¿Dónde mierda estaba el alcohol? [Eng]

¡Joder, joder, joder! ¿Me he perdido? ¡Me he perdido! Me cago en la gran puta. ¿Y ha quién había oído yo decir que por aquí estaba la tienda de alcohol? Es que le quiero partir unas cuantas cosas. ¡Joder, esto de haberme metido tanta mierda ahora jode! No me acuerdo. Dioooos. Me froté la cabeza con mucho ímpetu, tal vez tanto que me hico daño. ¡Joder! ¿Es que no tengo suficiente con los zombies que me tengo que hacer daño yo sola? Creo que entre mis cualidades podríamos destacar, a partir de ahora, la autodestrucción masiva. En fin, centrémonos, que lo que tengo que hacer en este momento es encontrar la puta tienda de los cojones, a ver si puedo chantajear al tendero con algo, porque no tengo la más mínima intención de pagarle nada, ni con favores, ni con comida. Bueno, evidentemente, de esto último no tengo absolutamente nada. Hay que joderse.

Cerré los ojos durante unos instates. La perspectiva de beber alcohol me había animado demasiado, y había estado hiperactiva durante unas horas, hasta que me he dado cuenta de que estoy más perdida que un pulpo en un garaje. ¿Cómo puede ser? Si yo tengo un sentido de la orientación divino. En fin, habrá sido el cambio de mundo, que a la larga te confunde un poco. Vale, mierda, otra vez estoy siendo irónica conmigo misma. ¡Jodeeeer! Como no me emborrache pronto creo que me va a dar un ataque al corazón, o a la cabeza, o a donde, sea, pero un puto ataque que me va a dejar mas tiesa que la mojama.
Inpirar, espirar, inspirar, espirar. Ncesito relajarme y pensar con tranquilidad. Si no, me da que nunca voy a encontrar nada de nada.

Me puse en moviemiento de nuevo. Pie derecho, izquierdo, derecho, izquierdo... A joderse, no puedo estar pensando en eso. Necesito darle vueltas a las cosas, si no, no soy persona.
Buff, me duele todo. ¡Jopetaaaas! ¿Cuándo podré dormir en una buena cama que no esté formada por piedra? Tengo ganas de asesinar a alguien, sí, a sangre fría. Pero claro, yo solita no puedo hacer mucho. Como no consiga un arma... Un arma de esas buenas buenas que te hacen saltar la cabeza por los aires. Lo estoy deseando, de verdad.

Este edificio es una puta mierda. Con lo ilusionada que estaba yo con el alcohol... Bueno, a joderse. Pero voy a seguir buscando, me cueste lo que me cueste. Yo necesito alcohol para subsistir. Y si no... Pues no subsito. Y punto pelota. Agité la cabeza, ocultándola entre el pelo. Esto es una locura, de verdad. Inocente d emí, que me h ecreído qu epuedo beber algo, emborracharme y olvidar. Cada vez soy más tonta. Yo creo qu eestoy perdiendo reflejos. O suspicacia, o... Básicamente, esto me está destrozando los sentidos. Pero bueno, lo que no te mata te hace más fuerte ¿no? Tengo que basarme en sobrevivir. Y punto.

Me apoyé en la pared, lentamente. No tengo la más mínima intención de seguir caminando. Además, este edificio parece sacado de una película de terror. No sé muy bien cuando va aparecer un fheral de estos y va a destrozarme completita. Así que, si defiendo una zona, puede que no me pillen desprevenida. Ay, Dios, que cosas más raras que estoy pensando. Creo que ahora mi mente está enfocando hacia la supervivencia. Bueno, a lo mejor eso me permite unos días más de vida. Arrrggh. ¿Nunca os habéis dado cuenta de lo pesimista que soy? A veces es frustrante, y todo. Tal vez debería creer un poco más en mí misma y... En mis cualidades de autodestrucción. Si es que soy todo un especimen, señores. Yo solita podría hacer un show.

