Beber o no beber, esa es la cuestión. {libre}

Un día como otro cualquiera en este mundo gris, porque tenía muy claro que esto no era un sueño, ni nada de ese estilo, aunque no supiera donde está este mundo y cómo me han traido hasta aquí, porque según la ciencia no existía el teletransporte y todavía no se conoce ningún otro planeta en el que haya vida, o ¿seguimos en el planeta Tierra solo que en un lugar que no conocemos los terresters? Desde que llegué aqui sigo haciéndome cientos de preguntas que soy incapaz de contestar con los conocimentos que poseo, me hace enfadar no tener respuestas a mis numerosas dudas. Tampoco yo soy exactamente la misma persona de hace unos días, aquella que vivía en Boston, USA, que estudiaba, que se emborrachaba los fines de semana. Poseía todos y cada uno de mis recuerdos, tanto los felices como los tristes. Si me caía, me hacía daño, si me pasaba todo el día sin dormir, me entraba sueño... Todo parecía igual, pero nada era lo mismo a mi vida anterior.

Me pasaba todo el día vagabundeando, de aqui para allá, sabía que no estaba bien y sola, pero no se podía decir que hubiese mucha vida. Llegaba un momento en que todas las calles y edificios se parecían, que perdías la noción del tiempo y del espacio. A lo lejos oí el agua correr o eso yo creía, era agradable escuchar algo más que no fuese tus pasos en el suelo. Gracias a mi nada particular oido (fue una suerte llegar hasta aqui) llegué a una fuente, con tres chorros que sin pausa expulsaban agua. Me acerqué al borde de la fuente pisando con mis deportivas el agua que se derramaba por el suelo. Ví mi reflejo en el agua, mi cara tenía un feo color gris, poseía unas grandes ojeras bajo mis ojos y el pelo estaba todo revuelto. Daba pena, seguía mirando mi reflejo, asombrada de como mi aspecto había cambiado al llegar aqui.

Deseaba poder meter la cabeza en la fuente, dejar de respirar, sentir que me ahogaba y cuando ya no pudiera más, sacar la cabeza del agua y abrir los ojos, ver el antiguo baño de mi pequeño apartamento, sentir que estaba en la blanca bañera y que todo había sido una pesadilla. Pero no; debo dejar de intentar imaginarme que esto no es real, además ya probé eso de pellicazme, para saber si era un sueño o no, y dolió, vaya que si dolió, lme pellizqué con todas mis fuerzas, incluso todavía debo tener la marca ya que no me lo hice hace mucho.

Me arreglo el pelo mirando mi reflejo en el agua, lo peino con los dedos, echándolo para atrás, intentando que no me entorpeciese la vista. Me pregunto si este agua será potable, no tiene mala pinta, no es marrón como podía esperarse de un agua sucia, pero tiene un cierto aire gris, aunque a lo mejor solo era el reflejo del cielo. En ese momento miro al cielo, bajo la cremallera de mi chaqueta de deporte, no es que tuviera calor solo era por hacer algo.

Seguía en la misma posición, mirando hacia los tres caños de la fuente, cuando sin previo aviso escucho una voz femenina, estaba tan sumida en mis pensamientos que no la había oido llegar. Me giro de golpe para ver quien es, con tan mala suerte de que resbalo en el suelo encharcado. Mis pies resbalan, mis rodillas se doblan y mi cabeza queda peligrosamente cerca del borde de la fuente, es una suerte que no me haya abierto la cabeza tras la caida. El terror me invade, y me reprocho el no haber estado más atenta, si hubiera sido un Fheral ya estaría muerta. -¿Quién eres tú? ¿Qué quieres?- Grito intentando no mostrar mi miedo, ya se me había olvidado que es lo que la chica me había dicho antes de mi caida.

Me encontraba en una posición muy incómoda tras mi torpe caida. No me había hecho daño, pero me había llevado un buen susto. Miraba fijamente a la chica que se encontraba en frente de mi con su mano extendida intentando ayudar a levantarme. Poseía rasgos orientales, con unos grandes ojos castaños que en estos momentos expresaban disculpa. Su cara era bonita, incluso estando en este horrible lugar.

Agarro su mano, agradeciendo su ayuda. -No pasa nada, tranquila, estoy bien.- Ya me encontraba totalmente de pie, las dos erámos de la misma altura. Deseo que mi trasero no se haya mojado con la caída, pero resulta que la parte derecha de los vaqueros está empapada. Me quito la chaqueta y me la pongo en la parte de atrás atándola a mis caderas con el objetivo de tapar lo mojado.

-Yo me llamo Brooke, y tampoco hay mucho que quitarme, aunque casi me quitas la vida de un susto.- No quería que mi tono de voz sonara duro, ya que no quería reprocharle el asustarme, es más, era yo la que estaba enfadada por no tener más cuidado. -¿Necesitas algo?- ¿Qué se le dice a una persona que te acecha por la espalda, en un mundo como este, en el que solo prima la supervivencia? Aunque era agradable ver que existían más "seres" en este mundo a parte de la chica con la que estuve en La Morada de los Perdidos (y dejando a un lado a los Fherals).

