TEMA COMÚN: Un día soleado

El sol brilla apaciblemente por primera vez en mucho tiempo sobre la Ciudad Fantasma. Las nubes, casi ausentes, dejan ver un reluciente cielo azul, mientras que las calles, desiertas, se presentan impolutas, como recién hechas. La ciudad, misteriosamente, ha recobrado su anterior esplendor: cristales nuevos, maniquís vestidos, tiendas llenas de productos, incluso algún gato parece recién salido de sus escasos baños. El agua corriente y la electricidad funcionan a la perfección e, incluso, hay cobertura, aunque en la pantalla de los móviles no aparece el número de ninguna operadora y cualquier número fuera de la ciudad da intermitente. Lo único que parece no haber cambiado es que no existe ningún documento escrito, no los nombres de las calles, ni registros; incluso las lápidas siguen sin presentar inscripciones, pero… ¿quién quiere ir al cementerio con un día tan magnífico?

Los fherals han desaparecido, presa de su intolerancia a la luz solar, así que pasear por las calles es seguro o, al menos, nadie se debe de preocupar porque uno de ellos les robe un brazo de un mordisco… aunque a veces los animales no son el peor ser que camina entre las calles de la ciudad…

Las grandes avenidas están repletas de verdes y cuidados árboles mientras que en los jardines las flores se abren en un crisol de colores, incluso parece que se puede escuchar el cantar de un pájaro o el zumbido de un abejorro. Solo hay cinco sitios donde la primavera y la restauración parecen no haber llegado… pero, ¿a quién le importa pudiendo disfrutar de un paseo o de una buena y generosa comida?





- Este tema durará on-rol un día exclusivamente. Off-rol durará una semana (hasta el día 20 de Junio a las 23:59 horas).
- Al terminar el día la ciudad volverá a estar exactamente como estaba antes, pero solo los pjs. nativos saben esto, así que el resto debe actuar como que no tiene ni idea de que todo volverá a la “normalidad”.
- Cada usuario podrá llevarse tres objetos y cinco artículos de comida al salir del tema que deberán registrarse en este apartado.
- No se permitirá llevarse armas ni ningún otro ítem que el staff considere.
- Mientras tanto, dentro de este tema, el usuario puede usar todo lo que encuentre.
- Tampoco estará permitido rolear “dentro de este día” en otro tema que no sea este.
- Al inicio del post se deberá poner los nombres de aquellas personas a las que vaya dirigido, para evitar que esto sea un caos.
- No hay orden de turnos, este tema sirve para toda la ciudad. Cada grupo puede mantener el orden de turno si lo considera oportuno.
- No habrá ningún libro ni ninguna letra o palabra, como ya se indica arriba.
- Los cinco sitios donde “no ha llegado la primavera ni la restauración” no podrán ser encontrados, solo podrán los másters indicar su localización.

[Nath y Allan]
Una sensación molesta me despertó. Un picor en los ojos, casi un escozor, un brillo dorado que traspasaba la fina membrana que eran mis párpados. Poco a poco fui dejando descubiertas mis pupilas a aquel nuevo día, contemplando aquella luz amarillenta que chocaba contra la ruda textura que configuraba las telas que habían hecho las veces de lecho durante las últimas noches. No, no podía ser. Mi mente comenzaba a tomar conciencia de la situación al tiempo que comenzaba a incorporarme, restregándome los ojos con los puños, quizás en un tosco intento de quitarme las legañas o quizás intentando asegurarme de que todo aquello no era una ilusión. Destapándome del todo, terminé de ponerme de pies y ver la hiriente luminosidad entrar en la buhardilla, cayendo sobre mis dos compañeros, que aún estaban yaciendo a la izquierda de donde yo me encontrara.

El sol me cegó por completo cuando saqué la cabeza por una de aquellas ventanas bajas que daban a la calle para comprobar que no era ningún engaño de aquel impredecible mundo. La luz diurna impactaba contra las blancas paredes de los edificios, impolutas, blancas, como recién hechas, que distaban mucho de las que yo recordaba haber visto el mismo día anterior. Eso era imposible, o lo hubiera sido racionalmente. Aquella calle parecía renovada: el asfalto había dejado de estar resquebrajado, los cristales de las ventanas, todos íntegros, reflejaban los rayos de sol; incluso me pareció ver un maniquí en una tienda de abajo, justo enfrente.

Impresionado por mi descubrimiento, me dirigí a despertar a mis compañeros, buscando una segunda opinión e intentando confirmar que la paciencia de mi cordura no se había acabado.

