TEMA COMÚN: Un día soleado

Oh, no, no, no. Cassie se había dirigido directamente hacia los tres hombres. ¿Por qué? ¿Por qué lo había hecho? Me quedé detrás suyo, casi ocultándome en su espalda, aunque, siendo una bailarina, era tan delgadita que apenas iba a cubrirme nada. Ahora que estábamos más cerca observé detenidamente a los tres hombres.

Había uno casi sin pelo, ancho de espaldas, mayor. Aunque bueno, en realidad todos ellos eran mayores que Cassie y yo. Aquél parecía salido de una película de acción por sus músculos. Otro tenía buen parecido, aunque muy serio. Alcance a verle unas placas en el cuello ¿Un militar o simplemente por moda? Y el último, el que parecía estar observándonos atentamente y por ende, el que más miedo me daba, un hombre trajeado que no aparentaba nada del otro mundo. Pero había algo en sus ojos…

Y viéndoles a ellos, que estaban en el umbral de la puerta, pude captar con clarísima facilidad el cambio de luz. ¿Qué estaba pasando? ¿Se había hecho de noche tan deprisa? ¡Pero si apenas hacía nada que había salido de casa! Mi corazón empezó a acelerarse y me puse nerviosa. Fue entonces cuando un gruñido procedente de miles de gargantas distintas cortó el aire. Oh no, oh no, oh no. ¿Serían aquellas criaturas de las que nos había hablado el hombre del escrito en la pared? ¿Los fherals? Y entonces me dí cuenta de que no estaba preparada para enfrentarme a este mundo de zombis.

El hombre musculoso desapareció de repente. ¡No! ¿Por qué nos abandonaba? MI respiración se hizo cada vez más rápida, por lo que cuando volvió con patines yo ya estaba hiperventilando. Patines… entonces el hombre tenía intención de escapar. Si, claro, ¿Cómo íbamos si no a enfrentarnos a todos aquellos monstruos? Y para acabar de rematar el hombre trajeado empezó a reírse. ¿Estaría loco? Bueno… quién no iba a estarlo en un mundo como éste… Entonces fue cuando se dirigió a nosotras y nos explicó las opciones.

Quedarse aquí era la muerte segura. Y marcharnos nosotras dos… ¿hacia dónde? Aunque no me hiciese nada de gracia marcharme con tres desconocidos, menos me la hacía quedarme a merced de aquellos zombis come-humanos. Le vi abrir la puerta y con miedo empecé a caminar hacia fuera, arrastrando a Cassie detrás de mí, cogiéndola de la mano con toda la fuerza de la que era capaz. Estaba aterrada, y seguramente dentro de poco el sudor empezaría a empapar mi piel.

Cuando salimos al exterior, miré hacía atrás, hacía el foco del sonido. Morbosa curiosidad. Me quedé de piedra. ¿ESO eran los fherals? El miedo se apoderó de mí y empecé a temblar. Miré a los demás. Si no hacíamos algo, íbamos a ser pasto de ellos. Negué con la cabeza a la pregunta del señor de traje. ¿¡Que narices íbamos a hacer?! ¿Dónde podíamos escondernos? El labio empezó a temblarme y me lo mordí, mientras miraba al suelo tratando de controlar mis lágrimas. Éste no era el momento. Si no me mostraba fuerte no me dejarían ir con ellos… Quizás tampoco a Cassie, y no quería que Cassié muriera por mi culpa. Por lo que cogí aire y me tragué mis lágrimas, y por primera vez, levanté la cabeza con convicción. Debíamos escapar de allí. ¿Cómo? No lo sabía. Miré a mí alrededor en busca de ayuda, pero solo veía gente corriendo de arriba abajo. Quizas nosotros debiéramos hacer lo mismo hasta encontrar algún lugar inaccesible para los fherals. Pero debíamos empezar a correr YA. Tiré de Cassie hacia delante y señale la dirección contraria por la que venían los fherals con la cabeza. No sabía que había en esa dirección, pero había que poner tierra de por medio entre esos monstruos y nosotros.

-Encantada de conocerte, voto por ir con vosotros -noté la mano de Jo cogiéndome con fuerza, a lo que apreté la suya con mucha fuerza. Más de la que creía tener. Jo me la apretaba con fuerza, impedía que me desmayara o que me diera un ataque de histeria.

Salimos a la calle, el cielo volvía a estar oscuro. El sol había desaparecido y había sido cubierto por unas gruesas y oscuras nuves. Era arrastrada por Jo, nunca antes había sido tratada así por nadie. Nadie se había preocupado por mí de aquella manera, me encantaba. Aunque hubiera preferido que hubiera sido en otro lugar y en otra situación.

