Momento decisivo [ Aoki Kintaro, Cristhel Wells, Axel Armstrong, Emie Lemacks & Nanako Kozlov]

por **Nanako Kozlova** Sáb Jun 19, 2010 6:18 pm

El sonido de la katana chocándose con los cuerpos de aquello bichos llamado Fherals, uno, dos, tres, cuatros... No sabía cuanto eran los Fherals que había eliminado tras obtener la Katana, pero al poseer una no significaba que era vencible, porque no siempre te sorprendía de uno a uno, sino que también te atacan en grupos. Sin embargo al ver que no podía luchar contra ellos hay era cuando empezaba a correr lo más rápido que pude, hasta poder esconderme y burlarles unos segundos. Tal vez sea el hecho de que era una buena atleta en mi mundo, en una buena luchadora y en mantenerme en forma. Debía decir que las muertes que había al visto al estar en este lugar eran bastante abundantes pero al verlo tantas veces podía ser ya una rutina; Correr, buscar alimento, estar refugiada en un lugar medianamente seguro sin poder disfrutar de nada, ni de un momento de tranquilidad.

¡Ya estaba harta de esta cosa! de tener que huir y ver como muchas gente moría a mi alrededor sin poder hacer nada, viendo como muchos nos destruíamos por conseguir un portal y sobre todo por comida que era realmente escasa. Pero ¿Qué podía hacer? solo salvarme. Sin embargo preferiría no estar sola pero el destino ha hecho que acabara por separarme de las personas que me topaba, ni siquiera sabía si estaban todos vivos; Los primeros que llegue a encontrarme en al llegar en este lugar, ni a otras personas como es Brooke, Emie, Aoki, Nathalie y otras personas más que aun no recuerdo el nombre, no se si aun están vivos o tal vez tuvieron la desgracia de caer en las garras de aquellos Fherals.

La lluvia no parecía parar en este lugar, era algo constante y repetitivo, no había visto la luz del sol después de mi llegada, ni siquiera se si existe en este lugar el sol, sin embargo debajo de aquella lluvia la cual me empapaba toda; Mi pelo, mi ropa, y un pequeño frío se apoderaba de toda mi piel. En mi mano derecha tenía agarrada fuerte mi Katana dispuesta a derribar a un Fherals que lo tenía delante de mi. Tenía una herida en mi brazo Izquierdo con las marcas de las garras de mi contrincante donde se podía ver las gotas de sangre que salían de aquella herida que debía de ser curada. Por otra parte y a pesar de mi dolor en el brazo no iba a huir sabiendo que la victoria la tenía asegurada.

El Fherals mal herido por algunos cortes causados por mi katana aun seguía en pie con el deseo de devorarme de querer comer y saborear mi carne, sin emabrgo le dejaré con aquel disgusto de no hacer realidad su deseo. Tome la espada con mi dos manos hasta subirla y ponerla algo inclinada mirando hacia delante y con un corte, rápido seco tras una corta corrida hacia mi contrincante y este acercándose a la vez hacia mi, logré un corte perfecto hacia su estómago partiéndolo en dos. El cuerpo del Fherals sin vida estaban debajo de mi pie y el agua de la lluvia me limpiaba de toda la mugre que había cogido, sin embargo no pude sostenerme en pie dado de que había corrido mucho. Rápidamente puse la espada como si la quisiera clavar en el suelo para apoyarme y no caerme hacia aquel suelo mojado donde descansaba el bicho. Mi cabeza esta agachada, cerrando los ojos y mi respiración entrecortada, tratando de recuperar el aire perdido.

por **Emie Lemacks** Sáb Jun 19, 2010 7:28 pm

Bajo la fina lluvia mi cuerpo iba dejando atrás lentamente toda aquella sustancia que salía de cada uno de los Fherals. Mi katana iba siendo arrastrada por el suelo haciendo pequeños surcos, mis hombros bajados y mi pelo hacia adelante me daban un aspecto tétrico. ¿Sería capaz alguien de verme y no gritar? En aquel momento lo veía imposible. Estaba desnutrida, tenía que parar en algún momento y comer algo de lo que había conseguido en el día soleado pero temía que me atacaran cuando bajase la guardia.