[Allan y Alatz,quizás alguien mas?]

Reflejos de lejanos rayos de sol me daban en la cara,impidiendome dormir tranquilamente.Bajo mi espalda podía sentir el duro y ahora cálido suelo de la buhardilla en la que anoche Allan,Alatz y yo habíamos dormido...pero aquí falla algo.¿Sol?

-¿Alatz?¿Que ocurre...?...¡Éso es luz solar!-exclamé levantandome bruscamente,sin creer lo que mis ojos veían.TOda la ciudad estaba reconstruída,cómo si los Fherals hubieran sido parte de un mal sueño.Desde la ventana,podíamos ver las tiendas llenas de ropa y comida.¿Quizás podría ser nuestro nuevo hogar?No lo sabía,pero no desperdiciaría esto.Me giré hacía mis dos,quizás bajo éstas circunstancias,amigos y sonreí-¡Vamos a por comida,o ropa...o...!

[Sky molestará a.. *tambores* Engel Lindemann!]

¿Eso era real? Un rayo de sol me cegó al abrir los ojos tras una noche calma bajo un edificio en un estado mínima mente aceptable. Pero, ahora por una ventana en perfectas condiciones, con sus cortinas de un color rosado claro, podía ver el sol alumbrar toda la ciudad. Me levanté del suelo, ya no tan duro gracias a la moqueta que decoraba el suelo y eché un vistazo por la ventana. Todo había cambiado, era diferente, era hermoso.

Me dio por ir a la cocina, estaba hambrienta y gracias a Dios los cajones estaban llenos de comida y la nevera de refrescos, los cuales conservaría por un tiempo... Si no me los acababa antes. Salí por la puerta con una bolsa de patatas y una lata de mi gran adicción -Coca-cola- y me encaminé hacia ninguna parte. Solo quería pasear hasta que mi cansancio me pidiera que descansara, quería ver lo bonita que era la ciudad. ¿Esto duraría para siempre? Esperaba que sí, no quería seguir en esa ciudad destrozada.

Llegué a una calle donde pude ver a un chico a lo lejos, seguía con mi comida entre las manos disfrutando cada mordisco y cada trago. Me acerqué a él y le di varios golpes, con no mucha delicadeza, en el hombro- Oye, ¿sabes donde puedo encontrar algo de... Ropa, o comida, o lo que sea?

Después de haberme pasado la noche buscando un lugar donde dormir segura, terminé en una de las tiendas, menos destrozadas, recostada sobre el duro suelo.
Aunque me sorprendió, los rayos de el sol que entraban por los escaparates me despertaron, abriendo los ojos muy lentamente.

Me incorporé de manera rápida al darme cuenta de que todo había cambiado. Ya no estaba durmiendo sobre un mugriento suelo, si no sobre un claro parquet de una tienda de ropa. Di un brinco examinando cada uno de los vestidos, pantaones, zapatos, camisetas... todo lo que allí se encontraba.

- Dios mío... -Dije pasando la mano por mi cara, como si no creyese lo que estaba viendo. Al instante cogí una bolsa donde metí dos pares de jeans, dos pares de sudaderas, y unas bambas. Aquello no podía ser real... Pero mientras me durase el sueño lo aprovecharía.

Cuando terminé con mis "compras" salí a la calle, quería ver lo que era el sol en la ciudad. Me quedé asombrada cuando al salir de la tienda me di cuenta de que todas las tiendas estaban como reformadas, como si en una noche hubiesen remoderado toda la ciudad. Recorrí cada tíenda, sobretodo las de comida, aprovechando para por fin, después de tantos días, comer algo decente.

[Para Sky]

Cuanto mas avanzo por la "nueva" ciudad fantasma mas extraño me resulta todo... bueno en realidad lo raro es que todo es normal, lo cual resulta terriblemente raro en un lugar como este. Buf, ni yo entiendo muy bien lo que estoy pensando últimamente pero bueno joder a caballo regalado no le mires el diente.

Por el momento yo deambulo tranquilo como una bomba con la chaqueta atada a la cintura y el bate apoyado en la nuca, intentando relajarme en este día de "vacaciones" pero no me consigo quitar de la nuca ese extraño peso que tengo instalado desde que llegue aquí... ese que dice: "todo va a ir a peor". Resulta tremendamente molesto, pero ese peso sobre mi conciencia más de una vez ha activado algunos impulsos sin los cuales no habría conseguido sobreponerme a las adversas circunstancias.

