En busca de aspirina

Al menos el camino a las facultades me lo sabía. Fuimos caminando el silencio y, de vez en cuando, miraba de reojo al chico, que no parecía estar bien, la verdad.

Al llegar a las facultades, fui directamente a la enfermería, pues me conocía el camino, y empezamos a revolver entre las cosas. Lo de siempre, botes rotos, cajas vacías, jeringuillas rotas...Lo cierto es que no podría asegurar si habría pasado alguien por allí o no desde la última vez que estuve yo.

-Joder...-Me quejé por lo bajo. -¿Cómo estás?-Dije dandome la vuelta, con miedo a reconocer que no encontraba nada útil allí.

Esperé a que me contestara y miré alrededor.

Ya hacía rato que había dejado de apartar tablas rotas y solo intentaba ver algo con la mirada.

Dios, ¡Si estaban alli!, tras rebuscar un poco encontre esas pastillas, parece ser que su uso no es muy comun debido a que podrian tumbar a un caballo. Asi que las cogi y cuando escuche -¿Cómo estás?- Le respondi que las habia encontrado, pero cuando se las iva a enseñar cai en la cuenta de que podia leer la etiqueta y descubir que efectivamente eso no eran aspirinas, asi que arranque la etiqueta de espaldas a ella para que no pudiera ver lo que hacia y le enseñe el bote de color naranja translucido. En su interior se encontraban tres pastillas azules y cuando se las mostre ella dudo por un momento que fueran aspirinas, porque al no tener etiqueta no podria haber dicho con tan seguridad que efectivamente era lo que estaba buscando, podian haber sido perfectamente viagra...

Entonces cogi una de aquellas pastillas y me la meti en la boca con ayuda del agua que quedaba en la botella. Otra vez estabamos sin provisiones pero, al menos no tenia el miedo de poder hacerle daño a aquella chiquilla. Antes de que me flaquearan las fuerzas cerre la puerta y las ventanas para que nada nos viera ahi dentro. Aparte basura de un pedazo de suelo y me sente. Le dije a Lyra que tenia muchisimo sueño y que ahora era ella la que debia de mantener la seguridad y le entregue el bate. Tambien le dige que confiaba en ella y que si pasaba cualquier cosa me avisase.

Me quede profundamente dormido y empece a soñar con campos verdes y conejitos...

Miré al chico con desconcierto, pues es que me extrañaba demasiado que pudieran quedar aspirinas en un lugar como aquel. Pues aquel sitio solo sabía dar dolores de cabeza y lo más normal sería que el primero que las viera se las guardara todas, asi como parecía que habían hecho con el resto de recursos.

Le miré extrañada mientras se tomaba la pastilla y luego me dijo que pensaba echarse a dormir.

A ver, lo cierto es qu no tenía gana alguna de hacerle guardia a este chico ahora, más cuando por su extraña forma de actuar, me inspiraba una extrema desconfianza, pero lo cierto es que se le veía cansado y si no hacia mucho que había llegado allí, necesitaría asimilar las cosas poco a poco.

-No te preocupes, descansa-Dije tomando el bate y apartandome a un rincón para sentarme allí, como siempre.

Realmente no me hacía ninguna gracia aquel escondite, pues el edificio era grande y, como ya sabía, tenía varias entradas, por las que los fherals podrían perfectamente entrar buscando un aperitivo. Pero aun era de día y no solía ver tantos como de noche. En un rato despertaría al chico y buscaríamos otro sitio para pasar la noche.

Apoyé la cabeza en mis rodillas y comencé a darle vueltas a mil cosas. De vez en cuando miraba a John de reojo, comprobando si estaba dormido, pero lo cierto es que pude relajarme pronto, pues se quedó dormido en apenas un par de minutos.

Ultimamente me encontraba bastante mal, desganada, apática, cansada del mundo, no de aquel, de cualquiera. Me dolía reconocerlo, a veces pensaba en rendirme, no podía soportar la idea de vivir sola en un mundo como aquel. Lo cierto es que no podía soportar la idea de seguir viviendo sola en ningún lugar.

A veces sentía que mis sueños eran estúpidos y me comportaba como una cria conservando esperanzas.

Realmente en aquel momento no me importaba absolutamente nada, si hubiera estado sola, seguramente no habría intentado huir de un fheral, pero no estaba sola y, aunque aquel chico me diera mala espina, al menos me hacía estar viva, aunque solo fuera por que no me viera morir, o aunque no supiera si estar viva en aquel momento era lo mejor o lo peor.

Solo esperaba poder sonreir pronto, aunque fuera por cualquier tontería, poder confiar en John, poder dejar de sentirme sola.

Pasaron unas...tres, tal vez cuatro horas y, aunque realmente no tenía ni idea, supuse que estaría atardeciendo. Aquello de no tener reloj ni sol, podía llegar a ser muy frustrante.