Alcé la cabeza hacia el cielo, aquel clima deprimente estaba acabando conmigo, no podía soportar el hecho de que todos los días lloviera y no hubiese luz... no, mi cuerpo ya se había cansado de todo aquello. Miré mis piernas prácticamente incoloras por la poca luz que recibían. Mi pelo estaba perdiendo energía e incluso ya me costaba más ejercer alguna pequeña sonrisa. ¿Qué me estaba pasando?

Me dejé caer en el suelo agotada con el rostro mirando hacia arriba y mis cabellos rozando el suelo. Tenía los ojos cerrados para que ninguna gota de lluvia entrase en su interior. Estaba dejándome desarmada y si me encontraban era posible que me matasen pero simplemente no podía más, necesitaba comer y descansar.

Aguanté unos cuantos minutos más en aquella posición hasta que acabé cogiendo de la mochila el bote de paté y comiéndomelo introduciendo mis dedos y llevándomelos después a la boca. Al notar con mis papilas gustativas aquel sabor mis energías se recuperaron un poco. No por ello dejé de comer, o comía o acabaría muerta antes de tiempo.

Acabé tomando un poco más hasta conseguir que mis fuerzas reaccionasen de nuevo. Guardé la comida en la mochila y continué con mi camino, llevando en aquella situación la cabeza bien alta y la katana sujeta al cinturón.

A lo lejos pude distinguir una menuda figura, sostenida en equilibrio gracias a una espada, o al menos eso parecía desde mi situación. Apreté el pomo de mi arma blanca y me acerqué a ella con un paso lento y equilibrado, era Nanako.

-Hola... ¿Estás bien? ¿Necesitas ayuda? -Le pregunté aunque la respuesta fuese obvia.

por **Aoki Kintaro** Dom Jun 20, 2010 11:18 am

Aquí me encontraba yo, echo polvo, lleno de mugre que no se iba ni con la lluvia, con hambre y con unas ganas de descansar terribles, pero claro después de lo sucedido hacia pocas horas cualquiera se sentaba a relajarse, ¿Cómo había sido todo? iba caminando por el parque y…

- Mierda, ya solo me quedan 5 cigarros, ¿no habrá en este jodido lugar un sitio donde pillar tabaco? - Desde que había llegado aquí y digo aquí por que aun no sabia casi nada de donde estaba o que cojones pasaba, no había echo otra cosa que correr, ser golpeado, amenazado y hasta cortado, mi mano se elevo al cuello recordando a la causante de la pequeña herida que empezaba a cicatrizar en el mismo, y eso no me estaba poniendo de el mejor humor posible a decir verdad, y ahora me encontraba mas perdido que nunca lo que me frustraba aun mas si cabe, en mi mano danzaba el cigarro, dando una serie de vueltas para finalmente lanzarlo al aire y recogerlo, hasta que ocurrió lo que tenia que ocurrir, una ráfaga de aire alejo el pitillo de mi mano lanzándolo a unos arbustos. - Genial - Empecé a caminar hacia donde había caído el susodicho y entonces…

Primero escuche una especie de rugidos, después unos pasos, si es que se le podían llamar así, y finalmente, si lo han adivinado, una de esas esculturales figuras griegas, llamadas comúnmente bichos, se mostró ante mis rasgados ojos, el corazón se acelero a mil por hora, las manos empezaron a temblar y un sudor frío me recorrió el cuerpo, pero no por el bicho en si, a unos centímetros de el yacía mi apreciado cigarro.

