Primeros pasos (Peter, Hiro)

Durante unos segundos me dio la sensacion de que Hiro iba a enfadarse, pero después de salir por la puerta de aquella habitación empezó a cantar y a saltar como antes. Negué con la cabeza lentamente y le seguí a paso lento.

Pronto llegamos a una desolada calle. El cielo estaba completamente nublado pero aún así el ambiente era algo cálido. No hacia nada de frio. Hiro iba delante de nosotros pero pronto se quedó quieto a la espera de que le diésemos alcance.

-Pero... ¿Donde demonios estamos?-pregunté, mirando asombrada a mi alrededor.

Las ruinas de la que antaño podría haber sido una próspera ciudad se abría delante de nuestros ojos. Todo estaba casi derruido y no se veía a nadie por ningún lado.

-¿Y ahora qué?

Y otra vez el rarito volvia a hacer de las suyas comportantose de aquella peculiar manera asi que no nos quedo otra a aquella chica y a mi que seguirle.

Estaba extrañado y todavia confuso con todo lo ocurrido pero ni aun asi posdria haber llegado a imaginar lo que nos esperaba al salir a la calle, todo parecia muy estropeado, no reconocia las calles en absoluto, ni si quiera era capaz de ver el sol, parecia una ciudad fantasma y no parecia ser el unico, aquella chica tambien parecia asombrada por las vistas.

-Pero ¿En que lugar estamos? parece una ciudad fantasma en toda regla

Cuando hable a la chica cai en aglo bastante simple, ni siquiera conocia los nombres de mis compañeros, no sabya cuanto tiempo estaria aqui ni con quien pudiera encontrarme, pero en situaciones como estas requieren de llegar a tener buenos contactos.

-Oh porcierto, Me llamo Peter Fox.

-Perdona, soy una maleducada. Mi nombre es Mara Winchester y el chico saltarín es Hirotaka..-le estreché la mano.

Peter, bajo esa capa de miedo y asombro que yo tambien tenía parecía alguien bastante simpático.

-Está todo tan oscuro... Tan tétrico.-musité.

Seguimos caminando unos pasos hasta que me paré de sopetón. Sin darme cuenta me había aferrado al brazo de Peter y le sujetaba con fuerza.

-Creo... que había algo por ahí.-casi grité.

Les señalé un callejón oscuro donde creía haber visto una sombra.

Hiro no podía ser más estúpido! Seguía creyendo que estábamos en un videojuego y acabaríamos muy mal por su culpa. Cuando se encaminó hacia el callejón de nuestra derecha quise pararle pero ya era demasiado tarde.

-¡Quédate quieto, idiota!-le espeté.

Salí corriendo detrás de él pero para cuando le di alcance ya era demasiado tarde. Habíamos abandonado la calle principal y caminábamos entre aquellas estrechas paredes.

-Esto no me gusta.-sususrré.- Volvamos.

Le agarré del codo y tiré de él.

¿Porque tenia que tocarme a mi este tipo tan raro? No contento con salir el solo a saber donde ahora iva a meterse en un callejon el solo, realmente me preocupaba si dentro de esa cabeza realmente habia algo.

Cuando se tiro hacia el callejon y Mara lo siguio corriendo no me quedo otra y los segui tambien aunqne ha paso normal, algo por detras de ellos.

-¿Sabes que el que primero se lanza en las peliculas es el que suele morir primero?

Segundos despues ya los habia alcanzado, Mara tenia a aquel Hirotaka, parecia muy asustada, era normal en aquella situacion pero igual ya se estaba pasando un poco, o eso pensaba yo.

-Bueno, ya que estamos aqui podemos seguir, lo importante es encontrar a alguien o algun telefono.

Suspiré resignada. Si mis dos compañeros querían seguir caminando por aquel lugar, no iba a ser yo la que diria que no. Me quedé un poco retrasada, viendo como Hiro seguía caminando y Peter le seguía de cerca. Desde los edificios en ruinas que nos rodeaban me llegaban toda clase de ruidos. ¿Habría alguien vigilándonos o era mi imaginación? Negué con la cabeza y seguí caminando.

-¿Qué hacemos? ¿A donde vamos?

De nuevo aquellos ruidos, casi como respiraciones agitadas, me llegaron.

Seguimos caminando por aquellas calles metidas entre los edificios donde apenas llegaba la luz del nublado dia que nos acontecia, en un principio parecia que todo estaba tranquilo, en calma, si no fuera por algun que otro ruido, quiza de otras personas, y eso era loq ue queria averiguar.
Seguimos andando los tres sin demasiados sobresaltos, quizas fuera el miedo o por alguna otra razon pero el compañero "mofletitos" parecia haberse callado subitamente, quiza habia caido en razon de que algo extraño parecia estar ocurriendo y que no era para tomarselo tan a broma.

Despues de un buen rato caminado vimos la salida, o almenos lo parecia pues girando la siguente esquina a la izquierda se veia algo mas de luz de lo que habiamos visto en todas estas calles.
Pero supungoq ue al destino no le gustan las cosas tan faciles, porque cuando todavia nos queda un poco para alcanzar la esquina se escucho un ruido en el siguiente callejon a la derecha, parecia como si una papelera metalica se hubiera caido ¿Pero porque?

-Heh, ¿Que ha sido eso?