De cualquier manera ahora debo concentrarme y seleccionar que artículos pueden serme útiles; si me pongo a cargar cosas sin ton ni son pronto caeré agotado y todo se ira a la mierda. Mejor una incursión de precisión en busca de material indispensable para la supervivencia... suena casi poético.

En mis pensamientos enfrascado ando cuando a lo lejos veo la figura de una chica acercándose hacia mi cargada con lo que parece ser un refresco y una bolsa de patatas fritas o algo así, la verdad es que en un principio no le doy importancia pero cuando llega hasta donde estoy yo y comienza a hablarme me veo obligado a detenerme y escucharla. A decir verdad un día como este en la ciudad fantasma me ha puesto de un extraño buen humor.

-Hoy parece ser el día de compras y felicidad en la ciudad, asíque supongo que en cualquier sitio podrías encontrar cosas así. Precisamente yo voy a darme una vuelta a ver que tiendas encuentro; si quieres ven conmigo.

Supongo que la oferta de acompañar a un tipo como yo no le parecerá especialmente apetecible, pero a decir vedad no me importa si acepta o no. Yo continúo avanzando con el bate apoyado en la nuca en busca de algún sitio con cosas útiles.

-¿que estaba pasando? me quedo dormido en las calles que estan en ruinas y me despierto con una calle normal sin Fherals ni nada todo era muy extraño los nativos lo abrian recontruido o¿que pasaba?Hacia sol y todo brillaba era nuevo.Pensé que todo era un sueño pero.Aqui pasaba algo rraro tenia miedo.

Camine extrañado por la ciudad viendo a mas gente confusa entonces le pregunte a Alaz.-¿que ha pasado?y.... bueno ¿no sabras por caualidad donde puedo encontrar comida o algo de ese tipo?Bueno adios me voy a buscar por ahi haber si encunetro algo porque tengo mucha hambre y sed.Adios Alaz.Le dije

[ Para Cristhel Wells]

Sin duda alguna esto parecia un sueño, y mis energias aun seguian muy bajas. Pero por suerte puede ver una tienda de alimentación y no dude en soltar el palo en entrar y comer algunas cosa, frutas y agua potable. Tenía que calmar a mi estomago que estaba gritando además de que mis fuerzas eran muy bajas a falta de comida. Pero también pense en llevarme unas cuantas cosas así que aproveche de llenar la mochila que tenía conmigo.

Después de hacer eso estaba dispuesta a ir a otra tienda para coger otras cosas, por ejemplo ropas. Esta que tenía ya estaba totalmente gastada. Suspire y la verdad es que me sentia mucho mejor, solo faltaba reposar un poco y que este hermoso día sigiera por mucho tiempo porque así se garantizaba nuestra superviviencia.

Cada vez se podía ver más gente muchas caras eran desconocidas pero.. una voz me era muy familiar, un grito que preguntaba. Busque con la mirada a dueña de aquella voz y una figura no muy lejos pude distinguir. Era.. como se lllamba, se que estaba con ella el día que vine junto a otras personas más.

Cuando estuve lo suficientemente cerca de ella me puse delante y con una cara de sorpresa y tal vez algo de alegría por verla , por ver que aun estaba viva.

-¿Christel ? -Su nombre se me escapo de la boca nada más verla y estar delante de ella aunque no aseguraba al 100% de que era el suyo. - Creo que muchos no sabemos lo que ha pasado -Murmure después tras resivir un leve codazo de una persona qeu apenas había pedido disculpas pero no preste atención sino volvi a mirar a Cris.

Me quedé esperando una respuesta mientras seguía entretenida observando cada edificio en sus perfectas condiciones, esta era una ciudad completamente nueva, esperaba que las cosas al día siguiente siguieran como estaban ahora, no quería volver a pasear por las oscuras calles de la ciudad fantasma ni un solo día más.
Después de ofrecerse acompañarme en el día de compras, siguió caminando como si se hubiera olvidado de mí. Casi tuve que correr para alcanzarlo, y una vez a su lado decidí dar conversación- Soy Sky -parecía un chico callado, algo extraño, pero cada uno tenía su forma de ser- Está precioso el día, ¿verdad? Hacía tiempo que no veía la luz del sol y estaba empezando a volverme loca -le miré de reojo, esperando que hablara, pensando en lo útil que sería ese bate y de donde lo habría cogido.

Off; Oh Dios, matarme! Es cortísimo u_u'

Veamos lo que me encuentro: una peluquería...no, una tienda de ropa... no, un supermercado... BINGO.

Se me hace bastante extraño moverme por un entorno como este de la noche a la mañana; ahora que ya estaba acostumbrándome al rollo siniestro extremo de este sitio van y lo cambian por un paraíso de Pony Land. Pero si algo he aprendido de el tiempo que llevo aquí es que nada suele durar demasiado tiempo asíque no me resultaría extraño que en cualquier momento el ambiente lúgubre volviera a campar a sus anchas... hay que aprovechar mientras dure lo bueno y no haya señal de los fherals.

La chica camina a mi lado con esfuerzo aparente por seguir mi ritmo, pero no puedo frenarme porque no se hasta cuando puede durar la actual situación de abundancia en la ciudad. Dice chorradas supongo que intentando mantener una conversación conmigo; no soporto esas conversaciones gilipollas estilo ascensor pero bueno mi buen humor se mantiene.

-El día es precioso pero tremendamente raro, no es a lo que este sitio nos tiene acostumbrado... no creo que simplemente sea una cuestión de climatología; tiene que tener un motivo mas profundo.

Mientras contestaba a la chica avance rápido hasta llegar al supermercado.
Si la ciudad siguiera hecha una mierda como siempre seguro que las puertas estarían en un estado penoso y no seria complicado entrar en el edificio; pero ahora una sólida persiana metálica impide el paso a cualquiera que intente allanar la propiedad.

Bueno pues solo me dejan una opción, veamos si recuerdo los pasos para hacerlo correctamente: espalda recta, adelanto un poco la pierna derecha, apoyo el peso sobre la pierna izquierda y dándome impulso hacia delante golpeo fuertemente... HOME RUN. Mi puto batazo hace que el cristal del escaparate se destrocé en mi añicos haciendo un estruendo digno digno de un discurso de Nelson Mandela. Ya tenemos hecha una entrada al recinto, ahora ya podemos saquear todo lo que necesitemos sin ninguna oposición.

Vuelvo a colocar el bate cómodamente apoyado en mi nuca y le hago un gesto a Sky indicándole que entrara al lugar.

-Vámonos de compras Sky; yo me llamo Engel por cierto.

[Engel]

Las tiendas que nos rodeaban eran bastante tentadoras. Había de ropa, la cual me era necesaria, ya que mis pantalones ya rasgados y pasados por agua del río y de la lluvia no era lo mejor que podía tener, la verdad. Quería acercarme a la tienda y romper el cristal con... ¡Una piedra! Miré a mi alrededor al darme cuenta que ahora esto era una ciudad normal, y las piedras no reinaban las calles como hacía unas horas. Me dí media vuelta y el chico estaba preparándose para batear contra el cristal del supermercado, después le pediría el bate, aunque daba la sensación de ser bastante pesado, mejor le diría que me hiciera el favor de golpear también este cristal.

Me acerqué a él justo antes de romperlo y pegué un pequeño brinco al ver el cristal echo pedazitos en el suelo- Ups, esto te hubiera costado caro en cualquier otra ciudad -comenté al entrar. Solté todo lo que tenía en las manos y me dediqué a pasear la mano por todos los estantes de comida. Pero como si fuera un flash back pude verme a mí en mitad de un brote, debía encontrar una farmacia y buscar mis pastillas, solo me quedaban cinco y no sabía cuanto tiempo podía estar aquí, ni cuanto tiempo la ciudad duraría así- ¿Después me acompañarás a una farmacia, por favor? -le miré con ojitos de cordero.

[Por el momento para Faith]

¿Cómo coño no se iba a creer que estaba en una alucinación...? El día anterior ha estado a punto de morir devorado por un bicho de esos que le dan repelús, salvado gracias a su milagrosa tabla con pinchos...Es decir, gracias a que corrió como alma que llevaba al Diablo, y ahora se encuentra con una avenida, arbolitos verdes, tiendas, gatitos y todo maravilloso de la vida, solo faltaría el taller en el que trabaja.

Lo más gracioso de todo es que sigue en el pueblo, ni nombre en las calles, ni direcciones ni nada de nada... Aunque eso sí, en vez de confundirse prefiere hacer gala de su particular forma de pensar y sentido del humor y echar a andar a pasos agigantados por la acera, como si fuese el dueño del mundo, observando todas las tiendas que hay:

-Hmmmm... ¡No! ¡No! ¡No! ¡No! ¡Bingo! -Exclama al final dando un salto cuando sus ojos oscuros divisan una tienda de ropa, tanto femenina como masculina. Ya era hora de quitarse el mono que llevaba, que olía a grasa pasada, al igual que los zapatos, que empezaban a ser hasta molestos. Por ello mismo se cuela, con sus gráciles y curiosos andares...