- Ni se te ocurra… haz lo que quieras pero eso… no, no nononono… ! Me cago en tu puta madre, bicho de mierda¡ - Lo hizo, el maldito bicho piso el pitillo, a la mierda con todo, desde que había llegado aquí había tratado de entender que pasaba, había tratado de permanecer al margen pero esto… puedes tratar de joderme pero como me jodas el tabaco date por muerto… y el desgraciado, mas feo que pegarle a un padre el día de su jubilación, lo hizo, con saña, con alevosía y yo que se con que mas, pero daba igual, quería jugar, pues jugaríamos.

- Vamos bicho de mierda, me vas a pagar con creces el pitillo que me has jodido - Una expresión fría y seria apareció en mi rostro, la expresión de alguien para el que la vida ajena a perdido valor y fuese lo que fuese el bicho este no valía ni la mitad que ese cigarro, retrocedí el pie derecho mientras levantaba las manos, la izquierda ligeramente por debajo de la derecha, y miraba como el bicho reducía rápidamente la distancia entre nosotros, cuando llego hasta mi lanzo un zarpazo con su mano derecha, tal como había aprendido espere hasta el ultimo segundo para salirme de su trayectoria, un fino rasgazo que empezó a sangrar débilmente te dibujo en mi brazo izquierdo, el jodido era rápido, muy rápido pero tonto y eso lo era aun mas que rápido, atacar así de frente… en cuanto su mano paso la agarre con la izquierda a la vez que ponía la derecha en su hombro y trataba mi pie en el de el, aprovechando la inercia de su embestida hice palanca en la mano que le tenia agarrada hacia el exterior al tiempo que empujaba con firmeza el hombro hacia dentro, el chasquido fue sonoro y la articulación partió, después solo restaba soltarlo y mandando a rodar metiéndole la zancadilla con el pie que lo había trabado… y hasta ahí perfecto, todo salio como tenia que salir, pero el maldito bicho de los cojones se levanto de nuevo como un resorte, su brazo colgaba inerte pero el jodido no parecía ni darse cuenta.

- ¿Pero que cojones sois? - Dudaba que esa cosa me pudiera responder pero cada vez me asaltaba mas frecuentemente esa duda. - A la mierda, vamos puedo con 20 como tu - Yo y mi bocaza… ni que sus hermanitos estuvieran esperando a escuchar para salir, otros dos bichos salieron mirándome de forma nada agradable, suspire resignado mientras pensaba que quizás había exagerado con lo de los 20 - Sabéis una cosa… que os jodan, que os jodan a vosotros y al tabaco, de esta dejo de fumar. - Y Corrí, joder si corrí, como alma que lleva el viento, vamos, que de vez en cuando los pies me daban en la nuca de la carrera que estaba echando pero para que negarlo, los malditos bichos eran un buen aliciente para correr, un par de carreras mas de ese modo y algún día podría atleta profesional.

Corrí y corrí hasta echar el hígado y aun así continúe corriendo, los árboles se fueron haciendo menos numerosos a mi paso hasta que el asfalto, la acera y los edificios los sustituyeron y aun así seguí corriendo, de forma penosa pero corriendo, cuando pensaba que ya no podía mas y que tenia que descansar me encontré casi de frente con otra sorpresa… la verdad es que me estaba acostumbrado a las sorpresas en este lugar, ante mi apareció una Nanako apoyada en su espada y hablando con ella la chica occidental llamada Emi, me acerque un poco donde amabas estaban mientras trataba de tomar aire.

- Joder, valla casualidad, la que me dejo una bonita cicatriz y la que me dio una bofetada juntas… hoy debe ser mi día de suerte. - Cuando me acerque un poco mas pude observar que Nanako no se encontraba en su mejor momento, una fea herida goteaba tiñendo el suelo de carmesí, muy bien, ahora es el momento de preocuparte por ella Aoki, no seas mas gilipollas anda y olvídala. - ¿Esta bien? - Mi pregunta iba dirigida a Emi, por alguna razón era reacio a que después ,de lo sucedido en nuestro anterior encuentro, ella pensase que preocupaba por ella.