-Veo que no necesitas nada.- Supongo por el movimiento de cabeza de la muchacha. -Tampoco sabía que decirte, como te has acercado a mi...- Tampoco quería que Nanako se fuera, prefiero tener compañia, además es la segunda persona que conozco que esta aqui. No me quiero quedar sola, y como me encuentre con uno de esos monstruos y esté yo sola más me vale correr o mi vida acabará más pronto de lo que yo había pensado.

-Sí.- Contesto a la vez que afirmo con la cabeza.- Estaba estudiando en mi habitación, al día siguiente tenía un dificilísimo examen de fisiología. Me encontraba muy cansada por lo que me dormí encima de la mesa, y cuando me desperté estaba en esa habitación y en este maldito lugar. En esa sala había un texto en la pared y también apareció una chica conmigo. ¿También había más gente contigo?- Recordaba perfectamente la situación y la angustia que sentía en ese momento. Seguro que nunca se me olvidará nada de lo que pase aqui, si es que no muero antes en el intento. Ahora pensando sobre mi examen, que habrá pasado con eso... ¿Habré perdido la oportunidad de examinarme? Me quedaba tan poco para terminar el curso... Aunque también es una tontería preocuparme por eso, será más importante preocuparme por sobrevivir.

-Y, ¿no te quedaste con alguna de esas personas?¿Por qué?- Me di cuenta de que ella había dicho otras personas. ¿Por qué yo solo aparecí con una chica? Aunque tampoco sé porque decidí ir a explorar yo sola, sin duda hubiera sido mucho más fácil si vas a compañado. Quizás fue por desconfianza, por desconocimiento del lugar y de la situación... Pero algo tenía muy claro, no es bueno estar solo en un lugar como este y más sin saber defenderte, ni tener con qué.

-No, no tengo mucho más de lo que ves. Espero no encontrarme con esos bichos que describía el texto de la pared, en esa situación solo tendré la posibilidad de correr, y tampoco se puede decir que sea una atleta.- La verdad es que siempre me ha gustado el deporte, pero nunca se me dieron bien las pruebas de atletismo. Además el único ejercicio que hice estos últimos meses, fue correr delante de la policía cuando estabamos de fiesta en la calle... Estaba apoyada en la fuente, mirando su fondo cuando pequeñas gotas empiezan a salpicar el agua, formando círculos concéntricos. Me pregunto si este agua se podrá beber, tengo la boca seca, un trago no me vendría nada mal.

-No conozco a nadie aqui, ni tengo un lugar donde refugiarme. La verdad es que he estado vagabundeando desde que llegué aqui. Tú eres la primera persona que veo desde que salí de la habitación aquella.- Me parece una estupenda idea buscar refugio, así nos sentiremos más protegidas, además ella no me ha dado motivos para desconfiar. El cielo se está poniendo cada vez más oscuro y llueve con más fuerza, mi pelo y mi ropa se van empapando y se me pegan al cuerpo. Espero que ella tenga algún plan para sobrevivir aqui, se ve que lleva más tiempo que yo por estos lares. Pero sigo preguntándome si se puede beber el líquido que emana de los caños. Si recordamos donde se encuentra este lugar, siempre podríamos abastecernos de agua aqui.

-Tuvimos que separarnos. Pero no fue porque quisimos, más bien porque la situación lo requirió.- Respondí pensando en aquella vez cuando cada quien tomo su camino, desde entonces lo había visto. Tal vez estén muertos y por mala suerte a mano de aquellos bichos pero esperaba algún día encontrarlos, porque era las primeras personas que había visto en este mundo.

-Yo ya lo he visto como te puedes ya imaginar, y no son nada agradables. Es más ni siquiera creo que entiendan algo y aunque parezcan tonto no lo son pero se les puede engañar. De todas formas tendrás que tener cuidado si te encuentras a uno. Es mejor correr que enfrentarte a ellos porque seguro que te pueden llegar a matar y más aun estando desarmada.- Le aconseje por la poca experiencia que tenía yo.

-Pero también puedo preguntarte porque no te has quedado con la persona que has llegado. Y tranquila también eres tú unas de las pocas que me he encontrado. De todas formas tenemos que movernos de este lugar. -Comente para salir pero también tenía sed, aunque no sabía se podía beber de esa agua de todas formas me arriesgare.

Camine hasta la fuente y me acerque. -Espero no arrepentirme. -Comente antes de beber pero al tener un poco dentro de mi boca note que esta agua era potable solo que estaba sucia y tal vez podría tener dolor de tripa.-Es potable.. -Comente-



OFF: Madre mía y yo pense que no me habías contestado!! siento la tardanza u.u