuertes. Yo me agarraba contra los marcos de la puerta sin poder moverme -BUSCA ALGO, RAPIDO!.- Sabía quee ra una crueldad pedirle algo así a un herido en el suelo, pero era mejor que intentar moverme yo y ganar una muerte segura, en cambio, si tenía algo con que golpearle al menos serviría de distracción para que no se fijase en el chico, ahí tendido. El Fheral me lanzó un par de centrímetros fuera y la puerta se medio abrió, haciendo que una de sus huesudas manos asomase por el marco de la puerta, dando manotazos al aire intentando cazar algo en un mínimo despiste que tuviese.

off: te mato xDD...trajiste el bicho xDD

Este hombre estaba bastante asustado. Seguramente lo siguió alguno de esos bichos de los que decía aquel texto en la pared de la Morada. Los pasos del bicho se hacían cada vez más fuerte. Por un momento no se oía nada, pero dentro de poco se escucharon nuevamente más y más fuertes, señal que ya estaban cerca. Me levanté como pude, me toqué la herida, ya estaba mejor, pero los dolores aún no han desaparecido. El bicho comenzó a dar fuertes embestidas en la puerta. Las bisagras de la puerta ya empezaron a ceder y la puerta se entre medio abrió, dejando que el bicho meta su mano huesuda por allí tratando de agarrar algo O.o . Miré rápidamente alrededor en aquel viejo cuartito y veo en el techo unos lugarcitos pequeños - quizás una pequeña puerta - que llevaba dónde? Miré arriba en el techo y lo atencioné mientras el bicho estaba ocupado y sólo tenía la mano dentro. -¡Psstt! Le enseño la puertita. -¡Por allí podemos salir! Pero había un problema: ¿cómo llegamos hasta la puertita? -Pero... ¿cómo llegamos hasta la puertita? Mientras tanto seguí mirando por allí y encontré un palo de acero bastante duro como de dos metros xD y un esqueleto que servía quizás como modelo para los estudiantes. Le enseño el esqueleto y le enseño el bate. -Ponemos esto en la puerta y en cuanto entra se distrae con él... es demasiado estúpido para creer que no es humano... y con el bate le damos en la cabeza para aturdirlo un rato, mientras tú y yo subimos hasta la puerta. Por la puerta principal no podemos salir. ¿Quién sabe si no trajo más familia suya? xD Era el más idiota de los planes, pero algo era.