por **Cristhel Wells** Dom Jun 20, 2010 1:50 pm

Los días cada vez se hacían más lentos y pesados, el tiempo pasaba a veces que ni te dabas cuenta y otras, pasaba demasiado difícil, Yo sólo sabía que cada vez se me hacía más difícil salir de aquel lugar, si, cada vez más. Y aunque ahora estuviese de nuevo con Axel, no garantizaba nada que pudiesemos salir de aquí, y si era verdad aquello de que sólo una persona podría salir, lo teníamos demasiado complicado, yo no estaba dispuesta a irme sin él, pero al contrario..¿Él se iría sin mí? Había pasado demasiado tiempo, aunque me gustaría pensar que no, siempre quedaría aquella duda...la distancia siempre hace demasiado difíciles las cosas.

Caminaba ahora, no sabía por dónde. El suelo estaba asfaltado, por lo que lo más sensato sería pensar que sería una especie de calle o quizás callejones, no lo sabía, con el plano irregular de la ciuedad era difícil orientarse y si ya se trataba de una persona tan patosa como yo, pues más aún.
Estaba cansada, tenía demasiada hambre, llevaba dos días son probar bocado, no podía permitirme quedarme sin comida, pero suponía que llegaba un momento en el que tu cuerpo no podía más. Saqué una de las barritas energéticas de la mochila tras dejar esta en el suelo para hacer una pequeña parada y descansar, y comí despacio, saboreando y recuperando fuerzas, pues no podía malgastar de ningún modo la comida. Saqué una de las botellas grandes de la mochila, las cuales eran de lo que más pesaba a mí espalda, pero no había más remedio que tener que cargar con ellas si verdaderamente quería sobrevivir en aquel lugar.

Después de unos diez minutos apeoximadamente, se puede decir que volvía a levantarme, cargar con las cosas a mi espalda y comenzar a caminar de nuevo hacia delante, sin ningún lugar en concreto al cual ir, puesto que me había perdido. Fueron unos gritos reconocibles de los Fherals los que me hicieron ponerme alerta y comenzar a correr, aunuqe se escuchasen lejanos. No iba a pasarlo mal de nuevo, no podía hacer nada contra ellos. Correría, sí, de hecho ya lo hacía.

Fueron unos veinte minutos demasiado agobiantes, por suerte, aquellos gritos ensordecedores y desagradables, practicamente habían desaparecido. Posiblemente aquellos seres habrían estado persiguiendo algo o a alguien en la otra dirección y no hubiesen reparado en mis presencia, por lo que ahora que me había alejado, no se les oía.

A lo lejos, distinguí tres figuras, unas de desconocida, la otra sin duda tendría que ser Nana y la otra chica, aquella tonta que casi me canta el cumpleaños feliz aquel otro día. ¿Pero qué narices le había pasado a Nana? Ella era lo más parecido que tenía en este lugar a una amiga, y no pude evitar preocuparme. Aceleré el paso con el fin de acercarme hacia dónde estaban.

por **Axel Armstrong** Dom Jun 20, 2010 2:24 pm

Mis piernas se movían léntamente presas del cansancio del que era presa mi cuerpo. Mis ojos entrecerrados por las pocas horas de sueño y mi pelo incluso un poco revuelto. ¿Cuándo había tenido yo aquellas horribles pintas? Mira, había sido muy aficcionado a las drogas, había bebido hasta que mi cuerpo no me había oermitido más, había fumado como un poseso, me había metido miles de mierdas en todos aquellos años de mi vida pero... ¿Cuándo me había vuelto tan mierda? Sí, eso es lo que era ahora, una mierda andante que no podía ni con él.

Había perdido a Cristhel hacía un par de horas, no sabía a ciencia cierta qué nos había separado pero ansiaba volver a encontrarme con ella. ¿Y si la mataban? ¿Y si la encontraban? Intenté alejar todos aquellos pensamientos de mi mente pero ahora mismo lo único que me preocupaba era su supervivencia y la mía propia. Tenía que sacarla de allí, ella no estaba hecha para aquellas cosas.. era demasiado delicada, como una flor. Espera un momento... ¿Desde cuándo era yo tan sumamente empalagoso? Pff... supongo que todo esto se debía a que me encontraba en un momento extremo en el cual éramos capaces de morir alguno de los dos.

Escuché tras mía el sonido de unos zombies de aquellos asquerosos acercándose a mí a alta velocidad. Joder, mierda, caca, culo,... sí, ahora parecía Bart Simpson en el capítulo aquel pero.. ¿Qué narices podía hacer? No me encontraba con fuerzas como para ponerme a corretear por allí. ¿Aquellos bichos serían capaces de escalar o algo así? No pensaba descubrirlo. Me agarré a varios salientes que tenía una de las paredes, estaba casi destruida así que... era fácil subir por ella, y comencé a escalar. Cuando logré llegar a la parte superior de la casa y a lo que sería en teoría un tejado, me tiré en él a escansar.

Pasaron varios minutos en los cuales me concentré principalmente en descansar y finalmente cogí un poco de la comida que tenía guardada y la devoré. Menos mal que todavía me quedaba comida porque sino habría sido mi fin.

Finalmente decidí andar por encima de los tejados, ya que era mucho más seguro, hasta que logré divisar a lo lejos a Cris. Corrí hacia ella y tras alcanzarla bajé de una de las casas destruídas gracias a unos cubos de basura y varias cajas. Menos mal que había encontrado la manera de bajar poque sino era capaz de romperme las piernas o algo así en mi caída.

-¡Cris! ¡Cristhel! -Corrí hacia ella para darme cuenta de que estaba bastante preocupada. ¿Qué pasaría? Miré hacia la misma zona que ella, había una muchacha con una herida sangrando.

por **Nanako Kozlova** Dom Jun 20, 2010 2:56 pm

Solo esperaba, rogaba porque no viniera un bicho de esos pero mis oidos que estaban en perfecto estado escucharon unos pasos. ¡Joder! si es que ya sabía que un día sería comida de aquellas bestias pero no, no quería y no podía darme por vencida porque... porque esa no era ella. Era una chica la cuel le gustaba ganar y no perder es más era una bruta a la hora de enseñarle a mis alumnos y aun así ellos me lo agradecian. Tan solo pensar en Yasu en aquel último día donde me emborrache hasta quedarme tada K.O y luego aparecer en este maldito mundo, hasta aveces pensaba que si no me hubiera dormido no despertaría en este lugar.

Pensamientos, pensamientos de cuando no estaba en este lugar pero como había caído en este infierno porque no se si el infierno fuera peor que este lugar, pero, si es así, ¿Dónde esta la oportunidad de arrepentirnos? entonces, esto lo tomaría por otra prueba más y listo.

Gice un ademán en levantarme al escuchar los pasos para poder defenderme pero fue inutil y en ese momento escuche una voz, una voz que me alegraba escuchar porque anteriormente había compartido con ella una lucha la cual salimos victoria y donde encontre esta Katana. Alce mi cabeza hasta pense que aquella acción fue algo lenta hasta que me la encontre. ¿Por qué pregunta cuando la cosa esta clara? Pero tampoco quería decir algo borde pero siempre sería en un tono bromista a pesar de la situación.

-Tranquila, solo quería contemplar a mi contrincante en el suelo. -Dije con un tono de broma y en ese mismo momento aparecio él... sí aquel del que casi le robo a pesar de no tener nada pero aun así le había robado algo, y era un beso...

-Me sorprende verte vivo. -Comente con los ojos cerrados como si nada, como si lo que paso aquella vez en intentarle robarle no era nada, en aque pensaba que él ya estaba muerto pero igual baraje esa posiblidad con todos. Agregando que aquello era un saludo. Poco a poco fui levantandome, la herida de mi brazo no era tan profunda pero era el cansancio que tenía y el deseo de poder descansar aunque sea un momento. Pero al estar en pie me apoye en Emie porque fue la que estaba más cerca. Aun sostenia mi espada en mi mano.

-Dime que tienen algo de comer... -Comente en un susurro porque estaba hambrienta y no tenía nada.- O mejor aun si tiene alguna venda- Una venda, un trapo lo qeu sea, pero algo para tapar estas garras-

Poco después al abri bien los ojos y mirarles a los dos, una gran casualidad pero no pense qeu se conocieran porque esa pregunta que Aoki había hecho no era para mi por lo menos esa fue mi impresión a pesar de mi estado. -¿Ya se conocian? -Pregune al instante. Poco después y algo que verdaderamente me sorprendio pero a la vez me había alegrado era de ver a Cristel. Pude dibujar una media sonrisa en mi rostro al verla. Porque ella era una de las personas que había visto y tenía miedo de que estuviera muerta porque habíamos compartido ya algo; La llegada.

por **Emie Lemacks** Dom Jun 20, 2010 3:37 pm

Miré a Nana con cara de preocupación justo en el momento en el que llevaba el tipo aquel al cual le había dado el guantazo de su vida. Pobrecito... ¿Se habría recuperado ya de aquello? Estuve a punto de reírme y todo pero las circunstancias me pedían que no lo hiciese, ¿Cómo podía tener tan poco corazón que teniendo entre mis manos a una herida me pusiese a reír y a pensar en aquellas cosas? Joder... así no era yo antes de llegar a aquel sitio, no, no, no era ni mucho menos así. A ver, intentemos recuperar nuestra deliciosa personalidad de persona amable y buena que ayuda a todo el que puede... sí, eso, volvamos a ello.

Me mordí el labio preocupada, ¿Qué podría hacer? Volví a dirigir una mirada a Aiko y en esta ocasión sí que le hablé, intentando que mi voz sonase lo más clara y audible posible.

-Ayúdame a llevarla a aquel banco, allí podremos sentarla y no tendrá que hacer tantos esfuerzos, será más fácil curarla, gastará menos energías y si, bueh, todo eso -Pasé su brazo por mi hombro y la agarré de la cintura, a la espera de aque Aoiki hiciese lo mismo y pudiésemos conducirla entre ambos hacia el banco.

Cuando llegamos allí, la intenté dejar con la mayor suavidad posible y me quedé esperando un momento, sin saber muy bien qué era lo que debía de hacer y qué era lo que no debía de hacer. Vale, ella pidió comida y mira, aunque me doliese darle la poca alimentación que me quedaba, tendría que joderme y tener un gesto de buena persona. Abrí mi mochila y saqué de ella un poco de zumo y unas cuantas galletas que había conseguido por puro milagro.

-Toma -Se las tendí con una sonrisa dispuesta a revisar su herida. Cogí la tela de los pantalones y la corté un poco para hacerle una especie de venda que al menos cubriese la herida y parase la hemorragia. Me dispuse a ello enrollándole la herida con la suave tela ejerciendo un poco de presión.

En unos cuantos minutos por fin había finalizado mi proceso de "curación" y "enfermera" joder, que bien me había quedado y todo...

-¿Mejor? -Pregunté amablemente sentándome a su lado.

por **Nanako Kozlova** Mar Jun 22, 2010 11:34 pm

Me queje cuando ella me puso aquel pedazo de trapo en mi brazo para que mi herida se sanara y dejara de votar sangre. Aunque la lluvia no se si facilitaba las cosas o la empeoba.

Gracias a Emie y a Aoki pude sentarme en un banco que estaba cerca del lugar. Esperaba que no volvieran a aparecer bichos porque no podía luchar, estaba cansada y algo hambrienta. Y Emie una vez más me ayudo ofreciendome aquellas galletas y el zumo.

-Gracias... -Le agrade en el momento en que cogi las galleas y deje a un lado la katana o mejor dicho encima de mi pierna para asi tener libre las dos manos. Asenti a su pregunta. Comiendo las galletas pero no sabía si Aoki tenía hambre o si había comido- Siento que me tengas que dar lo poco que tienes -Dije encogiendome de hombros, además de que por lo menos mi herida estaba vendada gracias a ella.- Te lo pagare como pueda. -Comente aunque aqui el dinero no se necesitaba pero si, podía darle algo de lo que obtenia para agradecerle lo que había hecho-

Aunque antes no me dijeron nada sobre la pregunta que le hice, tal vez verme en mi estado pasaron por alto aquello. No se si se conocian pero antes me dio la impresión de que si. Poco a poco parecia que la lluvia iba reduciendo, tal vez acampe un poco y si es así será mejor.

-¿ Al final se conocen los dos? -regunte mirando a ambos para ver si me daban una respuesta.

por **Cristhel Wells** Miér Jun 23, 2010 11:11 am

Había presenciado toda la escena de aquel chico desconocido, la chica loca del cumpleaños y de Nanako. Pobrecilla, si que había salido mal parada. Ahora mismo estaba escasa de comida, sobretodo de agua, no sabía que podía haberle dado, pero finalmente no hizo falta puesto que la tal Emie, acabó dandole unas galletas.

Suspiré, menudo susto, encima, ya llevaba unas dos semanas y media en este asqueroso lugar, no era para nada justo, yo quería salir de aquí, ¿Tan difícil era? Buff...ya daba igual, sólo quedaba seguir buscando más pistas para poder encontrar aquel dichoso portal o cualquier otra salida posible, no quería quedarme aquí para siempre.

Escuché una voz a mis espaldas. ¿Axel? Ambos nos habíamos separado horas antes al intentar buscar algo de utilidad, al menos sabía que estaba bien, y tenerle cerca al menos era mejor que no saber dónde podía estar, esto hacía un momento estaba lleno de Fherals. Cuando se situó a mi lado sonreí y le abracé, debíamos acercarnos dónde estaban los otros.

-Tranquilo, estoy bien - murmuré - pero aquella chica, creo que todo lo contrario - dije señanalando y refiriendome a Nana.

Con lentitud, me acerqué del todo, para ver como estaba, saludé a los presentes con una mano y me acomodé de nuevo la mochila a mi espalda, al fin y al cabo, ésta pesaba, y no era nada cómodo llevar tanto peso, y eso que éste se había reducido a la mitad.

-Nana! ¿Cómo estás? ¿Qué te ha pasado? - pregunté preocupada.

por **Axel Armstrong** Miér Jun 23, 2010 11:49 pm

Estreché a Cristhel con fuerza contra mi pecho y apoyé mi cabeza sobre su pelo mientras acariciaba éste. Creo que en aquel par de días que llevaba en aquel asqueroso y mierdoso lugar había estado más tiempo con ella que nunca y nos habíamos abrazado en todos los momentos que nos encontrábamos solos. Supongo que aquello se debía en parte a que habíamos estado demasiado tiempo separados pero también a que en cualquier momento podríamos volver a estarlo y no solo porque uno de los dos saliese de aquel lugar sino más bien porque alguno de los dos muriese.

En aquel lugar no existían curas para pequeñas heridas, no había medicinas para las enfermedades y no había manera de luchar contra un gran grupo de zombies. Era como si todo estuviese amañado para que acabásemos todos muriendo. Bueno, me corrijo, no era como si todo estuviese amañado, es que todo estaba amañado. Sí, así estaba mucho mejor dicho.

-¿Qué tía? –Abrí los ojos que había mantenido durante un buen rato cerrados y dirigí mi mirada hacia donde ella estaba mirando, vaya, parecía que había una muchacha herida. -¿Qué te parece si vamos y la intentamos ayudar? –Le pregunté con una sonrisa apartándome ligeramente de ella y andando hacia la completa desconocida.

Al llegar a su lado rápidamente me percaté de que Cristhel sí que la conocía. Vaya, parecía que aquel iba a ser mi día de “suerte” iba a conocer a una de las personas que habían mantenido con viva a mi pequeña, tozuda y tonta Cris. Sí, la insultaba de aquella manera pero era con cariño, solo con cariño.