-Soy gafe, soy gafe, soy gafe... -murmuré caminando detrás de Johanna y del hombre trajeado. Había nombrado al precioso sol y éste desaparecía. Debería probarlo con las nubes, a lo mejor funciona. El hombre de patines, tan musculoso, me había causado gracia. Yo también reí un poco, era graciosa la escena -Un patinador profesional en zombieland, sólo falta Mickey on I...

Esto último fue un susurro con el volumen muy bajo. Los fherals acababan de salir a la calle. ¿Cómo podían ser tan feos? Eran blancos, calvos... el sonido que salía de sus gargantass era horrible, igual que ellos. Me esperaba unas personas con la ropa rota... El miedo se comenzó a apoderar de mi cabeza. Sabía que debía tranquilizarme, pero era mucho más sencillo de decir que de hacer. Miré al grupo, a las cuatro personas que me acompañaban. ¡¿Qué hacemos?!

Bueno.Bueno.Dejar,lo que se dice dejar,tuerto,a alguien,no es que lo hubiera conseguido.Pero vamos,que dar a un Fheral en la cabeza después de media hora tirando piedrecitas,había sido todo un logro,sobretodo después de haber encontrado comida en unas tiendas raras que había por ahí,y en perfecto estado.Además de una linterna con pilas recargables,una manta y una mochila,en la cual guardó todo lo demás que había encontrado.Asi que,digamos que,cuando los bichos babosos aparecieron por todas partes,y el día se oscureció,no dudo en continuar tirando piedras hasta que les dieran,y...o si,claro que lo consiguió.

Se ha de añadir,que de estar en un estado normal y sin sustancias ingeridas,no estaría tirando piedras a putos bichos "corta-cabezas-de-un-solo-tajo".Pero nah...la muy gilipollas estaba tirando piedras al tuntún,como si fueran chinitas que no hacen daño a nadie,pero los Fherals no eran gilipollas como ella,así que no dudaron en ir a por ella unos cuantos-principalmente a los que había dado,para variar-.Ella supuso que estarían de mal humor porque les había dejado la novia o algo así,o porque el día se había puesto oscuro.Realmente estaba tarumba.

-Hijo de p...-maldijo,en cuanto un baboso de eso le dio un arañazo,entonces fue cuando cogió la mochila llenita de cosas y echó a correr,no sin antes coger otra piedra,por si acaso le daba la gana de dar pedradas a un Fheral,por quinta o sexta vez.Le gustaba provocar,claro que si,pero estaba claro que provocar lo que se dice provocar,no haría que se follara a un bicho de esos,asi que,no,no le convenía seguir provocando,pero al parecer,se creía la Mujer Maravilla y no iba a parar de correr ni de ver doble hasta que lograra relajarse,cosa que,en ese estado,no iba a pasar.

Y a pesar de todo,más que nada por las drogas,no sentía dolor alguno en el brazo arañado por el Fheral,es más la sangre,le molestaba tanto como una pastilla en su interior.Estaba totalmente divertida,por la absurda situación,aunque desde un punto de vista mucho más serio, eso no era nada divertido,pero estaba claro,ella era Daphne.La dichosa yonky provoca Fherals.Y de pronto se dio cuenta,otra vez (lo había olvidado) que había gente,que corrían sin parar,asustados y sin aire,a duras penas pudiendo mover sus enclenques piernas para huir.Daphy se tomaba su tiempo,como no,pero le daba igual todo.

Con todo nos referimos a ser secuestrada por un Fheral.Le habría encantado,y si sucedía mejor,pero como no era adivina,no podía saber nada.Bufó antes de echarse a reir mientras corría,sofocándose mucho más por el peso de la mochila a cuestas.Era realmente estúpida.

[Alguien por favoor!! TT_TT]

Me tiré en el suelo intentando encontrarle una explicación a aquello con ayuda de aquellos dos tipos raros que por cierto, dudaba que tuviesen algo más en la cabeza que conejitos y videojuegos. Madre mía... que mal, aquello me iba a ir muy mal con aquellos dos o al menos esa era mi impresión. ¡Que miedito jolín! Bueno, menos mal que aquel día no había ningún bicharraco de aquellos que se te lanzan a la yugular para babeártela. Eso, eso, menos mal que no estaban por allí para fastidiar. ¡Qué lista que era jolines!

-A ver, a ver, esto tiene que ser por algo... no creo que de repente haga sol así porque sí. Veamos, estamos todos fuera... ¿Os dáis cuenta? A lo mejor es que el infierno este ha decidido ponernos a todos bien juntitos para que seamos más fáciles de matar... mmm... entonces ahora aparecerían los cuatro jinetes del apocalipsis e irían lanzando espadazos de un lado a otro. ¡Aiden cuidado! ¡Vaya que te corten la cabeza! -Me reí un poco. La verdad es que el principio de mi deducción no estaba nada mal... ¡Qué lista que era! Vamos, que no hay dios que se me resista.. eso, eso, soy super lista, voy a encontrar el Portal y voy a salir de allí más fresca que una rosa.