Me acerqué a gatas al chico, demasiado cansada para ponerme de pie.

-Ey...-Le llamé en un susurro mientras le daba golpecitos en un brazo.

A su lado estaba el bote de pastillas. Lo cogí observandolo con curiosidad, aquello no parecían aspirinas. Lo habrí y cogí una de aquellas pequeñas pastillas. Sí, tenía razón, aquello no eran aspirinas.

Tal vez fuera exagerado por mi parte, pero lo relacioné con algún tipo de droga a la que tal vez aquel tio estaba enganchado, ya que antes me comentó algo de eso ¿No?

Al ver que se estaba despertando, dejé rapidamente la pastilla en el bote e intenté cerrarlo, cuando apareció aquella torpeza que solo aparece cuando una está tan nerviosa.
Me cargué el bote intentando cerrarlo y las pocas pastillas que quedaban en el, rodaron y botaron por toda la habitación, provocando el suficiente ruido como para despertar a aquel chico y que me viera con aquella mezcla de nerviosismo, arrepentimiento y terror recogiendo todas las pastillas del suelo.

Mis ojos empezaron a abrirse poco a poco tras escuchar un sonido raro...

Era aquella chica que estaba ecima mia a gatas, lo primero que se me paso por la cabeza fue que queria... Bueno ya sabeis que estaba un pelin salida, pero luego vi las pastillas que rodaban por los maderos del suelo callendo y perdiendose. Entonces me puse de pie de un salto chocando accidentalmente con ella, con lo cual mi equilibrio de recien levantado me impulso a caer encima...

Imaginaos la situacion, ella abajo con cara de asustada y cayendosele el bote y rodando por el resto de la habitacion y yo encima mirandola con ojos de sorpresa y a menos de 10 cm de los labios de aquella chica. Obviamente no era mi itencion y rapidamente me baje antes de que le diera tiempo a pensar mal y dije con tono brusco y desconcertado -Pero... ¿¡Pero que has hecho niña!?- Ella se quedo muda mirando para abajo con los mofletes colorados y entonces me agache intentando buscar inutilmente lo que serian mi medicacion en estos tres dias... Cuando pude volver a levantar la mirada la mire a los ojos y le dije mientras le quitaba mi bate de entre las manos, -La has liado parda, necesitamos encontrar ese tipo de pastillas antes de que pase un plazo de 24 horas o estamos muertos...-

Puede que me pasase un poco pero ella habia perdido lo unico que me mantendria cuerdo aqui, asi que me quede mirandola y esperando una explicacion...

-¿Qué era eso?- Dije con el ceño fruncido, mirandole.

Lo cierto es que por su enfado me daba bastante miedo, pero me había mentido, y no sabía ni que eran esas pastillas ni para qué servían, ni porqué me había engañado, y eso me hizo enfadarme también.

-No sabía lo que era, si no me hubieras mentido no hubiera parado a mirarlo.- Quería pedirle perdón, pero yo también tenía orgullo.

Me quedé de pie, sin decidirme, sin saber que hacer, si ponerme a buscar las pastillas, salir corriendo de allí, o pedirle perdón un millón de veces.

Finalmente me quedé mirandole seria esperando a que me respondiera.

-¡De acuerdo! ¡Ya esta todo perdido, si asi puedes dormir tranquila te lo dire!- Respondi -No es aspirina ¿vale?, esque... ¡Despues de desengancharme me surgio un brote psicotico y la unica manera de aliviarlo son esas putas pastillas!, ahora puedes intentar ayudarme a encontrar mas o dejarme tirado- Mientras decia eso la apuntaba con el bate, pero al ver su reaccion de temor lo baje para que no se sintiera amenazada...

Entonces hubo un momento de silencio, al que tuve que responder -Si en un periodo de 24 horas no vuelvo a medicarme, lo mas probable es que empiece escuchar voces y me vuelva muy violento. Esto puede ser igual de peligroso para ti que para mi, porque si me vuelven los dolores de cabeza me pongo muy inestable y puede que cometa alguna locura...-

Despues de esas palabras mas silencio y luego...

-Lo siento...-Susurré mirando al suelo.

Me dí la vuelta y comencé a buscar las pastillas sin decir palabra alguna.

Despues de unos diez minutos levantando tablas y asomandome tras muebles astillados, logré encontrar dos de ellas.

-He encontrado esto...-Dije aun sin mirarle a la cara, avergonzada, ofreciendole las pastillas.

Luego me alejé de el para echar una ultima ojeada y luego me quedé unos minutos observandole mientras el también buscaba.

-Deberíamos...ir a buscar otro sitio para descansar, este no es...un buen escondite- Le dije aun sin mirarle a la cara.