Nadie, genial:

-¿Oigaaaa? ¿Oigaaa, tenderoo? -Exclama en voz alta, utilizando las manos a modo de altavoz, dejando que la tabla caiga al suelo. Al ver que no hay nadie se encoge de hombros y se dispone a lo que comñunmente se conoce como robar, algo que ya ha hecho antes y de lo cual no se avergüenza, es un caso de necesidad...
Así que, sin más, se encamina a la sección de ropa masculina y comienza a buscar algo que le guste y que le quede bien, tirando la ropa que va descartando al suelo.[/color]

¿Pero qué diablos estaba pasando? Hacía menos de un momento el clima era de todo menos soleado, aquello era definitivamente muy extraño, llegar a un lugar alejado de la mano de Dios, vivir bajo el miedo de no saber donde se está y con la incertidumbre de esos extraños seres llamados Fherals y, ahora, ¿esto?

No sabía que pensar, me daba mas miedo tan repentino cambio que de la situación de la cual venía pero, a decir verdad, lo mejor sería aprovechar tal situación. Por unas horas me dediqué a merodear por la ciudad, usando mi muleta mas como defensa que como apoyo, hasta encontrar lo que parecía ser un restaurante familiar. Estaba en buen estado y, en esta ocasión, el hambre fue superior al miedo.

Me adentré al lugar y, tras dar rienda suelta a mis instintos mas básicos, comiendo y bebiendo hasta saciarme, me propuse buscar algo que pudiese servirme de utilidad. Examiné el lugar con meticulosidad aunque lo único que conseguí encontrar con algo de utilidad fue una bola industrial de patatas grande, con la inscripción de "Onion Store" vacía y un paraguas abandonado. No lo pensé demasiado, me enfunde la bolsa al hombro, guarde el paraguas en su interior y salí del lugar, no me gustaba demasiado permanecer en un interior.

¿Mi próximo destino? No tenía ni idea, quizás fuese buena idea buscar alguna tienda que no vendiese cosas en concreto, tal vez allí encontraría algo mejor. No me demoré mas, mis pasos volvieron a tomar rumbo hacía el frente mientras miraba de refilón, con aires de incertidumbre, aquel brillante sol.

[Para Christel xD]

Me había quedado dormido en la iglesia pensando que allí no se iban a meter los fherals, quizás le tenía miedo a Dios. Cuando desperté, algo raro le sucedía la ciudad. Unos rayos del sol se metieron por las ventanas de la iglesia. Cuando había entrado en ella, era una iglesia abandonada, parecía que nadie había entrado en ella con los años. Y ahora que desperté se había restaurado, el techo estaba altísimo, los candelabres brillaban debido a la luz solar que reflejaba en ellos. Abrí los ojos mejor y miré alrededor. Ya no me dolía nada, mi herida parecía haberse curado. Me levanté... extraño, pero sin ninguna dificultad y me acerqué al altar. Le rezé a Dios ya que estaba tronando allí la cruz de Jesucristo y una imágen de la Virgen. Todo era nuevo y parecía que en cualquier momento la iglesia se iba a llenar de gente. Me agaché y me persigné.
-¡Gracías, Dios mío! Y si no es mucho pedir ¡Ayúdame a descifrar el misterio y a saber quien soy en verdad! Quizá mi familia me está esperando...! O quizás tenga una esposa, un hijo, algo. ¡Ayúdame a recuperar la memoria, Dios!
Me quedé un momento rezando y al terminar me persigné nuevamente, me levanté y salí de la iglesia. Afuera, hacía un día esplendido. El sol brillaba en el cielo. El color del cielo era azul y sin ninguna nube. Este día era memorable. Tenía que hacer algo. Pero ¿qué? Me quedé un ratito enfrente de la iglesia a pensar mis siguientes pasos. Las tiendas, las calles ya estaban populadas. Pero todavia había un dato extraño: ni un nombre de calle. Parece que estaba hecho apropósito para que te perdieras. Pero ¿a quién le debería de importar este diminuto detalle? ¿Qué le había pasado a la ciudad si un día antes estaba todo negro y pesimista? Ahora todo era lleno de optimismo. Eso era un misterio. ¿Por cuanto tiempo la ciudad seguía así? Ojalá para siempre.