ODIO este mundo (Gabrielle + libre :D)

Ooooh dios mío. Tengo hambre y frío. Hambre por que no encuentro nada de comer, obviamente. Ni siquiera un cachito de pan que llevarme a la boca. Frío porque... voy con un puto pantalón corto desde que llegué. No he encontrado otra prenda, y aquí los días son largos y fríos, y no puedo evitar temblar ante la posibilidad de pasar otra noche en la calle. Creo que voy a morir de congelación, sí, antes de que los zombies me engullan. Esto es odioso. Es como si hubiesemos vuelto a la edad prehistórica, donde lo único que haces es dormir y sobrevivir. Y a veces no puedes hacer lo primero porque quieres centrarte en lo último. Arrrgh. Estoy muy cansado y tengo todos los músculos abarrotados, pero no es bueno quedarse en un solo sitio, así qu eme dedico a vagar entre los edificios destartalados, en las calles desiertas. Y aquí estoy, en un puto callejón, muerta de frío, sin nada que llevarme a la boca ni un arma con la que defenderme. No tengo nada, pero nada de nada. Voy a morir, es seguro. Bueno, si este estado no es estar muerto ya.

Inmersa en mis cavilaciones, no me di cuenta de que había una persona sentada en el suelo, hasta que písé en blando, creo que en su pie. Fruncí el ceño. Eso había tenido que doler. Clavé mi miarad en el bulto. Una chica escuálida, jodidamente mona, con cara de pasar hambre y recojidita. Pobrecilla, me recordaba a mí. Lo único es que yo no estoy encogidita sobre mí misma. Eso demostraría que me he dado por vencida, y no, yo no me doy por vencida. Nunca. Así que me dio pena. Pobrecilla. Tal vez, compartiendo calor humano, lograríamos que nuestra sangre volviese a circular por todas las partes del cuerpo.
-Esto... Lo siento- musité. Vaya, yo, pidiendo perdón. ¿Cómo puede ser? Nunca me había imaginado una escena así. Con lo anti-social que soy... Pidiendo perdón. En fin, siempre hay una primera vez para todo. Y, sorprendéntemente, le dediqué una sonrrisilla. Ya, ya sé que era una deformación de mi boca, además de sarcástica y horrible. Pero es lo único que se hacer desde el accidente.

¿Qué no pasaba nada? ¡Qué inocencia, por Dios! Si alguien me hubiese echo eso a mí, estaba perdido. Baaah, supongo que no todo el mundo es igual y que por eso blaaaa, blaaaa y blaaaa. Sí, lo típico que te enseñan en el colegio para que no discrimines. ¡Y yo no discrimino! Así que por eso solía pasarme lo que decían en el colegio por donde yo me sé. Baaaah, siempre llego a unos pensamientos jodidamente extraños. A lo mejor es que me he vueto loca. ¿Quién sabe? Seguramente, sí. ¿Y quién coño no se va a volver loco en un sitio como este? Gaaab, coño, céntrate, que te estás llendo de nuevo. Já, creo que le voy a responder, que sino me monto yo solita la paranoia del siglo.

-Esta y todas las noches, guapa.- ya, no puedo evitar ser sarcástica hasta en los momentos más delicados. Y eso no significa que me caiga ml, la chica. Porque, verdaderamente, no se merecería que la tratase mal. No parecía mala persona. Es más, parecía muuuy buena persona. Pero como yo sí que soy mala, pues eso, aquí me tenéis, amargándoles la vida a pobres inocentes que no tienen la culpa de nada. Y menos del accidente... Laaaaaaralalalalaaaaa. El accidente no se piensa. ¡No! Espera, me estoy volviendo a ir, necesito volver al plano terrestre.
Ante su segunda pregunta, no encontré nada de maldad. ¡Por Dios! ¿A dónde vamos a llegar? Así que, básicamente asintiendo con la cabecita, y no comentando nada más ácido, me acuclillé a su lado, para después sentarme completamente. Me caía bien la chica. Por lo menos s esabe que no te va a atacar por la espalda. ¡Espera! ¿Eso puede llegar a asaberse? Lo dudo mucho, pero que mucho mucho. Así que me voy a limitar a acercarme a ella y ver si verdaderamente tiene algo de calor humano del que andaba presumiendo con la proposición.