Me puse a pensar mientras esperaba su respuesta. Solo teníamos unas pastillas, ¿Qué pasaría cuando se acabaran? Me sentía fatal pensando en lo que había hecho, pero por otra parte también me seguía sintiendo algo molesta por que el chico me había mentido, pero joder, ¿Cómo no me iba a mentir? Cualquiera mentiría en un lugar como ese. No podía dejar de sentirme culpable.

Cuando me canse de buscar cogi las pastillas, las intente limpiar y las meti en un bote que me guarde en el bolsillo. La chica dijo: -Deberíamos...ir a buscar otro sitio para descansar, este no es...un buen escondite- y entonces le di la razon, solo teniamos un palo para defendernos y esos bichos acechaban detras de las piedras, entonces le pregunte -¿Conoces algun lugar en el cual podamos refugiarnos?-

Entonces cogimos las cuatro o cinco cosas de utilidad que encontramos y nos marchamos con ellas...

Lo unico que encontramos fue una saca vieja donde llevar las demas cosas, un par de tablas de madera que habiamos arrancado antes que podriamos usarlas para encender fuego y un par de botes vacios de medicamentos que podriamos usar para almacenar algo, ademas de las botellas de agua vacias que teniamos ya encima.

-Creo recordar que detrás de este edificio hay una especie de refugio, un sotano en el suelo-Dije aun con la mirada en el suelo.

Luego me aparté de el y me asomé a la puerta para ver si había algun bicho de aquellos, mientras el recogía lo poco que teníamos.

-Podríamos ir allí a pasar la noche y luego buscar a Chris...-Dije sin darme cuenta -O a quien sea-

Echaba de menos a Christian, pero lo que más echaba de menos, era mi piano, cosa que solo yo podía comprender.

-¿Te parece bien?-Acabé preguntando cuando ya nos encontramos en la puerta de salida del edificio.

Esperé a que me contestara para salir.

Spoiler:

-Ok, iremos a ese refugio. ¿Quien es Chris?- dije, porque queria saber quien era aquella persona a la que con tanta ansia buscaba aquella niña.

Antes de darnos cuenta ya estabamos en la calle andando, siempre con precaucion y charlando con un tono de voz cauto.

Ella llevaba la mochila, yo el bate. En mitad del camino empece a notar que aquella chica me atraia un poco, no sabia el como ni el porque pero poco a poco empezaba a gustarme cada vez mas. Puede que solo fuera algun sentimiento de fraternidad o porque ella era guapa y no conocia a nadie mas en este mundo, pero lo cierto esque su personalidad reservada y esa mirada me hacia sonreir incluso cuando ya estaba todo perdido...

Me quedé en silencio cuando el chico me preguntó por Christian, por miedo a que pudiera oirnos un fheral.

Llegamos a aquel refugio y abrí la puertecilla mirando antes alrededor para asegurarme de que no había ningún peligro. Entramos y me aseguré de que no se pudiera abrir desde fuera.

-Es...el chico con el que aparecí aqui, he estado con el mucho tiempo, y si no fuera por el yo no estaría viva.-Contesté sentandome en un rincón como siempre.

-Me...separé de el huyendo de los fherals. Espero que esté bien...-Acabé diciendo y volví a pensar en todo lo que había pasado en aquel extraño día.

-Oye...Lo de antes...-Sentí que me sonrojaba, y eso que hacía mucho que no lo hacía, cosa extraña en mi, pero hasta ahora me habían podido el arrepentimiento y el orgullo.

-Lo siento...no tienes porque confiar en mi, debí entenderlo y no meterme en tus cosas-Dije con la mirada en en el suelo.

Apoyé la cabeza en la pared, cansada, olía a polvo.

-Cuando amanezca deberíamos ir a buscar comida-Dije tras unos largos minutos de silencio y cerré los ojos.

-¿Te importa si descanso un poco?-Pregunté abriendo los ojos de nuevo y mirandole cansada.

Eso significaba que el iba a tener que estar un rato despierto y solo, haciendo guardia, y no tenía porque hacerlo, tal vez no le hacía gracia la idea.

-Claro, no te preocupes- Respondi, notaba que aquella chica sentia algo especial por ese tal Chris, y parecia que queria encontrarlo pero probablemente no seguiria vivo.

Entonces pense en la posibilidad de seguir como estabamos ahora, cogiendo comida, buscando un refugio y escondiendonos o encontrar a algunos supuervivientes y montar una especie de grupo para intentar ayudarnos unos a otros y hacer mas comoda nuestra estancia aqui.

Tambien pensaba mientras dormia aquella chica en lo maravilloso que seria volver a el mundo normal y lo mucho que daria por escapar de esta pesadilla. Lo cual me hizo recordar que debia buscar aquel portal misterioso.