De repente la luz del sol fue ocultada por... nubes. Otra vez nubes. Un aullido hizo que me levantase de un salto y me quedase mirando de un lado para otro, mierda, ¿Por qué cojones sería tan lista? ¡Debería de haber salido de allí mientras podía! Joder, y ahora encima Aiden, tontodelculo por si hacía falta decirlo, se ponía a llamar a los bicharracos aquellos.

Cogí la katana preparándome para luchar antes de que el tipo aquel saliese corriendo con Faith de la mano... ¡¿PERO QUÉ COJONES?! ¡Anda y que les diesen por culo un rato! Pasaba de ellos, digo, me habían dejado allí tirada y ellos sabrían que esperaban. Guardé la katana en el cinturón y me acerqué todo lo rápido que pude a una casa antes de que varios monstruos de aquellos me rodeasen. Presa del miedo solté un profundo grito a la espera de que alguien acudiese en mi ayuda.

Los fherals habían salido de sus escondites de repente, sin previo aviso, pillando por sorpresa a todos aquellos incautos que estaban saqueando y robando en las tiendas, rompiendo escaparates o llenando sus estómagos de comida. La oscuridad había inundado la clara luz del día y la había vencido en un pulso a muerte del que tardaría de recuperarse. Los nativos habían logrado huir a tiempo, al igual que parte de los novatos, pero algunas calles estaban regadas por un hilo de sangre en el que se confundía la carne desgarrada.

Pero la mala suerte se transformaría en dicha para algunos, al menos si conseguían hacer buen uso de ella. Tal era el caso de Daphne que, en su estado de intoxicación, apenas parecía darse cuenta de lo que sucedía a su alrededor. Los fherals, a sabiendas de que en ese estado la ingesta de su carne no sería del todo placentera, decidieron llevársela consigo, por lo que tres de ellos se abalanzaron sobre ella, tirándola al suelo y haciéndola perder el conocimiento. Donde despertara, eso ya era otra cuestión.

Todos los caracoles que habíamos salido con los cuernos al sol ahora corrían en grupos perseguidos por los zombis lechosos. Estábamos en un buen aprieto, que coño, estábamos con un pie en la tumba pues era cuestión de tiempo de que algún fheral decidiera fijar su atención en nosotros. La consigna estaba clara, corred hasta salir de esa calle... ¿y despues? pues seguir corriendo, joder, parecia nuevo... espera, es que era nuevo en ese puñetero mundo.

- Bien, pues a correr se ha dicho, hay que alejarse de esta calle ya... El patinador nos puede dar algo de tiempo si llama la atención de algunos bichos, podrá escapar más fácilmente que nosotros- sugerí "inocentemente", pues ¿que colgado se sacrificaría por desconocidos?- ¡Seguidme!

Y predicando con el ejemplo me puse a correr en una dirección que me apeteció, por donde menos zombis veía. Obviamente mi ritmo no era de plusmarquista mundial, era más bien un ritmo que cualquier persona con dos piernas podía seguir. Si me seguían no me importaba, bueno, en realidad si me importaba pues cuantos más fuéramos menos probabilidades habría de que un bicho fijara su atención en mi. Ese era el espíritu práctico del que quiere salvar el culo.

Eché la vista atras para ver si me seguían, tampoco era cuestión de quedarme solo corriendo por Zombieland como un rico caramelo a la puerta de un colegío. No tardó en pasarme el patinador como una flecha, no si tanto que me había reido y ahora me tenía que comer mis palabras mientras corría resoplando. "1,2,1,2... Mierda, ¿eso que he pisado era una mano?" Manchas de sangre poblaban los rincones, una chica (Emie) seguida de un grupo de fherals se metía en una casa y luego gritaba pidiendo ayuda... en resumen, Apocalipsis Now.

- Patinador, es hora de que... hagas tu trabajo... ¡suerte!- dije con esfuerzo

Pasamos cerca de los fherales que cambiaron su objetivo de la muchacha a la cual no había podido ver con claridad y centraron su objetivo en nosotros, más concretamente en el musculoso patinador que abría la marcha. Era el momento de dispersarse, el patinador por un lado, nosotros por el otro. Cambio de dirección, tomé la primera callejuela a la derecha y el patinador pelón siguió recto. ¿Funcionaría el plan?