Alzó una ceja. A saber lo que su cabecilla estaba pensando. Ya, estas posturas eran muy extrañas, y en el otro mundo, no solías acercarte a la gente que te propusiera abrazos así como así. Aquí, en cambio, no puedes desaprovechar un calor nada malintencionado ni pervertido. ¿Qué le vamos a hacer? Si los mundos cambian, tú has de cambiar con ellos, aunque no sea lo más usual eso de cambiar de mundo. Peo en fin, ya sé que como soy una inadaptada social, lo que más tendría que costarme sería adaptarme. ¡Pues no! He aceptado bastante pronto que o te tragas tu orgullo, o mueres. Y, como yo, orgullo es de lo que más tengo, no os diré que no me ha costado. Porque sería mentir. Así que aquí estamos.

-¿Y si hacemos las dos cosas, tía?- ya finura es lo que me falta. Lo único, que conste, porque en todo lo demás soy lo más perfecto que os podéis llegar a encontrar (?)- Yaaa, no dudo que tengas un estilazo de caerte para atrás y tal pero... contente, anda.- já. Y es maja y todo. ¿Y quién coño es majo en esta situación? Solo personas contadas, y me sobrarían dedos. Me cae bien, y por esa extraña razón será por la que hesonreido. No ha sido una sonrisa del todo sincera, porque de esas ya no me quedan, me he quedado sin existencias, pero en algo se parece a esas sonrisa que antaño solía dibuja en mi rostro y que llegaban hasta mis ojos. Bueno, creo que arrimarme a eta chica me va a adar un poco más de salud. Esperemos que así sea.

Umms. Tal vez por eso es por que me he arrimado más a ella, buscando estragos de cariño, como un gatito perdido. Después me he dado cuenta de lo que estaba haciendo, y, con disimulo, he recuperado una posición un poco menos comprometida (xD) Me dí cuenta de que me estaba examinando. Buaaah, sería lo más normal. Así qu eme dediqué a hacer lo mismo ocn ella. Guapa de cojones, sin duda. Cuerpecillo de aupa, que seguro que también sufría por eso de la falta de comida. Vaya, ¿aquí la gente es jodidamente guapa, o soy yo que los veo a todos con buenos ojos? seré yo, que soy demasiado buena.

¿Chica lista? Por supuestísimo que soy una chica lista. ¿Qué se esperaba? Aquí el que no corre vuela, y si no eres inteligente.... Corres. Yo, en cambio, soy muy propensa a sacar mis alitas de ángel y joderle la vida a todo el que se encuentra en mi camino. Por que soy así de maja. Lo sé, lo acepto y lo conllevo lo emjor que puedo. vale, me estoy llendo, volvamos al tema principal.
¡Joder! ¿Por qué me ha echo reir? ¡No es justo! Tanta tontería junta es la mejor medicina para mí, supongo. Y ella parece muy tonta. Tal vez consiga hacerme reir tra tanto tiempo. Pero solo tal vez, porque es algo muy difícil, y no lo consigue cualquiera. Hay que ser muy tonto y decir muchas tontería para arranacarme una risita que no sea sarcástica. Yo diría que misión imposible, pero creo que no hay nada imposible, así que voy a ser coherente y no me voy a contradecir a mí misma.

-Anda, cállate, que tantas tonterias juntas me revuelven el estómago.- pero justo después de contestar, me envolvió en ese cálido abrazo. Sí, yo creo que en el otro mundo nos hubiésmeos llevado bien. Aquí, no creo en la posibilidad d ellevarme bien con nadie. Pero en fin... Como bien he pensado antes, no hay nada imposible, y siempre habrá alguien que contrapese mi personalidad macabra y sarcástica.
¡Genial! ¡Qué calentito se está aquí! Bufff, por un momento he olvidado donde estamos y con qué podemos encontrarnos. Menuda sensación. La verdad, se está genial.