Me hubiese pasado unos cuantos días pensando, si no hubiese escuchado unos pasos llegando hasta mi posición. Mierda, en ningún momento he pensado como la voy a defender... No tengo ningún arma. Bueno, a joderse, será a bocados. Me volví a poner en tensión. Sí, volví. Últimamente, no hago más que ponerme en tensión. Y eso que la mayoría de mis músculos están agarrotados. Pero nada, aquí a defenderme las espaldas como sea.
Por la esquina de la que provenían los pasos, ví aparecer una figura alta, completamente vestida de negro y... Con un puto bate de metal. Yo conozco a ese tío. Claro que lo conozco. Fue el primer rastro de humanidad que encontré por la ciudad, en un extraño día soleado. Pero... El cabronazo me apuntó con el mismo bate de metal que ahora lleva en sus manos. me lo puso en la sien y m eamenazó con volarme la cabeza. Eso no se hace, señores. La pena es que yo aún no tenga un arma para apuntarle a la cabeza... Y efectuar el golpe y/o disparo. Pero este no se libra, no de mí. Además, parecía perseguir/buscar a algo o a alguien. tal vez yo le pueda ayudar... ¡Já!

Oh. Se acaba de dar cuenta que estoy aquí. Y no ha dejado su bate. Bueno, nuestro último encontronazo no es que fuera muy agradable, pero en fin, tampoco nos pongamos dramáticos. A ver, aclaremos las cosas. Si yo hubiese llevado un bate, SÍ que podríamos ponernos dramáticos. Pero, en cambio, cuando es él el que lleva el bate, NO podemos ponernos dramáticos. ¿Queda claro? Por que me parece a mí, que con la cara que pone, tendré que hacerle un croquis.

Fruncí el ceño. Vale, esta situación no me gusta para nada. Estoy en total desventaja.
Y, en efecto, fue un visto y no visto. En unos momentos lo tenía ante mí, empuñando aquél bate. Y, después de eso, solo fui consciente de un dolor agudo. Agudísimo, para ser exactos, justo en mi rodilla. En mi inocente rodilla. Me dejé caer hacia atrás, por suerte, se encontraba la pared. Ya apoyada en ella, resbalé hasta caer al suelo. Duele, joder, claro que duele. Yo creo que me ha partido algo, o... Bueno, no sé si la bola esa que hay dentro de podrá partir, pero si así es, seguro que lo está.
Solté un pequeño gruñido, y le dediqué a aquél tío una mirada furiosa. Supongo que en estas condiciones es lo único que puedo hacer.
Pero una nueva oleada de dolor me obligó a centrar mi atención en mi pobre rodilla. Genial, ahora sí que estoy totalmente indefensa. Este tío me va a volar la cabeza.

Gruñí de nuevo, esta vez más cansada. Y yo que venía aquí en busca de alcohol, van y me rompen la rodilla, bueno, o lo que coño me hayan hecho. No podía articular palabra. No, todos mis sentidos estaban centrados en el dolor, que no se apaciguaba. Sé que aguanté sin que ninguna lágrima de dolor saliera de mis ojos. Tal vez me consolase una futura venganza. No lo sé, no estoy muy segura. Cerré los ojos con fuerza. No, no tengo la más mínima intención de perder el conocimiento. Los volví a abrir, intentando centrar la mirada. Y lo conseguí. Oh, lo conseguí. Por lo menos no he perdido el conocimiento.
El dolor se iba calmando. Bueno, por lo menos ya no era tan avasallador como antes, pero solo me permitía pensar en él. Jadeé. Oh, sí, llevo todo el rato jadeando, pero me acabo de dar cuenta ahora. Intenté respirar hondo, calmarme y... Nada, no puedo. Supongo que lo único que me queda ahora mismo es la venganza.

Así que, ni corta ni perezosa, puse la otra pierna en tensión. Claro que sí, porque tengo intención de levantarme. Y eso fue lo que hice, aún con el dolor pintado en la cara, apoyándome en la pared para no perder el equilibrio. Lo observé con cara de odio. Cabronazo. Y, tan espontánea como yo soy, me lancé encima de aquél tío que tanto dolor me estaba causando. Sí, sé muy bien que eso va a doler mucho, pero nadie me pega un batazo y sale impune. NADIE.