[Allan y Nath (si contesta xD]

"Tranquilo, te voy a sacar de aquí" una voz lejana llegó a mi consciente de forma apenas audible. Mi mirada aún estaba clavada en aquellas temibles mandíbulas que se chasqueaban en el aire, como si buscasen algo que atrapar entre sus afilados dientes. Mi mente ni siquiera podía mandar ordenes a mi cuerpo, el pavor que me había invadido me había noqueado casi por completo. De pronto sentí como alguien o algo cogía mi cuerpo, como si de un pesado muñeco de trapo se tratara, y me sacaba de allí.

Cuando quise reaccionar, mi cuerpo estaba volando sobre lo que creí notar como la espina dorsal de alguien.A mi derecha, en dirección contraria hacia la que nos dirigíamos, varios fherals nos seguían la pista. A sabiendas que mi peso nos estaba retrasando, reaccioné intentando liberarme.

- Bájame, Allan - le dije mientras, al fin, conseguía posar mis pies en el suelo. La distancia que separaba a las bestias y nosotros se estaba haciendo más y más pequeña, por lo cual debíamos apremiarnos si queríamos salir de allí con vida -. ¡Vamos!

Comencé a correr buscando aquella casa donde habíamos pasado la noche pero, de pronto, noté que la presencia de mi compañero se había esfumado de mi lado. Giré la cabeza para atrás para darme cuenta de que cojeaba y que, por lo tanto, no podía seguir mi ritmo. Los fherals estaban a punto de alcanzarle. Recién recuperado del shok, aún no lograba pensar de forma clara, pero sabía que algo tenía que hacer, que no podía dejarle a él ahí tirado a merced de los fherals. No a él. "¿Pero qué cojones estás diciendo?" me dije en silencio solo para ahuyentar esos pensamientos con una mueca. Dejé de pensar, al menos dejé de pensar en qué hacer para llevar mi mano al bolsillo derecho de mi pantalón y sacar aquel objeto metálico que guardaba allí. Aún no había utilizado la navaja para nada; ya era hora de darle un uso. Sin más me dirigí corriendo hacia donde estaba Allan dispuesto a devolverle el favor rescatándole de aquellas malas bestias.

Off rol: Lo siento, seguro que no está muy decente, pero tengo sueño. Me voy a dormir, ale xD.

Cuando me quise dar cuenta Alatz se había bajado de mi y el dolor punzante aumentaba gravemente por momentos, de repente note como caía sobre mis rodillas y miraba al suelo, mientras oía los pasos y la frenética respiración de lo que supuse, serían unos Ferhals...más de dos, nunca me había enfrentado a más de dos, y además estaba en la situación que estaba, de rodillas, era como ofrecerles la comida en bandeja...
De repente, noté como algo me impulsó hacía arriba, clavé mi pie bueno en el suelo, como si no quisiera caerme de nuevo, giré la cabeza y vi a Alatz con una cara que no era la suya habitual, su tierno rostro que hacía que pareciera un crío se había transformado en el de un adulto, incluso su mirada cambió...no parecía el, noté como hizo que diera unos pasos hacía adelante.
Entre todos los ruidos distinguí unos pasos, no eran como los de los Ferhals, eran menos pesados y más acompasados...era una chica...no puede ser, creía que ella estaba.
-Creía que habías muerto Nath, me alegra saber que estamos todos bien...ahora viene la peor parte-antes de que pudiera siquiera decir algo más entre ella y Alatz me alejaron de los Ferhals, al parecer ya estábamos más lejos de esas bestias.
Después de girar unas cuantas esquinas noté como estábamos cerca de a buhardilla aunque los gritos desenfrenados de los Ferhals aún se oían....

[Alexander,Johanna,Cassie,Chuck] - Off// Siento la tardanza,ahora no me entero de nada.Voy a correr y punto XD.

Observé el horror,mirando rápida y nerviosamente de un lado a otro.Esto parecía peor que el desembarco de Normandía.
Asentí ante las palabras de Alex,sin apartar mi mirada de todo aquel o aquello que se movía por las calles de la ciudad.Chuck se las arreglaría,lo cierto esque había sido bastante ingenioso...si volvemos a casa,le daré alguna de mis medallas.
En lo que no estaba de acuerdo con Alexander era en lo de serguirle.
Vale que el tio iba a hacer todo lo posible por salvar el culo...pero su culo.Seguramente no le importaba dejar a Chuck atrás,asique tampoco a nosotros,y yo,acostumbrado a el honor y compañerismo de los reclutas,no me sentía cómodo con la situación.
Pero las chica irían detrás de él,por lo que mi conciencia me gritaba que le siguiera de todos modos. Y así lo hice. Comencé a correr en cuanto nuestras nuevas acompañantes lo hicieron,no era plan de dejarlas atrás con un ejército de blanquitos pisándonos los talones.