-Tía, ¿Estás bien? –Me agaché a su lado para mirar un poco la herida, justo en el momento en el que Emie terminaba de sanarla. Vaya, tenía un aspecto malísimo… espero que la chica saliese de aquella viva aunque si así no era, era una persona menos a la que tendría que matar por mi propia supervivencia y la de Cristhel.

por **Emie Lemacks** Jue Jun 24, 2010 1:38 pm

Me quedé mirando a Nana un momento más, vaya, parecía que se encontraba un poco mejor aunque mis conocimientos sobre medicina eran bien escasos. Es decir, cristalmina y poco más. Si a aquello le añades el hecho de que allí no había ningún producto para desinfectar heridas y que las vendas o se las habían comido los fherals o estaban más escondidas que la virginidad de Paris Hilton pues… No, no llegabas a ningún lado.

Estaba un poco cansada, bueno, quien dice mucho dice más cansada que un abuelo después de correr un maratón, por lo que acabé tirándome a su lado en el banco y cerrando los ojos intentando pillar aquel descanso que no había tenido en un par de días. Era la rutina diaria: Baño -> Huye de los fherals si tienes suerte, sino, cárgate a unos cuantos -> Intenta dormir.

-Sí, bueno, fue el primer borde con el que me topé después de venir aquí. ¿Verdad, cariño? –Le sonreí a Aoki que parecía que estaba en estado de shock porque no comentaba ni hacía nada. Madre mía, después se quejaba de que los occidentales tal los occidentales cual y él parecía que estaba participando en un concurso de estatuas y mudos. Sí, seguro que ganaba, no tenía duda de ello. -¿Y vosotros? –Aunque aquello era extremadamente obvio así que preguntaba por decir algo principalmente. No me gustaban mucho los silencios en aquel lugar, me inquietaban y me hacían estar aún más alerta por si algún bicharraco se nos tiraba encima y eso que pensaba que mientras hablaba era más seguro que me pillasen desprevenida.

En eso estaba cuando Cristhel se nos acercó a nosotros cogida de la mano de otro tío. Vaya, la borde dos parecía que tenía suerte en el amor la muy jodida… ag, no pasa nada Emie, ya encontrarías tú a un buen mozo y se lo restregarías por la jeta… o no. Sí, vale, admito que me iba a quedar más sola que la una pero… ¡Podría volverme asexual y ella no! Eso, eso, tenía sus ventajas aquello.

-Hola… ¿Eh? –Anda que saludaban o algo. Bordebordebordebordebordeborde… ¡Eso era! ¡Una borde con suerte!

por **Nanako Kozlova** Jue Jun 24, 2010 3:05 pm

Al parecer si se conocían como ya me lo había sospechado ya antes. Aunque Aoki estaba callado, no sabía si era un gran hablador pero la ultima vez que lo vi pues parecia todo menos eso, además de que era un preso. Tal vez no dijo nada por lo que estaba pasando pero más vale que reaccione antes de que un bicho lo mate.

Segui comiendo las galletitas hasta terminarlas. -Sí, somos conocidos. -Comente mirandolo pensando en como fue pero poco después mire a Emie y luego en ese momento vino Cris con un chico.

Intente sonreir para que no se preocupara al escuhcar su pregunta.-Tranquila estoy bien, gracias a Emie. Pero, mi brazo fue quien lo paso más mal.- Comente mirandome la herida. Sentia el dolor, pero ya después de otros rasguños me "acontumbre" a no quejarme porque perdia el tiempo en hacerlo. Pero dolia mucho.

Cuando Emie comento aquello las mire y luego me atrevi a presentarlos.- Emie esta es Cristhel. Cristhel esta es Emie y aquel parado el cual parece mudo es Aoki. -Dije señalandolo y después volvi mi mirada a Cris y al chico que estaba el cual no conocia de nada.-

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