-Puedes llamarme Gabrielle- admití. Ya, sé que no es la presentación más formal del mundo, pero paso de decir que me llamo Gabrielle. Cada uno puede llamarme como le de la gana. Al fin y al cabo, solo son nombres, solo están creados para llamar la atención. Y ya, ya sé que yo respondo ante un grtio que diga "Gabrielle", pero en fin, también responderé ante uno que diga rubia, aunque no me guste nada eso. Aaah, y no. Tampoco he dicho ni un placer, ni encantada. Para mentir, me quedo con la boca cerradita, que lo de encantada se tendrá que demostrar.

No le contesté. Por supuesto que no. Ella tenía razón. Y yo solo miento cuando lo necesito, es decir, para joder. Y, ahora mismo, no me apetece joderla. ¿Por qué? Me a caído bien. Ya, ya sé que aún así soy un pelin de nada ácida. Baaah, pero eso no se nota nada de nada. A no ser que ella sea muy sensiblera. Y si lo es... Pues a joderse, porque no me pienso ir de este abrazo tan calentito que me cubría. Si es que.... Como está el puto mundo este, de verdad. ¿Volverá a hablarme? ¿Se habrá cabreado? Jooo, porque me ha caído bien. Espera, parece que se ha puesto a pensar. Tengo comentarios perfectos para todo tipo de situaciones, pero mejor voy a tener la boca bien cerradita, que es como mejor se está.

Pasaropn unos segundos. Segundos felices, en los que se estaba calentita. Si bien, no con la boca llena, y menos con el estómago, pero momentos para recordar. Vale, cállate ya, conciencia, que me va a entrar angustia.
¿Qué cuanto tiempo llevo aquí? Ummms. Interesante, verdaderamente interesante. Buena pregunta, incluso para mí misma. ¿Cuánto hace que llegué? Un par de días, ¿no? Porque a mí se me han echo una eternidad. Dios. Solo d epensrlo me canso. Lo mejor será que le conteste si no quiero empezar otra vez con las putas indagaciones de mierda.

-Creo que dos días escasos. No me acuerdo, se me ha echo eterno. ¿Y tú?- Dios, he dicho una frase sin soltar ni un mísero taco. ¡Esto es calidad! Además, s elo he dicho amablemente. Pobrecilla, no se merece que la trate mal. si es que en el fondo me da pena. Yo aquí pensando que ella está como una cabra y ella, inocente de ella, abrazándome. En fin.

¿Nueva York? Yo nunca he ido a Nueva York. Y mira que me gusta. Tan grande, con luces, rascacielos. Y Central Park. Aaaargh, Central Park tenía que ser una preciosidad. Bueno, yo me he tenido que conformar con París. Que no es que no me guste. Es muy bonito y blaaaa, blaaaa, blaaaa, pero al final te acostumbras y todo te parece aburrido. Y no, nunca he salido. Soy una mujer de poco mundo, lo sé. Bueno, ahora no puedo decir eso, claro está. De poco mundo pero de muchos mundos. Qué raro queda eso, por Dios.

Pero, antes de volver a mis supremas y extrañas cavilaciones, escuché un grito. Rugido, para ser más exactos. Todo fue demasiado rápido, no me enteré de nada de lo que estaba pasando. Emie gritó. ¡Arrrggh, qué burra! ¿Por qué grita tan fuerte? ¡Con lo a gustito que estaba yo! Pero en fin. Creo que le he dado la razón cuando me he dado cuenta de que hay un zombie tras de mí. Umms, ya, que te conviertan en postre no hace gracia, a mí lo que me gusta es el plato principal. La chica se apresuró en guardar todas las cosas. Yo apenas pude reaccionar, y ella tiró de mi mano, tras gritar un fuertísimo vámonos de aquí. Dí tal respingo que me traspuse, y no pude correr en condiciones. ¡Joder! ¿Qué putada es esta? ¿Por qué siempre tienen que aparecer de improvisto, cuando mejor se está?

Así que en fin, a esto me estoy dedicando en estos últimos segundos a huir como una posesa para salvar mi cuelo y... Bueno, si hiciera falta, también el de mi acompañante. Me ha caído bien, no puedo negarlo. Pero... ¡Joder, que lo mío no es correr! ODIO correr, es lo que menos me gusta de todos los ejercicios. Bueno, que en realidad no me gusta ninguno. Aspiré con fuerza. No, no puedo, mis pulmones están contaminados con el tabaco, es demasiado esfuerzo. Jadeé, no voy a aguantar mucho más. Por favor, que todos los días lleven flores a mi tumba.

Tosí con desenfreno. ¡Joder, en esos momentos desearía no ser fumadora compulsiva! Baaah, no, eso es mentira, por un buen cigarro yo mato. ¡Qué locura! ¿Cómo quiere que vaya tan rápido como ella? Si parece una centella... Bueno, venga, va, voy a dejar ya d ealabar las cualidades d ela tía esta que si no voy a caer en una depresión... Flipante. Soy capaz de hundirme a mí misma. ¡Mira, yo no sabía eso! Baaah, voy a dejarlo, porque como no me centre en correr, voy a acabar siendo comida de zombie, y ahí sí que me voy a hundir completamente.

Y por eso la seguí. Más qu enada por que mi mente solo pensaba en cosas malas, absolutamente negativas, y no podía llegar a "visualizar", lo que se dice, un buen sitio a donde ir. Porque, claro está, no tengo ni la más mínima intención de luchar contra el zombie ese. Es que no tengo ningún arma, y está claro que no voy a utilizar mis grandes dotes de "karateka". Más que nada porque dudo que funcienen contra un zombie asqueroso. Así que dejé que Emie, sí, la tía esa, hiciera d emente del grupo. ¡Joder, qué sí, qué por mucho que no me fíe, tendré que dejarla a ella llevar el control. Pero solo por un ratito, que conste. Ufff, joder, tengo que pensar menos y correr más, que se me va el tema. Aggggh, ya no puedo pensar, me duelen los gemelos, y dentro de nada me va a entrar flato. Ya verás como voy a caer muerta por algún sitio de esto.
-Eeeer, sí, los dientes y las uñas.- me limité a decir, tras pensarlo detenidamente. Ya, ahora no estamos para sarcasmos, pero yo soy así de genial. Hasta en mi última hora tengo que estar haciendo gracias. Qué bueno, en relaidad, no sé si eso se puede considerar un puta gracia d elos cojones. ¡Coño, cerebrito, cállate ya, ostias!

Baaah, no, es imposible. Si no pienso, no me queda nada.... ¡Mierda! ¡Ya ha llegado el flato! Os juro que e tiro aquí mismo, todo con tl de no seguir corriendo.
Di un par de bocanadas. Me faltaba el aire, me faltaba de todo. Tengo hambre, frío, sueño, estoiy cansada y entumecida, y además tengo flato y pinchazos en los gemelos. ¿Algo más? Por supuesto, como soy así d egafe, tengo que echarme a toser. ¡Por qué sí! Aleeeeh, a joderse se ha dicho. Pero bueno, no he parado. ¡No he parado!! Es toda una hazaña monumental, sin duda. Además.... creo que a Emie se le ha ocurrido una idea, yo básicamente voy a seguirla. ¿Subir? ¿Subir por las cosas esas, que hacen llamarse escalones? Me va a dar un psíncope.
-Joder, cofcof, que ya no pued... puedo más. ¡Arrrggh!-

¿Qué mueva el culo? ¿Qué coño dice esta? ¿Es que no sabe quien soy yo? Gabrielle, sí, gab, la traficante, la problemática, la sin sonrisa... Aaah, claro, no lo sabe, ya no tengo la misma reputación que en París. ¡Con lo que a mí me gustaba que la gente me mirase de esa forma con que te miran cuando saben que eres un peligro internacional! Os puedo asegurar que es lo más divertido de ser yo. Todos te tiene respeto. Ommmg, sí, es lo mejor. Bueno, da igual, me forjaré una reputación aquí. Sí, por que yo molo, con todas las letras (?).
¡Coño, que viene los zombies! Creo que voy a dejar los recuerdos para más tarde, que si no, me van a comer el culo, como dice la tía esa rara... ¡Arrrgh, coño, tengo que subir!

Así que eso fue lo que hice, tras su segundo e hiriente grito, subir las escaleras como una posesa. Ya, se suele decir como si te persiguiera un perro... ¡Pues no! ¡A mí me persigue un zombie! Es lo malo de ser tan original, ¿qué le vamos a hacer? Arrrgh, me duele todo. ¿Por qué no llega ahora mi príncipe azul? Es el puto momento perfecto, señores. ¡Joder! ¿Tan mal me he portado en la vida, que ahora tengo que sufrir así? Seguramente, sí. Así que me voy callando/dejando de pensar.

Llégué a la cima de las escaleras, como un montañista que consigue escalar por primera vez el Everest (?). ¡Joder! Y ahora estoy completamente exhausta, me quiero morir, ¡joder! Bueno, ¿cuando no he querido morirme? Pues eso.
-Tía, ¿te han dicho alguna vez que tienes un pito de voz muy agudo para los oídos sensibles? Me has destrozado el tímpano.-

Baaaah. Esta no sabe con quien se ha metido. Porque ahora no tengo fuerzas suficientes como para contestarle, que si no, os juro que se lo hago pasar tan mal que no volvería a levantar la mirada a un palmo del suelo. Pero bueno, mejor em callo, que lo que ahora necesito es escalar las putas escleritas de los cojones. Dejé que me guiase, como si de un perro me tratase. ¡Genial! Ha conseguido que llegue hasta la terracita. ¡Qué tía más eficiente! Si me va a caer bien, y todo. Así que en fin.

Sin saber muy bien lo que hacía, me dejé caer a su lado, saltando la barandilla de los cojones. ¿Ves? Ya no hace tanto frío. Además, ahora estoy sudando de forma descomunal... ¡Qué putada! Desde luego....
-No, perdona, te ha costado a tí.- y tras esa pequeña demostración de lo que tendría que soportar de ahora en adelante si llegábamos a términos más "amigables", me eché una carcajada. Ni se me pasaba la idea de poder defender más esa frase, había sido totalmente estúpida. Pero, vaya, después de ese amago de risa, me eché a toser como una posesa. ya, que hacía tiempo que no fumaba, pero mis pulmones ya están demasiado contaminados para poder correr y reirme en condiciones. No, me va a ser imposible seguir con vida aquí si no hay nadie que tire de mí.

-¿Quieres que te dé un consejo? Es malo fumar.- admitíi, con una bonita sonrisa ladeada, mientras me reponía de las toses y mi pecho bajaba y subía acompasando las respiraciones, uniformemente. Vaya, nunca me he imaginado diciéndole esto a nadie. Claro que tampoco me he imaginado nunca en esta situación. Eso sí, no estoy dispuesta a perder a una futura clienta.- Pero tomar drogas es lo más bueno que puede haber en el mundo, te lo recomiendo-

Me encogí de hombros. Si ella decía que estábamos vivitas y coleando sería porque así es, ahora no me da la gana de contradecirla, ¡joder! En fin, aquí estaremos, sin movernos, aguantandonos las ganas de matarnos por el simple echo de estar en un lugar como aquél. Laralalaaaaaaa. Seeeh, ahora que me he respuesto me aburro, supongo que las situaciones al límite son lo mío. A mí, con lo que me gustan las carreras en moto. A mí, con lo que me gusta la clandestinidad de aquellas calles llenas de peligros, siempre rebosantes de actividad debido a las motos que cruzaban por ellas. No hay nada que cause más adrenalina al cuerpo que saber que puedes morir. Es tan... tan... Arrrgh. Así que supongo que por eso me aficioné tanto. Me encantaba, sobre todo hacer de acompañante con los ojos vendados. Era todo un reto, y yo, una muchacha dispuesta a superarlo.

Sacudí la cabeza. ¡Menudos pensamientos más extraños! No, no quiero recordar. Siempre me he centrado en el presente, y volver atrás causa un dolor demasiado agonizante. Así que por eso me agarré como a un salvavidas a las palabras de la muchacha. Para que me rescataran de los recuerdos, porque sino, no hay nada que hacer.
-¿Sabes? Muy fumadora es decir poco.- sí. Demasiado poco. Solían caer unas cuantas cajetillas de tabaco diarias, además de otras cosas prohibidas por la ley y que ahora me abstengo de mencionar.

La muchacha se rió, tras unos momentos pensativa. ¿Un beso? Venga, va, ¿aquí me han visto cara de lesbiana o qué? ¡Qué me gustan los tíos, coño!
-Te dejo que te guardes ese beso tan prometedor para otra persona, guapa. Además, aquí no tendría nada que venderte, pero, si algún día volvemos, y te entra el mono, pregunta por mí en París, que soy de confianza.- ommmgs, esa es la cosa más falsa que he dicho en toda mi vida. Vale, no, he dicho cosas mucho peores. Lo que pasa es que ahora no me acuerdo, de tantas que he dicho... Bueno, sí, que eso... ¿De confianza yo? Já.

¡Joder, que me ha pegado! ¿Por qué le está dando a la gente por pegarme? Que ya, ya sé qu emi piel es muy bonita e irresistible, pero no me gusta que me peguen. Más que nada por que me los ocmo con patatas fritas. Mira, si ahora mismo tuviese aquí una pistola, le apuntaba a la tipa esta a la cabeza. Como no la tengo, me ovy a limitar a gruñirle, que asusta lo mismo. Sí, parezco un perro cuando invaden su territorio. ¡Qué se joda! A mí nadie me pega. Bueno sí, pero porque lo les he pagado a tiempo, no porque fumo. En realidad, lo otro son más bien palizas, pero como siempre salgo viva, he dejado de preocuparme por ellas.
Ademá,s ahora mismo le pegaría un buen tortazo si no estuviese tan sumamente cansada. Y, cuando yo estoy cansada, hay que respetarme. Bueno, siempre hay que respetarme, peor en estos momentos más.

Joder, sí que es ñoña la tía, ñoña de cojones. Es que hay que joderse. Cuando ya no aprecias tu vida, viene otro a reclamarla, de verdad. La gente nunca está conforme con nada. ¿Y si ahora a mí me da por tirarme por un barranco? Pues lo apañamos todo.
-¿Morir antes de hora? Yo creo que ya la hemos palmado y estamos en el puto infierno, cariño.- Gab, por supuesto que Gab. No, no voy a ser más fina. Nadie lo necesita. Y a mí me gusta como suena. Amenazante, cohibidor.

-Aaaaah, tía, las comunicaciones hoy en ía son una maravilla.- sí, ya, que cada vez era más difícil colar a los camellos en el aeropuerto, peor no era imposible, así que no tengo la más mínima intención de perder a una futura clienta. Ni de coña, colega.

-Estás loca, joder.- musité, con una sonrisilla traviesa asomando a mi rostro. Ciertamente, el que no estuviera loco, aquí no sobrevivía. Y creo que a todos se nos ha ido un poco la olla. ¡Coño! ¿Qué digo un poco? ¡Se nos ha ido completamente! Solo con tener que aceptar esta situación se te habrá ido la olla. Así que aquí estoy, haciendo el gilipollas conmigo misma. Dese luego...

-Baaah, no problem, seguro que por aquí también hay algo que esnifarse/inyectarse/fumarse/tragarse, chèrie.- musité, con la misma sonrisilla traviesa. La verdad es que llevo pensándolo desde hace un buen rato. Aquí también habrá algo bueno. Tiene que haber, por cojones, o me tiraré desde la torre esa de mierda.
Estoy necesitada de olvidar, jode,r y lo único que me hacía olvidar en la tierra eran las drogas y el alcohol. Y aquí, no hay nada de eso. Creo que me va a dar un patatús como siga pensando que durante toda mi existencia voy a tener que conformarme con estar cuerda todos los días.

Arrrrgggh. Cada vez voy odiando más esto, pero no quiero irme. Ya, los recuerdos que hay en el mundo no puedes detenerte aquí a contamplarlos. Hay demasiado actividad. Ya, que ahora mismo estoy tumbada a la bartola en un balcón, peor eso pasa una vez de cada cien mil millones, y me quedo corta. Así que... a joderse.