Miles de ideas me pasaban por la cabeza, pero ya llevado un rato con la chica durmiendo, empeze a observarla y a pensar lo increible que seria probar sus labios. Poco a poco me fui acercando a ella siempre mirandola a la cara y sentandome justo enfrente suya. Me fije en todos los detalles de su figura y cada momento que la miraba la deseaba un poco mas.

Al cabo de un rato ella desperto, y se sorprendio por verme justo enfrente.

Entonces ladee la cabeza y pregunte -¿Quieres buscar a tu amigo?-. No tenia nada que perder, si bien lo encontrabamos seria un hombre mas para buscar comida, encender fuego o matar bichos. En caso de no encontrarlo o de encontrarlo muerto ella posiblemente acabaria fijandose en mi... Y bueno, saldria ganando de todas maneras, como mucho tendria que patearle la cabeza a un par de bichos y bueno, la pregunta ya estaba formulada, solo faltaba la contestacion de quella niña...

Lo cierto es que me llegaba a parecer incluso molesto no soñar nada, yo que estaba acostumbrada a analizar cada sueño que tenía cuando despertaba, y que normalmente no podía evitar recordar todos mis sueños con todo detalle. Pero desde que estaba ahí no soñaba o no recordaba los sueños al despertar, cosa que me preocupaba, pues me hacía sentir más extraña de lo que ya me sentía.

Me desperté, bastante descansada, sin saber cuantas horas habían pasado, como de costumbre, y un acto reflejo me hizo darme un cabezazo con la pared de atrás nada más abrir los ojos. No podía evitar ser tan torpe, y parecía que lo era cada vez más. Pero esque me sorprendió ver a John delante mia nada más abrir los ojos. Recordaba que cuando los cerré estaba bastante más lejos.

Me rasqué la cabeza con una expresión de molestia y sonrojada por aquella ridiculez, luego me froté los ojos intentando despejarme. Que raro que no hubiera tenido que despertarme antes. Aunque lo cierto era que aquel refugio era un buen lugar.

-¿Quieres buscar a tu amigo?- Le miré aun algo adormilada.

-Claro...-Susurré.

-Pero tal vez deberíamos ir a buscar algo de comida-Me levanté del suelo y me asomé a aquel saco en el que llevabamos una botella de agua medio vacía, y un par de trozos de tabla.

-¿Cómo estás?-Le pregunté levantando la cabeza y echandome la bolsa a la espalda. Me quedé mirandole, sin apartar la mirada de el hasta que me respondiera.

Y es que lo cierto era que estaba algo preocupada por el, aunque no quisiera pensar en ello, ya que intentaba darle la minima importancia a todo, sino acabaría muy mal psicológicamente. Aquel mundo no era lugar para preocupaciones más allá de la supervivencia.

-¡Bah! Estoy bien, no te preocupes- dije mientras sonreia a causa del cabezazo que se habia llevado Lyra al levantarse. Me levante de un salto y le tedi la mano para ayudarla a levantarse.

Una vez levantados le pregunte donde podriamos encontrar a su amigo, y que mientras ibamos en su busqueda podriamos encontrar algo de comida por el camino y sino podriamos comernos alguno de esos bichos. Obviamente lo de comerme un demonio de esos era de cachondeo, pero si se daba el caso podria ser viable.

Cogimos las cosas y salimos por la puerta armados de valor.

Todavia era de dia y no parecia que fuera a saltarnos uno de esos bichos enclenques por ahora. Y si aparecia estaba en plenas facultades de arrearle un mamporrazo en los morros.

John parecía estar más alegre de lo normal, aunque claro, tampoco es que lo conociera demasiado, pero sí me parecía verle más alegre de como lo había visto hasta ahora.

-Podríamos...ir a la catedral.- No sabía si realmente debía ir.

Por una parte, me moría de ganas por hacerlo, por volver a ver aquel órgano que aun planeaba reparar pero no podría hacerlo hasta que encontrara a Christian, cosa que no sabía si sería posible. Pero sabía que si volvía allí iba a recordar demasiadas cosas, iba a olvidarme de aquel escudo invisible que había ido construyendo alrededor de mis pensamientos y tal vez comenzaría a pensar otra vez demasiado las cosas. Se me juntarían recuerdos de mi mundo y de este, aunque, mirandolo bien, ahora este era mi mundo.

Lo cierto es que tampoco importaba, tal vez Christian estuviera allí, era el lugar donde tenía que buscarle, es el lugar donde empezaban todos nuestros planes y no podía buscarme en otro sitio, por lo tanto, yo tampoco debería buscarle a el en ningun lugar que no fuera aquel.

-Tal vez esté allí-Acabé diciendo tras unos instantes de silencio.

Comencé a andar entonces en dirección a la catedral, intentando no armar demasiado jaleao para no llamar la atención de algun fheral.

Spoiler: